Entrenador Ⓐ

Capítulo 28

Y aquí estoy otra vez.

¿Te gusta el personaje de Su ? ¿por qué o por qué no?

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Una vez que Liam y yo finalmente llegamos al campamento correcto, era de noche y solo tuvimos que buscar durante media hora hasta que

encontramos a la familia de Laura.

"¡Hola! Bienvenida, Susana. Ha pasado un tiempo desde que te vimos, ¿verdad?" La madre de Laura, Clarice, abre los brazos para un abrazo. Ella

siempre ha sido muy alegre y acogedora, lo cual es más que probable de donde Laura obtuvo su hiperactividad.

"Hola", balbuceo mientras mi cara se estrella contra su pecho, afortunadamente no expuesto. ¿Y puedo decir que su perfume definitivamente no

es barato? Eso me hace preguntarme por qué estamos literalmente acampando en medio de un bosque en lugar de hacerlo en alguna cabaña de

lujo con sábanas de seda y raso.

Tomaría unas vaciones en una cabaña cualquier día. En realidad, eso me hace pensar en la hora en que Liam durmió y traté de hacerlo dormir en el

piso antes de ceder.

"¿Y tu debes ser Liam, su novio?" Clarice se aleja y sonríe inquisitivamente a Liam, que está a centímetros de mí.

Casi me ahogué con el aire, y lo noto con cierta sonrisa burlona.

"Sí, señora, yo soy su novio". Mentira.

Oh diablos, ¿por qué detenerlo ahora?

"He oído hablar mucho de ti", sonríe.

¿Debería Preocuparme? Más que probable. Estoy seguro de que Laura y su estúpida otra amiga contaron todas estas cosas falsas sobre Liam a

su madre. Probablemente ella le dijo que era un imbécil.

"Estamos justo donde está la hoguera. No te preocupes, porque acabamos de comenzar la fogata".

"Está bien", asentí, forzando una sonrisa.

Liam se inclina para decirme buena suerte y que va a hacer nuestra tienda de campaña mientras voy a saludar al resto de su familia. Honestamente

, preferiría quedarme mirándolo mientras luchaba con la estúpida tienda de campaña que mirar a Laura de nuevo a los ojos.

Sin embargo, a pesar de mis fuertes dudas por siquiera hablar con ella, suspiré pesadamente y caminé por el lugar donde estaban tostando

malvaviscos en largas varillas de metal. Hace mucho calor, por el fuego, y me remango las mangas para no crear charcos de sudor a mi alrededor.

"Hola." Murmura Laura, sin mirarme a los ojos mientras me siento en una silla de jardín. Se nota que la obligaron a hablarme, ya que sus padres

están al otro lado del fuego.

"Hola." Digo atrás, igualmente sin esfuerzo. Si ella quiere ser grosera, entonces que así sea.

O como dirían los Juegos del Hambre, que comiencen los juegos.

Cuando miro hacia el otro lado del fuego, veo a Dylan hablando con su padre. De vez en cuando se ríe y se quita el pelo de la frente, pero no es

como si lo estuviera mirando a él ni nada.

"Sabía que lo traerías".

"¿Qué?" Salgo de mi mirada, y me doy cuenta de que fue Laura quien me estaba hablando.