Capítulo 2: El chico que cambió mi vida

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Las demás clases transcurrieron bien, Charlie estuvo hablándome en cada una pero no me molesta. De alguna manera me gusta que me tome en cuenta. Hoy irá a mi casa y estoy un poco nerviosa, hace mucho que no llevo a alguien; la última vez fue cuando lleve a la única persona que consideré mi amiga en toda mi vida, su nombre es Sophia Smiths y era la persona que menos esperaba que me traicionara, confiaba en ella y le conté todo sobre mi, un día ella dejo de hablarme y todos me evitaban y hablaban a mis espaldas. Ok, eso no era raro pero ella también lo hacia y me molestó, unos días despues me di cuenta de que había contado a todos lo que yo le había dicho, cosa que había prometido nunca decir a nadie. Me dolió mucho y la verdad no creo poder perdonarla, pero algo en Charlie es diferente, me hace sentir, de alguna manera, segura.

—¿Nos vamos juntos?—me preguntó Charlie con esa cálida sonrisa.

Bajo la cara y asiento.

—¿Por qué nunca me miras a la cara cuando me hablas?—pensé que no lo notaría. Me fuerzo a mirarlo a la cara y uso toda mi fuerza de voluntad para hablarle.

—E-es costumbre—digo y sonrío. Hace mucho que no miro a alguien a la cara al hablarle, además de mi madre. El asiente pero veo que no está convencido. 

Caminamos hasta mi casa y Charlie pasa todo el camino burlandose de la mínima cosa que se le atraviesa. Me hace reír varias veces, pero me detengo cuando me mira. Me siento nerviosa al estar cerca de el. Es lo primero parecido a un compañero que tengo, aunque no creo que logre confiar en el al 100%.

—Oye, Christine ¿Estás escuchándome?—dice con fingida indignación. 

—Para nada—contesto riendo.

—Te reiste—dice y sonríe. Me detengo por impulso y bajo el rostro—No, no te detengas. Te ves linda cuando te ríes.

Me sonrojo y lo miro con cautela. Tengo que preguntárselo.

—¿Por qué me elegiste como pareja?—pregunto, reconsiderando si quiero o no escuhar la respuesta.—¿Por qué a mi?

El se queda pensativo un momento y yo juego con mis manos. Talves no debí preguntar.

—Si te soy sincero, no estoy seguro—dice mirando el cielo—. Llamaste mi atención y quise hablarte. Ahora que lo mecionas, creo que nuestra presentación fue un poco normal. 

Se arrodilla frente a mi, toma mi mano y la besa. Me sonrojo pero no aparto la cara. Por primera vez no puedo apartarla.

—Señorita Christine Waters permítame presentarme—dice con fingida decencia, me río—Mi nombre es Sir. Charlie Jackson III. ¿Desearía usted hacer el trabajo de biología conmigo?

Rompo a carcajadas y me doy cuenta de que hace mucho no lo hacía, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que me sentí asi?. Me tomo las puntas de loa falda del uniforme y me inclino como princesa aun riéndome.

—Sería un placer, Sir Charlie—digo con la peor actuación de mi vida, pero no me importa. 

Llegamos a mi casa unos 10 minutos después y yo abro la puerta. Mi madre me espera en la cocina con una sonrisa.

—Espera aqui—le susurro a Charlie y entro.

—Em...¿Mamá?

—¿Qué pasa, cariño?—dice.

—Em...tengo un invitado, tenemos que hacer un trabajo en parejas ¿Está bien?.—su mirada cambia y se pone las manos en sus anchas caderas.

—Christine, ¿Cuántas veces te he dicho que me avises antes de traer a alguien? Ya no tengo opcion pero después hablaremos de esto ¿Ok?

Una vida sin Charlie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora