POR SIEMPRE MÍO (YAOI/M-PREG)

CAP 19: CONSECUENCIAS

NARRA ESTEBAN

No puedo moverme...

No puedo respirar...

¿cómo pasó esto?

¿qué rayos hice mal para que me pasara esto?

Al percatarme de la dirección de su intensa mirada, algo en mi interior hizo clip al instante.

Lo más veloz que pude, tomé el pomo de la puerta y tiré de ella para cerrarla.

Y a pocos centímetros antes de que esta misma se cerrara un enorme brazo lo impidió.

—¿qué carajo crees que haces?

Su voz...

Tan calmada pero fría a la vez, esa voz que deseaba olvidar y jamás volver a escuchar; pero estaba más que claro que eso nunca pasaría, no importa cuanto escapara de ella, siempre volvería a oirla.

Las lágrimas al borde de mis azules ojos y ese intenso temor constante, me impedía pensar claro y preciso, no podía captar lo que sucedía.

Como mi instinto materno dictaba, en modo de protección acurruqué a mi pequeño contra mi pequeño pecho y lo abracé con fuerza, sin la más mínima intención de lastimarlo, debía protegerlo a toda costa.

—c-cómo...c-cómo...¿c-cómo es posible?... -mis temblorosas piernas por fin reaccionaron y comenzaron a retroceder lentamente- t-tu no...

— ¿sorprendido? -más sorprendido que nada, su presencia bastaba para sufrir un colapso mental- ¿acaso creías que jamás te alcanzaría? -sereno se introdujo dentro de mi nuevo hogar cerrando la puerta en el proceso, avanzó de la misma manera mientras yo retrocedía, su mirada estaba sobre alguien en especial- al parecer has sabido criar a mi heredero en esta pocilga llena de ratas, ¿cómo te has atrevido a alejarlo de mi?, tenía planes de casarnos cuanto antes, pero huiste cuando te descuidé por un breve momento, recordar eso me enfurece ¿sabes?.

Si ese hombre llegara a tocarme en el estado en el que me encontraba, sería imposible no morir en el momento, su mirada me perforaba cada maldito segundo.

Y en ese instante al llegar al final del pasillo muy cerca de la sala, tomé todo el valor posible para darme vuelta y con mi bebé en brazos iniciar una carrera hacia el piso de arriba, corrí todo lo que mis delgadas piernas me permitían.

—¡detente ahora Esteban! ¡no empeores más las cosas!

Obviamente me seguía, por muy arriesgado que sonara, corrí escaleras arriba, tenía mucho más que solo miedo, no corría solo por mí, una vida más dependía de las decisiones que tomaba.

Tomé el pomo de la primera puerta del segundo piso, tiré de ella y me adentré a la habitación lo más rápido que mi cuerpo me permitió, coloqué el seguro y retrocedí todo lo que pude.

—¡ABRE LA PUTA PUERTA EN ESTE INSTANTE ESTEBAN! ¡SAL DE AHÍ AHORA MISMO! -los fuertes golpes contra la madera y el pomo siendo forzado más los fuertes gritos lograba que mi nerviosismo aumentara- ¡TE ARREPENTIRÁS POR ESTO! ¿¡ME OYES!? ¡TE ARREPENTIRÁS!

Inconsciente me movilicé hasta aquí ¿qué haría ahora? ¿qué paso se me permitía tomar? No estaba preparado para esto.

Mi cabeza estaba hecha nudos, pero solo fue cuestión de segundos donde mis pensamientos se disiparon por el fuerte llanto de un bebé, mi bebé.