Aquel día fui ingresada de urgencias, al parecer había perdido el conocimiento, el tono muscular y el color en la cara, en resumen, me había desmayado. Era la primera vez que me ingresaban por problemas alimenticios, nunca pensé que esto llegará a pasar, pero aquí estoy.
-Hola cariño, ¿cómo estás? – espera, ¿cariño? Hacía meses que mi madre no me llamaba así.
-Bien, creo.
A mí alrededor se encontraba mi hermana, mi abuela y mi padre, todos con los ojos llorosos
Me sentía violada por las miradas.
-¿Cuándo puedo irme?
-Supongo que cuando el doctor nos de tu diagnostico te darán el alta
-Está bien.
Al fin, tras horas de espera y algunas pruebas me pude ir, creo que nunca en mi vida me había alegrado tanto de llegar a casa, un refugio en el que estar sola.
Todo seguía igual, ropa tirada por todas partes, el libro medio abierto, la ventana abierta al límite.
Mi madre me había dicho que no habían pasado por casa durante todo el día, cosa que se notaba solo en ver que el salón estaba impecable, también me habló acerca del “susto” que se dio, según ella tenía que comer más, pero eso es algo que ellos no comprenden, que el mejor momento del día es la comida no tomada.
Y sin darte cuenta el verano deja paso al otoño, cubriendo las aceras de hojas secas. Todo esto implicaba volver a clases, ¿pero qué más daba eso ahora? Lo único que quería era volver a las tardes sentadas leyendo.
¿Qué hay sobre James? Él todavía no sabía nada de lo ocurrido, tampoco tenía intención de contárselo. Debería, pero…en fin.
A pesar de todo tenía que prepararme para la vuelta al instituto.
Aquel mismo día James me propuso ir a dar una vuelta, acepté, no tenía nada mejor que hacer.
…
-Alice, siento lo de la otra noche, de verdad, yo, me pasé bebiendo y bueno, ya sabes. Te lo quiero compen…
-Ya James, da igual, no quiero darle vueltas al tema, estamos bien, ¿eso es lo que importa, no?
Acto seguido me abrazó. Mierda, se sentía tan bien estar entre sus brazos.
-¿Quieres que vayamos juntos el primer día a clase, huh?
-Claro – le sonreí. – Pero nadie sabe nada de lo nuestro, será muy impactante que nos vean juntos – bromeé.
-¡¡Es verdad!! , podré presumir de novia – me miró con una expresión divertida.
-Idiota
-Admítelo, me amas
-Eso habrá que verlo
Todo iba perfecto con James hasta que…
-Hey James!
Oh genial, John.
-Alicee, ¿tú qué haces aquí?
-Emm, es que yo em – James se adelantó a mí.
-Es que hemos quedado para hablar
-¿Estáis saliendo, verdad?
Los dos nos miramos perplejos, John guio la vista hacia abajo, íbamos cogidos de la mano, gran error.
-Así es – James suspiró – Pero, por favor no lo digas, no queremos que se sepa hasta que empiecen las clases.
-Tranquilos, que no diré nada, ah, y felicidades chicos.
-Gracias John – le sonreí tímidamente, me sentía rara al tenerle delante de nuevo.