| epilogue |

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Después de tanta polémica y tanto debate, el gobierno ha decidido aprobar la ley LGBT, la cuál indica que no importa el género, orientación sexual o inclinación, todos tenemos los mismos derechos. Será difícil que toda la sociedad abra su mente, esto es debido a todos los años de conservacionismo que ha habido. Hoy es un paso importante para Corea del Sur, dejar a un lado las ideas clásicas sobre las relaciones heterosexuales y el comportarse según su género, pero con el tiempo todos podremos adaptarnos, por una comunidad más abierta, porque toda la gente pueda expresarse libremente. Hasta aquí el comunicado de hoy, nos vemos luego de los comercia...— el moreno apagó el televisor.

—Lo logramos pequeño, luego de todos estos años de lucha, al fin se aprobó la ley, también podremos casarnos, ¿Eh, qué dices? Mi TaeMinnie, mi Taem, solo mio...— susurró.

JongIn había sido obstinado toda su vida, y no fue hasta que terminó de destrozar con sus propias manos a su hyung, que abrió los ojos. En la actualidad tenía una mentalidad más abierta, lo que le llevó a estudiar leyes y batallar durante casi quince años, por la ley LGTB, la cual finalmente había sido aprobada.

El moreno sonrió genuinamente al ver el rostro pálido de TaeMin. Estiró su mano y acarició tiernamente su helada mejilla, su pulgar viajó por esos carnosos y fríos labios, una sensación tan irreal. Quería sentir el verdadero calor de su hyung, no la porcelana de una réplica exacta de él.

Habían pasado ya veintiséis años desde la muerte de su mejor amigo, y no había un solo día que no se culpara de ello. Mortificado con una cadena en el cuello, recordando siempre aquel “te perdono”, en aquella carta. Las últimas palabras de su TaeMin, la persona que a pesar de haber sufrido tanto, le había perdonado antes de marcharse.

—Lo siento, hyung.— la voz quebrada del moreno llenó aquella habitación. Sollozó lastimeramente mientras se aferraba a aquel pedazo de porcelana.

Aún recordaba el fatídico día como si hubiera ocurrido cinco minutos atrás... Como si hubiese sido hacía unos instantes...

El moreno se había marchado luego de violar a su amigo. Necesitaba aire, despejar su mente.

—Mierda, ¿Q hice?gritó desesperado.

El alcohol y la hierba habían abandonado hasta la última célula de su cuerpo. Por lo que estaba más que consciente de que había abusado de su amigo. Eso no era lo que quería, mierda, no podía negarlo más. Era un puto homofóbico que durante toda su vida había negado sus sentimientos, escondiendo su corazón y sonriendo falsamente para no pensar ni un instante en la posibilidad de que amaba a su amigo. Era consiente de lo posesivo que era con TaeMin, era realmente una bestia. Mierda, todo el tiempo que había creído ser un buen amigo, simplemente lo hizo para negar su atracción hacia el mayor.

HomophobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora