| prologue |

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¿Qué se supone que es ser normal? ¿A qué se refieren cuando dicen que una persona es anormal? ¿El querer cosas diferentes te hace un anormal? ¿El ser distinto es ser anormal? ¿El no ir junto con la corriente es anormal? ¿Qué se supone que es la normalidad? Si en el mundo hay razas diferentes, idiomas distintos, cultura variada, ¿cuál es el estándar de normalidad de la que hablan?

Mientras gente muere de hambre, otros en guerra, muchos de frío, hay gente que realmente sufre con las condiciones en las que se encuentra, pero las hay también sufriendo de abuso, porque sus gustos son particulares, porque deciden tacharlos de raritos, y eso los hace diferentes, los anormaliza.

¿Por qué en vez de buscar una solución a todos los problemas que ocurren mundialmente, simplemente señalamos con el dedo y nos burlamos de los demás? ¿Qué nos da el derecho de juzgar a otros? ¿Quiénes somos para criticar? ¿Acaso no todos vivimos en el mismo planeta? Sí, algunos mejor que otros y con más comodidades, pero seguimos respirando el mismo aire, pisamos la misma tierra, tenemos los mismos órganos, sangre por nuestras venas, lloramos, reímos, sentimos, somos seres humanos, cada uno con sus costumbres, sus idiomas, su cultura, su vestimenta, sus gustos, sus habilidades y defectos, entonces... ¿Qué nos hace anormales? ¿El gustar de una persona del mismo sexo? ¿Acaso esa es razón suficiente para aislar y maltratar a las personas? Porque... ¿Una chica se enamora de otra chica? Porque... ¿Un chico prefiere formar una familia con otro chico? ¿Qué nos da el derecho de juzgar la sexualidad de los otros?

El mundo sufre demasiadas amenazas y crisis, ya bastantes problemas hay como para sumarle más. No deberíamos de juzgar al libro por su portada, porque al señalar a una persona y marcarla como blanco de burlas y abusos, no nos hace mejores, nos convierte en monstruos que disfrutan del sufrimiento ajeno, nos denigra a criaturas salvajes que no son mejor que un insecto, y eso es ofensivo para el pobre insecto.

¿Por qué en vez de hundirnos más y más en la tormenta, no simplemente estiramos la mano y ayudamos a todos a sobrevivir? No, porque el ser humano es egoísta, ambicioso, se deja llevar por la oscuridad de su corazón, la oscuridad que consume su interior.

Vivimos en una falsa sociedad, dirigida por el consumismo e imitación. Para sobrevivir, parece que uno debe ser muñeco de los altos mandos, sonreír falsamente y arrodillarse ante ellos. Lo es así en todos lados, en la política, en la secundaria, en el trabajo, en la vida, todo nuestro entorno es un falso artificial que actúa para complacer a los más fuertes; se alimentan de los más débiles, su orgullo crece con cada persona en sufrimiento.

¿Tú qué harás? ¿Pretenderás ser un ciego más de la sociedad, o intentarás luchar contra el falso artificial? Porque en el mundo hay miles de millones de débiles esperando ser protegidos, pero no lo pueden lograr solos, el huir constantemente de lo que les hace mal, padecer abusos y sufrimientos, no pueden escapar por la eternidad, es por eso que tú, como alto mando, deberías de hacer algo al respecto, no lo sé, estirar tu mano y ayudarlos a salir de la tormenta para que no se ahoguen, pero claro, como si les fuera a interesar eso, ¿verdad? Entonces aquí es cuando llegamos al punto del fin.

¿Qué es el fin? ¿Terminar con todo el malestar del falso artificial? ¿Comprender que algún día todos llegaremos al final? Podría ser, ya que todos moriremos alguna vez, pero el fin del falso artificial, es algo un poco más complejo, y es aquí cuando entra en juego el suicidio. La palabra del mal según nuestra bella sociedad. ¿Por qué creen que se genera el suicidio? Es por el malestar del falso artificial, es el fin al que aquellas víctimas quieren llegar, en un punto de inflexión donde solo pueden acabar con su dolor, olvidar que son unos monstruos, porque es la sociedad quienes nos hace sentir así, monstruos, monstruos anormales que no siguen con las expectativas de los altos mandos del falso artificial, gente que solo puede ser la basura de nuestro entorno, entonces desesperados, por hacer algo bien en sus vidas, encuentran el fin al que el falso artificial los obliga a ir.

