| chapter two |

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—¡Vete con la otra zorra!— gritó la mujer tirando un jarrón de cristal al suelo.

—¡Pagarás tú, ese jarrón era costoso!— protestó molesto su esposo.

—¡Me importa muy poco si cuesta caro o no!— la mujer esta vez rompió un cenicero.

—¡CÁLMATE!— el marido ya molesto empujó a la esposa contra la pared y le propinó un golpe en la cara.

—¿Está bien qué esté aquí?— preguntó algo preocupado el más alto al moreno. —Digo, ¿No deberías intervenir?

—SeHun.— bufó molesto JongIn. —Déjalos en paz, es así desde que yo soy pequeño.— agregó mientras tranquilamente encendía un cigarrillo y comenzaba a fumar. —No hay nada que pueda hacer, una vez intenté intervenir y terminé en el hospital, desde ese entonces decidí hacer mi vida y poco me interesa la de ellos.— agregó mientras tiraba el humo hacia el techo.

—Kai, tú...

—Callate.— cortó el moreno.

SeHun no volvió a decir palabra alguna, era consciente de que si el moreno se enojaba, podría violentarse y atacarlo al igual que con TaeMin. Porque si, había presenciado como el de piel oscura le propinaba una paliza a su hyung y como luego se autolesionaba solo para inventar una historia de rescate.

El silencio entre ambos chicos era tenso, podía palparse la tensión en el ambiente. JongIn fue el primero en romper el silencio al quejarse de su corte en el labio y pequeño golpe bajo su ojo, ya estaban prácticamente sanados, pero aún le molestaba un poco.

—Recuérdame cómo te hiciste eso en la cara.— susurró SeHun.

—Al estúpido de TaeMin lo atacaron unos pandilleros y como justo pasaba por allí, me arrojé a luchar con ellos.— se quejó el moreno. —Espero que Baek haga milagros con su maquillaje para la reunión.— bramó.

El pequeño de estatura había asegurado que haría magia sobre su rostro con su maquillaje. Kai nunca supo como ese pequeño maricón había entrado al grupo, pero en momentos como esos, a pocas horas de la reunión con las chicas, agradecía que alguien como Baek formara parte del grupo.

—No entiendo por qué te metes en sus asuntos.— se animó a decir el más alto. SeHun bien sabía que tentaba su suerte y el moreno quizás sospecharía, pero debía arriesgarse.

—¿A qué te refieres?— cuestionó el contrario alzando una ceja.

—Es decir, entiendo que sean amigos de la infancia y todo eso, pero Kai, Taem y...

—No le digas así, es Lee para ti.— cortó el moreno molesto. No toleraba que otra persona que no fuese él, llamara a su amigo de esa manera, es más, simplemente le molestaba que otra persona dijese su nombre.

—Lee.— se corrigió SeHun algo impresionado por la reacción del mayor. —Mi punto es que ambos son demasiado distintos y aveces pareciera como si tú obligaras a Ta... a Lee, a hacer cosas que no quiere. Deberías dejarlo en paz de una vez por todas, Kai.— explicó el más alto.

—Tu opinión no tiene nada que ver con el hecho de que haya ayudado o no a Taem.— remarcó el nombre del chico posesivamente, haciendo que a SeHun se le erizara la piel. —Simplemente pasaba por ahí, y agradece que lo hacía, sino Taem podría estar herido, aún más.— nuevamente abrazó posesivamente el nombre del contrario al decirlo. 

SeHun no solo estaba sorprendido por eso, sino también porque no lograba descifrar si su amigo era muy buen mentiroso, o realmente se creía su cuento chino. 

El timbre sonó, irrumpiendo cualquier continuación de la charla. Kai bufó y se dirigió a atender, de seguro era BaekHyun, ya se estaba tardando.

HomophobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora