Luego de volar por un par de horas lejos de aquel sitio, en donde Destiny había estado secuestrada por dos meses sin ver la luz ni tener ningún tipo de contacto con el exterior; llegaron a un lugar el cual parecía ser una especie de pueblo, solo que no había ningún habitante en él.
Todo parecía ser demasiado tranquilo, no se sentía absolutamente ni un solo ruido, ni si quiera el de las aves, esto hizo que Destiny se cuestionara sobre la existencia de estas, ya que era muy extraño que en ese magnífico lugar no hubiera un solo canto de alguna de ellas.
Aquel lugar era lo más parecido a un bosque con muchas casas abandonadas, aunque se encontraban en perfectas condiciones. Mucho verde y marrón abundaban en él, había raíces de árboles por todas partes.
—¿Y que se supone que haremos aquí? —preguntó Destiny
—Pasaremos la noche, tenemos que descansar. Ha sido un viaje largo —respondió Eme quitándose la chaqueta negra que le daba un cierto aspecto de rockero.
—¿Y dormiremos aquí, en el suelo?
—No. Ahí —señaló Eme con una sonrisa, a una pequeña pero hermosa cabaña con forma de castillo al igual que en la ciudad.
Cuando Ceo abrió la puerta unas luces color violeta muy tenues se prendieron desde el suelo, alumbrando toda la cabaña.
—¡Es hermoso! —exclamó Destiny con asombro. Sus ojos brillaban al ver la cabaña. A medida que avanzaba el tiempo, veía cada vez más, y más cosas que no paraban de sorprenderla. Aquel lugar era simplemente maravilloso y solo la ponía en una constante duda de ¿por qué estaba ahí?
Luego de admirar por un buen momento todo aquel lugar, se adentraron a la cabaña.
Adentro era todo de madera, desde las paredes, hasta los muebles. Parecía ser una cabaña como cualquier otra, hasta que Destiny pudo apreciar la fachada de adentro, desde muy cerca. No eran de madera pura, era solo una imitación, la cual soltaban una especie de burbujas muy pequeñas que emitían luces color celeste tenue por todo el lugar. Esto era la luz de la casa, no había ni una sola lámpara.
Las camas no eran más que colchones en el suelo, estaban cubiertas por un tul color blanco que se teñía de celeste cuando las burbujas chocaban con él.
—¿Cómo es que puede existir en el mundo, un lugar tan mágico? —preguntó Destiny como de costumbre, admirando cada rincón de aquella cabaña.
—Éste, ser, otro mundo —respondió Ceo poniendo su mano en el hombro de Destiny.
—¿Dónde estamos? ¿Cómo se llama?
—Estamos debajo de tu mundo. Nosotros, estar en superficie —comenzó a responder Ceo prendiendo la chimenea con su mirada, sin hacer un solo movimiento — Ceo creer que a niña le gusta fuego, porque aquí, no usar nunca —y extendió sus brazos haciendo que cambiaran de color amarillo pálido a un rojo fuego.
Destiny no paraba de sorprenderse con cada cosa que sucedía, ahora había adquirido un nuevo conocimiento acerca de la especie de Eme y Ceo. Ellos no precisaban calefacción alguna, porque podían calentarse o enfriarse sin necesidad de ella.
—¡Es extraordinario! —expresó Destiny con gran impresión sin dejar de ver la piel de Ceo.
—Intra
—¿Qué?
—Este mundo, llamarse Intra.
—Exacto, y estamos a 3500 años de distancia, o sea, 3500 años más adelantados que ustedes —interrumpió Eme ofreciendo unos bocados a cada una.
—Entonces, ¿estoy en el futuro?
—No, estás en el presente, tu mundo es el pasado, si así quisieras llamarlo, aunque no sea como lo definiría yo exactamente —dijo Eme con la boca llena y sentándose en el suelo.
—Niña, no estar preparada, aún —dijo Ceo tirando una mirada bastante intimidante a Eme
—¿Preparada para qué? —preguntó Destiny
—Para quedarte toda la noche despierta, debes de ir a dormir —sugirió Eme levantándose para dirigirse fuera de la cabaña.
—Iré con él.
—No, tu, dormir, ahora. Yo ir con chico —ordenó Ceo
Aunque no era la hora de sueño de Destiny, de igual manera obedeció la orden de Ceo y se fue a la cama.
Ceo salió para afuera en busca de Eme, quien se encontraba sentado arriba del techo.
—No bajaré, si quieres sube tú —dijo Eme sacudiendo sus pies.
Ceo se elevó por el aire hasta llegar al techo y se sentó a su lado.
—Esto ser difícil, pero niña aún no poder saber.
—Ella tiene que saber la verdad C8, necesita saberlo.
—Si tu decir verdad, ella irse y nunca más volver. Tu perderla para siempre.
—¿Qué? —preguntó Eme algo desconcertado.
—Tus ojos. Cambiar de color cuando tú, ver a niña. Lo vi —respondió Ceo fijando su mirada en Eme.
—No se que pasó, lo siento, am... —Eme comenzó a sentirse bastante nervioso
—Tu, ver sus ojos y ver su alma, ver pureza en niña. Tu sentir amor —respondió Ceo tomando la mano de Eme.
—¿Sabes qué? Tienes razón, ella no puede saberlo aún —respondió Eme ocultando su dolor detrás de una sonrisa.
"...aún no puedo creer como es posible la existencia de otro mundo, y más aún debajo del nuestro. Las cosas parecen ser mágicas aquí, ojalá todos ustedes tuvieran la oportunidad de conocerlo algún día.
Sigo sin entender como es que estoy aquí. Hoy en determinado momento Eme intentó decírmelo, pero Ceo lo interrumpió. Ella sigue insistiendo con que aún no estoy preparada para saberlo, pero lo cierto es, que cada vez que ella dice eso, me genera muchas dudas, no sé qué más podría sorprenderme, es decir, cada día aprendo cosas nuevas en este lugar, pero, no se que podría asustarme más de lo que ya lo he estado en estos dos meses.
Ahora que conozco mejor a Ceo y Eme, y bueno, el nuevo integrante del grupo, Akazú, me siento mucho más segura. Siento que por primera vez en dos meses podré descansar en paz, sintiéndome protegida..."
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Viaje en una carta
Science Fiction¿Alguna vez, han parado un sólo segundo a pensar en la existencia de otras vidas, otras razas, otros mundos? Imaginen otro mundo fuera del nuestro, un mundo perfecto, donde sólo existe paz, amor y bondad. Donde ellos son los gobernantes de nuestra...