El Principe Felino

POR EL BIEN DE TODOS

Estaba durmiendo tranquilamente pero sentía claramente que mi amada Marinette no, abrí mis ojos y lo primero que me recibió fue un golpe que me mando a volar a quien sabe donde de la habitación mientras recuperaba mi apariencia humana, a decir verdad me dolió como no tienen idea, mas eso no me impediría ir con mi dulce amada, sudaba violentamente, su respiración era entrecortada y sus lagrimas no paraban de salir; así que la agarre con firmeza de sus hombros y empecé a llamarla.

-Marinette... Marinette... ¡MARINETTE REACCIONA!- No paso mucho cuando abrió sus ojos todavía alterada.

-¡MIS PADRES!- Grito mientras se levantaba y salia volando fuera del castillo.

Yo no me quede atrás y también sali detrás de ella, fuera lo que le haya sucedido no debió de ser bueno que digamos, volteo para ver quien la estaba siguiendo y al verme solo suspiro por un lapso muy corto y siguió volando. La llamaba para que se detuviera un momento y me mencionara que le sucedía pero nada, solo aceleraba mas a su vuelo;cuando me di cuenta que estabamo cerca del pueblo donde estaban sus padres se podía apreciar que había mucho, pero mucho humo, mi amada Ladybug aceleró mas de lo que ella podía y yo a pesar de estar cansado también empecé a acelerar y llegar lo mas rápido al pueblo.

Pero cuando llegamos ya era tarde, no había fuego y todo estaba cubierto de cenizas... los aldeados se nos acercaron preguntándose porque estábamos los dos en el lugar, cosa que yo también me preguntaba, pero mi amada solo siguió su camino a donde estaba antes el castillo... pues este estaba convertido en escombros... se le podían apreciar las lagrimas asomarse en sus bellos ojos azules y al ver que no había señales de movimiento empezó a gritar los nombres de sus padres... eco... solo se podía escuchar eco... y por varias de mis experiencias... no era buena señal...

-Ladybug...- Dijo uno de los soldados que siempre estaban en la entrada.

-¿Dónde están? ¿Donde están?-

-Tranquila My Lady; soldado, dinos lo que sucedió.- Dije firme aun sin poder creer lo que veian sus ojos.

-Todo fue muy rápido... todo estaba en orden y sin ningún problema hasta que un tipo cubierto por una capa negra llegó... dijo que quería ver a sus majestades...-

-Continúa.-

-Mis compañeros y yo le impedimos el paso y le preguntamos para que los quería ver... en eso el tipo sonrio y dijo que era para quitarlos de su camino... después de eso solo recuerdo llamas por todas partes... gritos por doquier... mis compañeros y yo empezamos a desalojar el castillo...- Decía el soldado a punto de soltar las lagrimas.

-¿Y sus majestades?-

-Ellos... ellos... no pudimos... no pudimos salvarlos... al rey... al rey lo mataron enfrente de todos nosotros...- En eso empezó a llorar.

-¿Y la reina Sabrine?-

-A ella... a ella se la llevó... antes de irse... dijo que... si no se entegaba... el principe o la princesa la... la matara...-

-¿Y solo dijo eso?-

-Dijo que... solo... solo tienen 3 días para decidir... qu-quien de los dos... se entregaria a el... y... lo... lo esperaria en... el castillo... del reino vecino...- No puede ser...

Esto es mi culpa... nunca debí de haber involucrado a la familia de Marinette... debí de alejarla de mi desde un principio... con una gran tristeza nos fuimos del lugar y al poco tiempo de emprender el camino al castillo mi dulce princesa se quedo dormida, solo la agarre entre mis brazos y seguí caminando... ¿Por que tengo que traer desgracias a quienes me rodean? ¿Que culpa tengo yo? Pasado medio dia y llegue con Marinette todavía en mis brazos dormida... sin perder ni un minuto mas entre al castillo para ir a su habitación y dejarla... ya lo he decidido... para que ella sea feliz yo... con cuidado de que nadie me viera o de despertarla la deje sobre su cama y lo mas rápido que pude escribí una carta... principalmente para ella...