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Los pasillos vacíos de la parte superior del instituto eran el lugar perfecto donde Taehyung podía liberar toda su angustia ahogándose en sus propias lágrimas. Allí, en la fría y desolada esquina de un viejo y deshabitado pasillo, se arrepentía de haber comenzado todo aquello. De haber confesado sus sentimientos por su mejor amigo y hacer que éste terminara hundido en el pozo de desesperación que era su vida con su padre siempre metiendo las narices en todo. Había arruinado la felicidad de Jungkook y por consecuencia se había ganado su odio. Y se lo merecía.

Jungkook jugueteaba con las esquinas de las hojas que decoraban su libreta, mientras dibujaba garabatos en esta. No estaba prestando atención a la clase que estaba impartiendo el profesor, y no es que economía no le interesara en lo más mínimo sino que en su cabeza solo había lugar para una cosa, o mejor dicho, una persona. La única persona que había dedicado cada instante de su vida a él y con quien había compartido los momentos más agradables de sus dieciséis años. Y sí, en su mente solo tendría que haber hueco para Jieun, pero la chica había pasado a segundo plano después de percatarse de que Taehyung era mucho más que un mejor amigo para él. Y por culpa de sus sentimientos erróneos por ek castaño había desencadenado una serie interminable de terribles sucesos en su vida. Ahora, su padre le golpeaba y castigaba, su novia estaba embarazada de un bebé que no era suyo, y para colmo, alejó a Taehyung por decirle dos palabras que realmente no sentía. ¿"Te odio"? ¿Cómo iba a odiarle? ¿Acaso había sido eso lo que cambió todo de golpe, o es que el castaño ya estaba hartándose de él desde tiempo atrás y por eso simplemente se alejó?
Intentó no pensar demasiado en ello y centrarse en lo mucho que Taehyung decía quererle, por mucho que le costara pensar en eso cuando todo a su alrededor le demostraba lo contrario.

Al finalizar la clase comenzó a recoger sus cosas y salió a paso lento. Rio amargamente por la ironía de la situación: estaba enamorado y era recíproco. ¿Por qué, por una vez en su vida, no podía salir todo bien? Ah, claro, porque tenía novia...y todo un futuro planeado a su lado. Rodó los ojos y bufó exasperado, todo estaba siendo demasiado peso para soportar sobre sus hombros.

— ¡Hey, Jeon! — El pelinegro se dio la vuelta extrañado. Esa voz se le hacía conocida. — ¿Has visto a Taehyung? — Preguntó Jimin apoyándose sobre sus rodillas tras correr por casi todo el pasillo para llegar a él. Jungkook negó con la cabeza y las únicas dos neuronas de su cerebro conectaron, relacionando a Jimin con Taehyung. Sí, lo recordaba. Por lo que sabía era amigo de Taehyung y era el chico con el que se besó aquella vez en el parque. Todavía se odiaba al recordar todo el asco que fingió que le daba aquel suceso y lo mal que hizo sentir a Taehyung, pues se negaba a admitir los celos que sintió en ese instante y las ganas que tenía de haber sido él quien estuviera en el puesto de Jimin. En aquel tiempo la vida de Jeon Jungkook estaba ordenada y pacífica. Nada se salía de sus casillas y todo estaba a su favor...hasta que aparecieron sus malditos sentimientos por Taehyung.

— ¿En serio no le has visto? Dijo que faltaría las primeras horas. Tenía que ir al centro psicológico o algo así...— Musitó más para sí mismo que para el pelinegro, por lo que no se percató del desconcierto en el rostro de Jungkook al percatarse de aquel dato sobre su mejor amigo.— Pero dijo que volvería para las siguientes clases, y no lo vi en todo el día.— Suspiró, dejando sus pequeños hombros caer y formando un tierno puchero en sus labios. Iba a seguir hablando cuando, de pronto, su teléfono vibró en el bolsillo de su pantalón de uniforme.

— ¿Sí? ¿Tae?

J-Jimin...¿saliste de clase? — La voz al otro lado de la línea se escuchaba rota y mucosa, como si hubiera estado llorando por horas, y efectivamente, Jimin se dio cuenta de ello.

— Hey, Taehyungie, ¿estás bien? — Preguntó preocupado el rubio. Jungkook, al lado de Jimin, escuchaba toda la conversación y tuvo ganas de salir corriendo a donde fuera que estuviera el castaño, abrazarlo y consolarlo, disculparse hasta que el mayor realmente se diera cuenta de que cada "perdón" lo decía en serio.

Te necesito...— Sorbió por la nariz.— ¿Podrías venir?

— Claro, ¿dónde estás? — El rubio ya se encontraba buscando con la mirada por todas partes, tratando de visualizar al castaño.

En el último piso. El que está en desuso.

— Está bien, voy enseguida.

Gracias.— Musitó antes de colgar.

Jimin miró al pelinegro que había sido testigo de toda la conversación. Una mueca triste se hizo presente en el tierno rostro de Jimin al saber el mal estado en el que se encontraba su amigo.

— Puedes irte a casa. Yo iré con él.— Dijo decidido ya haciendo su camino hacia las escaleras. Jimin quiso detenerle pero no le dio tiempo, ya que pronto el pelinegro comenzó a correr, desapareciendo en la esquina.

Suspiró con pesar mientras se conectaba a internet para enviarle un mensaje a Taehyung, informándole de que Jungkook se había empeñado en acudir a su llamado y no le había quedado otra opción que irse a casa. No pudo evitar quedarse un poco preocupado, pero de todas formas, Jungkook era su mejor amigo. ¿Quién podría serle de mejor ayuda que él? Al fin y al cabo Jimin era solo uno más, y era consciente de que Taehyung siempre pondría al pelinegro por delante de él.

Jimin siempre sería un cero a la izquierda en la vida de todo el mundo. Así se lo demostró la discusión que tuvo contra Yoongi hace poco debido al extraño comportamiento del peliazul últimamente. Jimin se cansó de aguantar la distancia que intentaba poner el mayor entre ellos, e inició una disputa típica de un celoso. También le hundió la actitud de Seokjin desde hace unos días, justo después de la fiesta en casa de Yoongi, cuando dejó de hablarle sin motivo alguno. No podía negar lo mucho que le había impactado aquello por parte del mayor, quien siempre le había cuidado como a un hermano, pero Taehyung no tenía por qué enterarse de los problemas que ocupaban su mente. No tenía por qué saber que se sentía solo y desplazado. No tenía que saber que estaba con un pie aquí y el otro al borde del precipicio. Él estaría para Taehyung hasta que él quisiera echarlo de su vida.

Holaaa! ¿Cómo están hoy? Espero que tengan un día maravilloso mis cielos

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Holaaa! ¿Cómo están hoy? Espero que tengan un día maravilloso mis cielos. Yo pude sacar mis entradas para ver a Blackpink en mi país wjkdjedknkd tengo un muy buen lugar y me hizo mucha ilusión darle la sorpresa a mi novia, ya que yo le había dicho que no íbamos a poder ir. Fue realmente un caos conseguirlas ya que hoy tenía dos exámenes y no podía faltar mucho a clase, ¡pero ya las tengo y estoy muy feliz!

Aaaah, siento venir a contarles estas cosas realmente. Sé que vienen aquí por mis historias y no por lo que les explico pero igual me hace ilusión.

Bueh, este capítulo es bastante relleno pero creo que es necesario para comprender un poco más la trama y los personajes. Estoy muy feliz ya que últimamente esta historia está teniendo mucho exito y realmente amo leer los comentarios.

¡Tengan un buen día!

— yudus

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora