Cual muda apariencia que viene desde un olvido lejano, así, la tristeza puede un día visitarnos, y se puede llegar a quedar mucho más de lo previsto, dejando el ánimo muy, pero muy extraño.
La tristeza, puede secuestrar nuestro cuerpo, y puede ingresar en una dimensión donde podemos quedar atrapados, sin que nadie pueda saberlo jamás.
La tristeza puede romperte las palabras y secarte las lágrimas, puede vivir contigo desde siempre y ser un total misterio su origen, incluso creo que hasta puede haber nacido desde el momento en que llegamos al mundo.
Y no me refiero a la tristeza obvia, ni tampoco a la depresión, simplemente a la tristeza que nos hace olvidar de reír, esa tristeza discriminante, esa tristeza que te aleja del mundo. Las personas no quieren estar con personas tristes, pues las confunden con personas tóxicas y negativas, es mejor que nos hagan reír que llorar.
Sabemos que la tristeza puede terminar siendo patológica, o derivar en una depresión, pero solo quería referirme a la tristeza que te hace humano, aquella tristeza que viene del mundo desalmado, que ingresa por nuestros sentidos y envenena la mente, esa tristeza que nos da vergüenza en pleno siglo XXI.
Hoy, solo quería ver mi mente más alegre, como todos los que tienen esa facilidad para esquivar las tristezas, ya que me encontraba un poco triste, pero cuando esta mañana vi las noticias, dos fotos invadieron mis ojos por tanto contraste, y no pude evitarlo: la foto del mejor gol de Cristiano Ronaldo, junto a una foto de los niños muertos en Siria por las espantosas armas químicas.
Yo no quería ver la foto, solo que no tuve opción, las fotos estaban tan juntas en primera plana, que incluso, el gol de Cristiano parecía haber pasado por Siria, pero evidentemente, lo único que paso por Siria fue la muerte de inocentes niños; la foto más triste, en un mundo cada vez mas cruel.
No puedo arreglar este mundo, lo sé, pero la canción del fantástico John Lennon, "Imagine"... me calmó, y me llevo un rato con él, a un mundo mucho mejor.