Del coche, salieron tres hombres corpulentos vestidos de negro y un inconfundible olor a alcohol que me quemaba las fosas nasales. Dos de ellos sujetaron a Jack por los hombros mientras el otro levantó al violador de chichinabo en volandas y lo metió en el coche.
Él gimió de dolor cuando el gorila le tendió sobre el asiento de atrás y al incorporarse escupió en el suelo, vamos, que llegan a ser los gucci de Jenifer y no le queda mundo pa correr.
- Matadlo- Siseó con una diabólica sonrisa en los lábios.
Todo aquello me pareció demasiado surrealista para ser cierto, Jack en el suelo siendo masacrado por aquellos gorilas, y al jefe riéndose estrepitosamente de él. Todo aquel conjunto, me hizo ver lo peligroso que era mi barrio de noche y las muchas mafias de todo tipo que hay merodeando no sólo por las grandes ciudades
Ver ahí a mi amigo, a una de las personas más importantes para mi, tendido en aquel frío suelo, con la cara magullada, moratones que le empezaban a brotar casi al instante en el que aquel hombre lo golpeaba, los nudillos ensangrentados y el visible dolor que desprendía su mirada, hizo que me corazón se me saliera del pecho. Quería ayudarlo pero yo no era nada más que una chica que también rebosaba dolor, los moratones pintaban cada centímetro de mi cuerpo, y la poca fuerza que tenía no se revelaba en mi interior, era presa del pánico en aquel momento y verlo sufrir de esa manera y no poder hacer nada era sobre todas las cosas lo que más dolía.
Reaccioné en el momento en el que ví a aquel hombre sacar una pistola del maletero y recargar las balas. Y como si lo hiciera todas la mañanas sopló la punta y apuntó a Jack.
- ¡No! ¡No por favor!- El pelele le hizo un gesto con la mano al torreón con músculos, y el bajó la pistola.
- Por favor, déjale te lo suplico...- La poca dignidad que me quedaba, la esfume yo misma.
Mi vista se fijó en Jack, el tío seguía con el dedo reposado en el gatillo, esperando órdenes.
- No entiendo por que debería muñeca- Su magullado rostro le daba un aire siniestro, y sus felinos ojos verdes parecían inyectados en sangre al mirarme.- No he visto que te importara verme morir en esa misma calle hace unos minutos...- Me dijo con recelo y yo bajé la cabeza clavando mi mirada a suelo.
- Me voy contigo- el soltó una sonora carcajada que realmente me asusto, realmente este hombre debe de tener serios problemas mentales.
- ¿Es que te crees la única mujer sobre la faz de la tierra?- Volvió a reírse mas burlescamente y me apunto con su dedo mugriento- Mira, tienes un cuerpazo y tal... Pero el caso es que me viene mejor cargarme a tu amigo, que gastarme 500 pavos.
- Serian dos noches completamente gratis...- Se rascó la ensangrentada barba, y clavo sus ojos en mí.
Si salía de esta tanto yo como Jack, el mismo me pagaría 1000 pavos y un largo masaje en los pies, pero ahora mi deber era sacarlo de aquel marrón, y vender mi cuerpo era el único medio.
Jack sufrió mucho por mi culpa, perdió mucho por mi culpa, pero sobretodo se jugó el pellejo más de una vez para sacarme de comisaría cuando me pillaban como una cuba a las tantas de la madrugada, con los trapicheos de mi madre y en fin mil mierdas que fácilmente me podrían haber dejado sin hogar años atrás.
- Entra- Los gorilas embutidos en trajes de diseño, me llevaron hasta la parte trasera del auto donde me metieron a la fuerza junto a aquel maníaco.
Hey, siento que haya sido tan corto, y por haber tardado tanto en subir nuevo capítulo, pero aquí está...
Jejeje, pobres, ¿que creéis que pasara?, despertara pronto de aquel flashback, ¿o contará su turbio pasado junto a Jack?
Espero que os haya gustado, bessos!!!
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