Es una espiral, es un círculo vicioso, es un ir y venir, es un acabar y volver a empezar, es una repetición constante del mal, de la tristeza, de la soledad.
No quiero basarme en el todo, tampoco en la nada, no quiero hablar de siempre y tampoco de nunca, no quiero hablar de blanco, pero tampoco de negro, quiero poder ver que en todas esas opciones siempre hay más tonalidades, que entre el siempre y el nunca, está el a veces y entre el todo y la nada está "algunas cosas", que mi mente se empeña en pensamientos irracionales y deja de lado lo racional, se crea un papel de víctima que nadie puede destrozar, se lo cree hasta tal punto que nadie puede hacerla cambiar de opinión, de punto de vista, de mentalidad.
Tiene al demonio llorando en su hombro pero en el otro un ángel le canta, le insiste, le ruega, le trata de dar esperanzas, de conseguir confianza, de ver de otro color las tonalidades de la vida que en algún que otro momento solo lo vio negro, gris o blanco para sacarle un poco de lo básico.
