POR SIEMPRE MÍO (YAOI/M-PREG)

CAP 6: HERIDO

—¡Ngh!

—Aún estás...¡Ngh!...tan apretado.

Luego de un tiempo surgieron sonidos húmedos desde mi cuarto.

Demián se apegó a mi espalda y no dejaba de susurrar a mi oído comentarios obscenos.

La posición actual era muy vergonzosa, le di la espalda y el se apoyó de mis caderas para penetrarme con fuerza.

Está situación había comenzado desde hace más de 15 minutos, no recordaba con exactitud, luego de que mamá se fuera me ordenó llevarlo a mi cuarto.

—¡Agh! ¡Y-Ya basta!

Mis glúteos estaban en lo alto siendo golpeados por un trozo de carne y sus dedos se deslizaron recorriendo mi cuerpo desde mi cadera hacia los pezones.

Los tomó entre sus dedos y dió apretones y estirones constantes en cada uno de ellos.

—E-eso no...¡Ngh!

Poco a poco el inexplorado mundo sexual se volvió transparente, después de todo, comencé a conocer mi propio cuerpo y de las sensaciones extrañas que me brindaban, aprendí que existen partes que me hacían sentir bien, mi cuerpo disfrutaba cuando Demián me tocaba y provocaba ese placer extraño pero agradable.

—¡Ngh! ¡Me encanta!

Sin darme cuenta comencé a perderme en el dominio de los placeres que esté hombre formó y me arrastró.

Mientras lo hacíamos no solamente me decía palabras sucias, realmente comenzó a preguntarme acerca de lo que me gustaba, tal vez fue en caso de que mamá preguntara.

—Para ¡Ngh!.

En cortos momentos recuperaba el juicio y era cuando pensaba en las terribles consecuencias si alguien se enteraba, esta casa pertenecía a mi madre.

—¡Maldición! ¡Ngh! ¡Decidete!

Los gemidos de Demián eran más roncos y sutiles a diferencia de los míos, la experiencia que tenía se notaba en el control tanto de su voz como de sus movimientos, anteriormente ¿Con cuántas parejas había estado?

—Te gusta cuando te follo, ¿Por qué parar?

No mentía, mi cuerpo me traicionaba, me encantaba cuando su pene se hundía y provocaba una sensación sublime de que me llenaba algo grande.

—¡Ah!

—¡Ngh!

Gemimos al mismo tiempo cuando llegamos al orgasmo, él me llenó por completo y mis entrañas se retorcían con emoción buscando mantener la sensación caliente y espesa de su semen e inconscientemente apreté su falo para que no me dejara.

—M-Muy bien.

Entre su respiración agitada percibí una emoción satisfecha a mis espaldas.

— ¡N-No!

Mientras disfrutaba del recién orgasmo y trataba de respirar, él se retiró de mi cuerpo, entonces la sensación placentera se cortó bruscamente.

—No salgas por favor.

Fingió no oírme y se levantó de la cama.

—Me encantaría estar ahí todo el tiempo, pero ahora es imposible.

Recogió sus cosas y se acomodó su costoso traje negro, mientras tanto recuperé el sentido avergonzado.

Tomé mi sábana y cubrí mi cuerpo, en el proceso observé las nuevas marcas oscuras que aparecieron, se volvió difícil tener que cubrirlas.