Cuando era pequeña solía fantasear con cosas extremadamente extrañas. Cosas que la gente normalmente ni siquiera las piensa o imagina.
Una de mis abuelas solía contarme historias de extraterrestres y criaturas extrañas, cosas que eran para la ciencia difícil por no decir imposible de explicar, cómo los avistamientos de fantasmas. Algunas eran simplemente cuentos de conocidos, vecinos, primos, etc. Pero otras eran anécdotas provenientes de ella y nadie más que ella. Otras eran de mi abuelo, que desgraciadamente no tuve la oportunidad de escucharlas propiamente de él, de todos modos, eran buenas, aunque me hubiera encantado sentarme a tomar un café con él, al lado de la estufa a escuchar sus historias raras, pero bueno, no se puede todo en esta vida. Otras de ellas las fui conociendo con el tiempo. A medida que crecía podía interesarme más en este tema y le pedía a mi mamá que me contara ese tipo de historias, historias o anécdotas nuevas de algo que le haya sucedido a ella. Me hacían poner los pelos de punta, pero al mismo tiempo podía sentir una adrenalina correr por mi cuerpo cuando me imaginaba estar en esa situación, no sé si llamarle masoquismo, pero, aunque me hacían temblar de miedo y dificultar mi sueño por las noches, me encantaba oírlas.
Me identifico mucho por tener una mente bastante abierta, no he hablado mucho de estos temas con la gente porque bien sabrán, pertenecemos al montón de locos que creen en cosas raras. Pero si tengo que defender mi postura lo hago. No confundamos, no es pelea, no es guerra, no es fanatismo, es simplemente defender mi creencia de que en este universo no somos los únicos habitantes. Que aburrida es la vida de aquellas personas que no se permiten ver más de allá de lo habitual, lo cotidiano, lo meramente representado por la ciencia. Amo la filosofía, me gusta aprender de ella y con ella día a día. Ustedes se preguntarán, ¿por qué la filosofía y no la ciencia? Saben; un sabio profesor me enseño que la ciencia solo puede darte respuestas exactas y conclusas y la filosofía va más allá de eso, busca darnos infinitas respuestas, aunque muchas veces las respuestas sean preguntas y más preguntas que solo nos generan dudas, pero ahí está la verdad, aunque creamos que no la encontramos, ¿Por qué tanas dudas? ¿Por qué no encontramos una única respuesta? ¿Por qué no podemos concluir con un tema? ¿Por qué?
Hablando de concluir, con esta resumida introducción quiero contarles una historia que salió de mi mente. Nada es real, nada es verídico, simplemente pura imaginación y ficción que fueron surgiendo de a poco, a medida que oía las historias de mi abuela y mi madre, de noches mirando el cielo e imaginando un mundo lleno de cosas que no existen, de infinidades de veces mirando el techo pensando en un mundo diferente, de las miles de series y películas que vi relacionadas con este tipo de cosas. En resumen, de mi mente viajando, algo así como si se tratara de un niño imaginando superhéroes y autos voladores.
Quiero decir que cualquier parecido con alguna realidad de ustedes no es más que pura coincidencia.
Espero la disfruten tanto como yo al escribirla y gracias por dedicarle una parte de su tiempo hoy, ahora, aquí, a esta locura de imaginación.
Hasta pronto.
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Viaje en una carta
Science Fiction¿Alguna vez, han parado un sólo segundo a pensar en la existencia de otras vidas, otras razas, otros mundos? Imaginen otro mundo fuera del nuestro, un mundo perfecto, donde sólo existe paz, amor y bondad. Donde ellos son los gobernantes de nuestra...