CAP 7: PROBLEMAS

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Un mes después...


Luego de "eso" las cosas con Demián se descontrolaron.

Con el pasar de los días se tornaba más violento. Ante ello, con la intención de protegerme, trataba de comportarme lo más sumiso posible y evadir una cantidad de golpes. Durante el transcurso del mes los intercambios sexuales ocurrieron con mucha frecuencia. Principalmente, su casa fue testigo de varios escenarios sexuales.

Con n el tiempo el miedo y la culpa me consumieron, la escuela ya no me era tan importante, incluso la comida que llegaba a mi estómago disminuyó al punto que comencé a perder peso. Demián era indiferente a lo que me pasaba, en cada encuentro era brusco, el placer que en un principio llegué a sentir se extinguió.

Posiblemente, en un intento de aliviar la carga de mi cuerpo, él me entregaba una variedad de regalos, llegué a pensar que era una forma de disculparse indirectamente. Pero entonces, cuando llegaba el momento de tocarme, nada cambiaba, solo él se encargaba de disfrutar del acto.

En el transcurso del mes obtuve una nueva computadora, un celular y una tableta. Por supuesto, en un inicio me negué, pero al final él me obligó a aceptarlos como un pago por "mis servicios".

Lucas y Julián no sabían sobre mi estado y no quería que se enteraran por que aún siendo mis amigos temía por los nuevos problemas que podrían surgir y ante ello, su seguridad estaría comprometida.

—¿Estás mejor?.

—S-si, pero ellos quieren que los espere en la entrada.

—Lucas, quiero que está vez nos vayamos juntos.

—¿Qué? Pero...

—Ya lo sé, estoy cansado de fingir tu existencia y estoy dispuesto a arriesgarme, así que nos iremos juntos hoy.

Un cambio que ocurrió en el mes fue mi forma de ver las cosas. Demián se volvió mi agresor, por primera vez pude entender la situación de Lucas.

Mi amigo siempre era un objeto de burlas y golpes, lamentablemente nunca tuvo el apoyo de nadie, ni su familia pudo detener tales circunstancias. Él se vió envuelto en una soledad y miedo que nunca pudo expresar. El lugar de la víctima es mucho peor que del agresor. Entonces, desde un lugar similar quise dejar de ocultar nuestra conexión.

Si yo no tengo a quien recurrir, al menos mi amigo ya no estaría solo.

Él asintió y guardé las cosas de la enfermería. Evidentemente me colocaría en una posición de peligro, pero me identificaba y no estaba dispuesto a que el maltrato transcurriera como una normalidad,

Lucas no era indestructible.

Tampoco yo.

Mi amigo era un doncel de 3ra clase, 1.70 m, que a pesar de su situación, era una persona muy linda y tierna, un gran amante de la literatura. Lamentablemente, es una víctima de las circunstancias. Ya tenía suficiente con ocultarle mi verdadero yo, así que al menos debería de contarle al mundo que él es mi amigo, se lo debía.








—¿¡Que hiciste qué!?

Me reclamó Julián.

—¿¡Acaso estás loco!? ¡ellos acabarán contigo!

Exaltado se revolvió el pelo con frustración y me miró sin poder creer lo que le decía.

—No me importa, si por eso no quieres hablar conmigo, de acuerdo, ahí lo dejamos.

POR SIEMPRE MÍO (YAOI/M-PREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora