Due:
Trabajo nuevo.
Me removi en la cama, buscando su calor. En cuanto le encontré, me acurruque más a su lado. Disfrutando de su compañía, sus brazos no tardaron en rodearme y acercarme aún más a él. No pude evitar sonreír aún con mis ojos cerrados e intenté conciliar el sueño de nuevo. Pero me vi interrumpida, cuando mi rostro comenzó a ser llenado de pequeños besos.
—Bonita, es hora de levantarnos y desayunar —ronronea y por mi parte suelto una risa.
—Sólo cinco minutos más —pedí, para volver a acurrucarme en sus brazos. Le oí reír y os puedo asegurar que comenzó a negar con su cabeza.
—Ya conozco esos cinco minutos más, los cuales se convierten en una hora —me regaña, para luego salir de la cama y tirar de mi pierna para alejarme de las mantas.
Suelto una enorme carcajada e intento volver a refugiarme entre las sábanas. Pero Sebastian me lo impide, acomodandose encima de mí. Besa con ternura la punta de mi nariz y niega con la cabeza ante mi intento de escape.
—Recuerda que empiezas a trabajar hoy —dice y asiento a regañadientes por no poder seguir disfrutando de su calor—. Lo cual sigo sin entender bonita, no necesitas trabajar —se queja cual niño pequeño.
—Ya te lo he explicado un millón de veces cariño, mientras me quedé en casa necesito hacer algo. ¿Y que mejor que un trabajo? —expliqué, para luego depositar un pequeño beso en sus labios.
Mientras estuve en la ciudad, conseguí trabajo para poder mantenerme y así no tener que pedir dinero a mi padre. Me gusta ser independiente y la Universidad me ayudó a seguir siéndolo sin problema alguno.
Pero ahora había regresado a casa y por miedo a que los recuerdos me atormenten, preferí trabajar y así tener mi mente ocupada en algo.
Unos golpes en la puerta de la habitación nos pusieron alerta, pero estallamos en risas al escuchar la advertencia en la voz de mi hermano:
—¡Más vale que quites tus manos de mi hermana, Foxx! O me veré en la obligación de hacerlo yo mismo —y ahí estaban de nuevo, sus celos de hermano mayor.
—Y yo te ayudaré con ello —avisa Dylan, que no sé en qué momento había llegado.
Volvemos a reír sin parar, extrañaba este tipo de amenazas en la ciudad. Había que admitirlo, les había extrañado horrores. Me habían hecho una falta, que ni ellos se imaginan. Pero estaba de regreso y ahora iba a recuperar el tiempo perdido.
He quedado maravillada con la noticia de que Heather será mamá y aún más al saber quién es el padre del bebé. ¿Connor, eh?
Algo había intuido antes de irme a Los Ángeles y sabía que tarde o temprano esos dos terminarían juntos. Y no me había equivocado, mi intuición no falló. Al menos no está vez.—¡Vamos Foxx! ¡Sal de la habitación de una jodida vez! —vocifera mi hermano y Dylan le sigue el rollo.
Maldición.
—¡Ya tengo la edad suficiente para compartir mi cama con mi novio! —avisé, recordándoles que ya no era una niña—, Y ya paren con sus celos. ¡Parecen dos niñitas! —me burle de ambos y no pude evitar reír a carcajada limpia, en cuanto sus quejas se oyeron. Infantiles.
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Revelaciones. #WattysAwards2019
Hombres Lobo«Segundo libro de la Trilogía Alphas» «No es necesario leer el primer libro para comprender este» Cuando Alice creyó que todo había terminado, que ya nada malo podía pasar y que todos los secretos que pertenecían a su entorno habían sido revelados...