Prologo

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-Justin, baja a la sala por favor -Escuché a mamá hablarme desde la planta baja. Así que deje de acomodar mis cosas ya que recién nos estábamos mudando y guardaba todo.

-Mi amor, necesito que bajes las cajas que faltan pero están en el coche, ¿puedes ir por favor? -asentí sonriendo y fui a por ellas. Aún no había tenido tiempo de observar el lugar donde se supone que residiría, en la casa de enseguida, en el jardín, exactamente detrás de unos pequeños arbustos, algo llamó mi atención, y olvidando completamente lo que me mandaron a llevar, fui hacia ello.

-Sr. Piggles, necesito que salgas de ahí, te estás ensuciando.

Sorprendido de escuchar una voz tan suave y tierna, rodeé el arbusto y me encontré a la niña más linda que había visto en toda mi vida, estaba sobre sus rodillas y con la cabeza y los brazos metidos debajo del arbusto, usaba un vestido blanco con estampados florales y zapatos blancos como las nubes.

-¿Te puedo ayudar?

Creo que la niña no sabía que estaba detrás de ella porque gritó y brincó, y dado ese grito lo que sea que se encontrara debajo del arbusto salió disparado y solo vi una bola blanca peluda manchada de barro.

La niña se levanto y volteó a verme, y si pensé que había visto todo de ella, me equivocaba, su cabello era de un color rubio color oro, y pequeños rizos se hacían al final de este. La piel blanca como la leche y sus ojos, me confundieron porque no sabía si eran grises o azules, pero me dejó sin habla.

-¿Quién eres tú? -dijo la niña tallando sus manos en su vestido y viéndome desconfiadamente.

Sonreí y estiré mi mano para saludarla -Me llamo Justin, y me acabó de mudar a la casa de a lado. ¿No podías sacar a tu gato? ¿Era un gato verdad?

Ella sonrío tímidamente y tomo mi mano para después soltarla rápidamente y ruborizarse.

-Si, era el Sr. Piggles, lo acababa de duchar mi nana y salió a ensuciarse, y ahora lo tendrán que volver a bañar. ¿Cuantos años tienes Justin? -preguntó en voz baja como si le diera pena hablar conmigo.

-Tengo 8, ¿y tú? ¿Cómo te llamas ángel? -le dije como tonto admirando tanta dulzura.

-Tengo 7, y me llamó ____. No ángel -dijo mirándome frunciendo el ceño.

-Lo siento, es que pareces uno -susurré.

-Justin, ¿donde están esas cajas? -escuché gritar a mi mamá desde la puerta de la casa.

-Esperó vernos luego ángel -le dije sonriendo como bobo y corriendo hacía el auto por las condenadas cajas.

-¡No me llamo ángel! -escuché gritarla.

Saqué las cajas y caminé hacia la puerta por la que mamá ya se había metido, no vi a mamá en la sala y me encaminé a la cocina, donde estaba guardando los platos y vasos, cuando escuchamos el derrape de un coche y sonido fuerte de algo chocando contra este, los sonidos de la llanta frenando, vidrios rompiéndose y luego completo silencio.

Mamá soltó el plato que tenía en las manos y este termino estrellándose en el suelo, y luego corrió hacia la puerta y yo detrás de ella, se detuvo y llevo sus manos a su boca y yo la rodeé para saber que había pasado.

Lo primero que vi fue un coche con el capo atochado, y luego vi otro coche a unos 3 metros con el vidrio trasero roto, no quedaba nada de él, y en la cajuela sangre roja y espesa. Y en la calle vi un zapato blanco parecido al de ángel. Sentí como la sangre abandonaba mi rostro y mi primer impulso fue correr pero sentí como papá me sujetaba con sus brazos para no llegar, me sentí desesperado e impotente. Empece a gritar por ella y papá me levanto en sus brazos y me hizo darle la espalda a esa tragedia, mientras sujetaba mi cabeza en su hombro, y yo lloraba por la perdida de algo que nunca había tenido.

Prologo, espero que les haya gustado, me gustaría que comentasen y recibir su opinión, +5 votos y sigo. Gracias, las quiero<3

-Any

Hold Tight |JB|PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora