Capítulo 4

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Sin duda alguna uno de mis momentos favoritos del día era ese momento al medio día, para ser exactos las 3 de la tarde, en el que los rayos de sol se posan sobre el césped y me quedo tumbada leyendo. Pero hoy no lo podía disfrutar, mis pensamientos estaban ocupados en James, le vería dentro de unos días y no sabía como reaccionar en respecto a la nota que me dejo, tal vez no era para mí, tal vez se equivocó, o solo era una broma.

Desde luego era un tema que tenía que solucionar.

Cogí mi móvil y escribí:

Estoy enamorada del frío, de la lluvia y de la noche, del olor a libros nuevos y de los que tienen las  hojas amarillas, de los ojos cafés, del café, de la poesía y de las novelas, pero, ¿estoy enamorada de James?

Siempre que tenía alguna duda de este tipo escribía lo pensaba, para después de un tiempo volver a leerlo y ver si realmente he avanzado algo en cuanto al tema.  En la mayoría de casos no era así, pero esperaba que con él fuera diferente.

Me tumbe en la cama mientras escuchaba Artic Monkeys, amaba ese grupo. Caí dormida, tuve un sueño algo extraño, él tenía su mirada clavada en mí, camine hacia él, ni si quiera se dio cuenta, de un momento a otro estábamos cogidos de la mano.

Me desperté sudando, ¿Qué mierda…? No le di mucha importancia, me dirigí a la ducha, abrí la llave del agua y escuche el agua chocar contra el suelo, me encantaba estar bajo la ducha, podría pasarme horas, era un sitio tan…perfecto?

Al salir tenía toda mi cabeza llena de rizos incontrolables, por aquella razón siempre me alisaba el pelo para ir al instituto.

Tenía un lio en mi mente, llame a Abby para dar una vuelta, y a ver si así conseguía solucionar algo.

 Estuve hablando unas horas con ella, al final no le conté nada, no quería meterla en todo el asunto, ella ya me ha ayudado suficiente, a partir de entonces quiero solucionar yo sola mis problemas.

Al dejarla en su casa volví caminando por un estrecho caminito, al lado había una casa-que mas bien parecía un castillo- tenían un jardín enorme, pero a simple vista se veía que lo habían abandonado, recuerdo ese jardín, cuando era pequeña mi padre siempre me traía a ver los gatos que habían allí, supongo que por eso siempre he querido un gato, me trae recuerdos de mi infancia.

Mientras lo miraba entretenida, dirigí mi mirada hacia delante, y...sí, le vi caminando en la noche, él vestía su camisa a cuadros mientras se ponía bien el pelo con su mano, muy típico en él, iba hablaba a la vez con dos chicas, tenía una expresión divertida en su cara, pero a la vez preocupado. No alcancé para ver más de él, apenas le pude ver cinco segundos, aunque me podría pasar el resto de mi vida mirándole, era como una adicción.

Él a penas se fijaba por donde iba, así que di por hecho que no se había dado cuenta de que estaba a unos metros de él.

Los días fueron pasando y yo todavía no había hablado con James, y bueno de John…de él cada vez sabía menos, estaba distante a mí, y a todo en general, era más que obvio que algo le pasaba, me moría de ganas de ir y preguntarle que le pasaba, pero yo no era nada suyo, sería algo raro hablarle como si nada.

Me hallaba en el patio de mi instituto junto a mi pequeño grupo de amigas del cual formábamos parte yo, Lea, Abby, Emily, Miranda y Hailey.

Lea es mi mejor amiga, no suele estar mucho en nuestro “grupo” de amigas, a pesar de que parece callada no te conviene meterte con ella, siempre tiene que quedarse con la última palabra, es muy cabezota con lo que quiere.  No se puede decir que resalte mucho entre todas, pero a diferencia de mí es alta, delgada y morena, a pesar de que ella no está satisfecha con las curvas que tiene.

Abby es la más alta de toda la clase, y la mayoría éramos bajitas, lo que hacía que resaltara más de lo normal. Ella casi siempre era tímida igual que yo, pero cuando se juntaba con nosotras cambiaba de personalidad totalmente.

Emily, a la cual normalmente le llamamos Mily, es la más movida del grupo, se pasaba el día riendo y bromeando, si ella no está animada ninguna lo está, es algo así como el humor de todas. A diferencia de nosotras su pelo es rubio y con rizos.

Miranda, bueno, ella es la típica chica que saca buenas notas, a pesar que fuera del instituto no lo parece, siempre tiene algún problema chicos. Ella es muy delgada y con pocas curvas, además tiene el cabello largo y extremadamente fino, lo cual le hace tener la apariencia de alguien delicada, como si cuando la tocaras se fuera a romper.

Por último esta Hailey, se podría decir que es la pacífica del grupo, nunca la he visto meterse en problemas, es más ella siempre intenta solucionarlos. Su apariencia es algo así a lo que podría describir como adorable, es delgada, y al igual que yo de baja estatura.

Estábamos hablando animadamente hasta que a  lejos puede distinguir a James del resto de personas, tenía que aclarar las cosas con él, puede que cuando estemos a solas lo hablé con él.

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