Entonces lo preguntaré una vez más, ¿es qué tú sabiendo todo esto no piensas frenarlo? ¿Seguirás con la venda en los ojos mientras la tasa de suicidio sigue aumentando con el tiempo? ¿Podrás tener la conciencia limpia al saber que quizás es tu pariente quién ha encontrado el fin debido al falso artificial? La gente suele ser tan hipócrita que para ganar un puesto en lo alto, se colocarían una máscara de frialdad y arrancarían sus ojos para quedar aún más ciegos de lo que ya son. Sin sentimientos, sin arrepentimiento, ni culpa de lo que sucedió.

Yo simplemente no puedo permitir eso, es por ello que hoy aquí me encuentro escribiendo éste libro titulado, «Falso Artificial», lo que leerán más adelante, son fehacientes hechos de lo tan jodida que está la actualidad, lo que nos espera en un futuro y lo que ocurrirá. Soy el Licenciado Kim JongHyun, con mi teoría de psicología de la actual sociedad. Más adelante analizaremos en detalle todo lo que acaban de leer, abran sus mentes y prepárense para entrar en un mundo que les helará la piel.

TaeMin mordía su labio pese avanzaba con la lectura, había encontrado de pura casualidad aquel libro de psicología en la estantería de su madre, al parecer ésta era fan del Licenciado Kim, por lo que tenía cada uno de los libros que el muchacho había publicado, era sorprendente su fanatismo. Pero lo que más le había llamado la atención, había sido la reseña del libro que actualmente leía.

"¿Crees que la sociedad es el comienzo del problema? Yo creo que las personas que escalan en ella son el desencadenante de todo. El falso artificial es el que nos impulsa hacia el fin. ¡Abre tus ojos de una vez, no permitas que lo peor siga ocurriendo! Un análisis de la actual sociedad; con cada caso que leas, tu piel se helará."

Aquella reseña le había resultado tan curiosa, que ahora se encontraba tirado en el suelo con lágrimas en sus ojos leyendo aquel libro que muchos adolescentes de su edad no lograrían entender. Pero no era el caso de TaeMin, porque a pesar de todo, el chico era un genio, y podría lograr grandes cambios, sino fuera por su anormal orientación sexual. Era gay. Y por más que quisiera, no podía salir de su ropero homosexual, y se debía a, como el Licenciado Kim lo llamaba, el falso artificial. Era realmente duro no poder ser libre de elegir sus gustos. Le resultaba repugnante tener que tolerar los coqueteos e insinuaciones de las chicas, podía tolerarlos de algunas, pero los de las zorras eran simplemente repugnantes, le revolvían el estómago.

Realmente no estaba feliz consigo mismo, quería llorar y quería reír, se sentía tan hipócrita para con él, es decir, quería ser libre, pero sentía que las esposas en sus manos no lo dejarían jamás. Y no solo eso, el dolor que llevaba dentro iba en aumento día a día, y es que desde hacía ya tres años que se había enamorado de su mejor amigo, ¿cómo era posible? ¿Por qué su corazón estúpido había caído flechado ante la única persona que no podría enfrentar jamás? Y es que JongIn no era todo genial y la buena persona que aparentaba, no, al contrario, TaeMin conocía bien la personalidad del muchacho y era sumamente retorcida y desagradable, porque estaba seguro que al ser su mejor amigo estaba a salvo, pero si éste se enteraba que tenía sentimientos hacia él, le haría la vida tan imposible, al igual si supiera que era gay.

TaeMin suspiró y negó con su cabeza. Había podido guardar ambos secretos desde sus 13 años, ahora que poseía 16, no sería tan idiota ni descuidado, todo seguiría como de costumbre, todo sería como siempre lo fue, una sonrisa fingida, falsos sentimientos hacia alguna chica para aparentar y una máscara de hipocresía que día a día crecía y crecía, haciendo más pesada la mochila que el chico cargaba.

HomophobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora