Una vida sin Charlie

Capítulo 9: Oscuridad

Me quedo sentada en mi cama con la vista perdida en algún punto de la pared. Aún no puedo creer lo que me acaba de decir Hope. Con toda mi alma deseo que sea una broma. 

Pero en el fondo se que no es así.

Me levanto de la cama con mi mente en blanco y como una especie de zombie bajo las escaleras. Cuando estoy a la mitad comienzo a correr hacia el frío aire de invierno. Siento mi alma rota pero no lloro.

No quiero llorar.

Corro y antes de darme cuenta estoy de pie frente a la casa de Charlie. Hay una pequeña cantidad de gente amontonada en la entrada. Veo a varios chicos de mi escuela y en el fondo pienso que ninguno de ellos en realidad le conocía.

Me meto en la multitud, pocos notan mi prescencia así que me es fácil llegar a la puerta. Veo a Sheila de pie en el umbral gritándole a la gente que se vaya; tiene los ojos rojos e hinchados y las lágrimas aún corren por sus mejillas.

—¡Larguense! —grita—¡No quiero que nadie se acerque!

Sus desgarradores gritos hacen que me estremezca. Mi mayor temor resulta ser verdad.

Él ya no está.

Corro alejándome de ahí. No sé a donde ir y solo sigo sin rumbo. Llego a un pequeño parque, me siento en un banco y hundo mi rostro en las manos. Pero no lloro. Respiro hondo y miro al cielo.

Grito.

Destrozo mi garganta pero no me importa. Gritando me prometo a mi misma no volver a cometer el mismo error dos veces. Me prometo que voy a cargar con la culpa hasta que ya no pueda soportarla. Siento mi vida salir de mi cuerpo y mi promesa se fija en mi corazon.

No volverán a verme llorar.

Llego a mi casa media hora después y mi madre me espera en la puerta. Al verla siento que esto es lo único que puede empeorar mi ánimo. Sé que me espera una reprimenda y me acerco a ella con la cabeza gacha.

—Christine... —dice y yo me detengo esperando los gritos. Pero no llegan. En cambio siento sus brazos rodearme en un abrazo; ella es mucho mas alta que yo por lo que mi rostro queda en su pecho—. Ya lo supe. Puedes llorar si quieres.

Me abrazo a ella y niego con la cabeza.

—No lo haré. —digo y ella acaricia mi cabello con suavidad. Es raro verla tan cariñosa.

—Tienes que dejarlo salir todo, hija —dice con voz dulce—. No puedes guardarte el dolor.

Si, si puedo.

—No voy a llorar, mamá. No quiero hacerlo.

Me separo de ella y entro a la casa sin siquiera mirarla. Ella se queda confundida un momento pero me digo que no quiero que siga diciéndome que debo llorar.

Subo a mi cuarto y me encierro en el baño, sentándome en una esquina. Respiro hondo varias veces y me quedo con la vista fija en un punto muerto.

Luego de un rato salgo y me acuesto en la cama. Los recuerdos del día de mi cumpleaños vienen a mi mente e imagino a Charlie a mi lado de nuevo, salvándome de la oscuridad y me quedo dormida.

Me despierto con la luz en mi cara y por una vez no me molesta asi que solo me levanto. Me lavo la cara y me doy una ducha, hoy tengo que ir a la escuela y ver a Tom y a Hope. Me visto y bajo.

Mi madre me sonríe y yo se la devuelvo de la manera más falsa posible y parece creerselo.

Tal vez Charlie me enseñó algo después de todo.

Llego a la escuela cinco minutos después y escucho los susurros de la gente cuchicheando sobre lo que le pasó a Charlie. No miro a nadie y solo subo a mi clase sin importarme si ha sonado la campana o no. Entro y veo a Hope dentro, sentada al fondo. No hay rastro de Tom y creo que es mejor así.

—Hope... —digo y ella levanta la vista; sus ojos están rojos y es obvio que ha llorado pero aun así me dedica una sonrisa torcida.

Se levanta y me abraza, su rostro queda en mi cuello y puedo oler su negro cabello. Siento que mi remera se humedece y sé que está llorando.

Pero aún no voy a llorar.

—¿Estás bien? —me pregunta ella sin mirarme y yo me limito a asentir. Debo ser fuerte por ellos.

La separo un poco y le sonrío.

Se que estoy mientiendole pero no quiero que sepa que estoy mal.

Todo es negro en mi corazón y así es como comienzo a fingir.

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Hola babeeees. Nuevo cap. Lloren bitches!!! Nah mentira solo espero que les guste n.n

quiero darle gracias a una amiga que me ha acompañado desde el principio de esta historia: @mariamilagrosf

Te adoro nena >w<

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