FLASHPOINT ─ the flash

vi. getting things right

Lo primero que Barry dijo luego de haber evitado que un hombre robara unas joyas fue: — ¿Cómo pensó que no puedo superar a las balas?

—Ese es el ejemplo de lo que no debes hacer contra Flash —dijo Wally con una sonrisa.

Ambos chicos chocaron las manos.

— ¿Cómo lo vamos a llamar?

— ¿Un apodo? —Preguntó Wally.

—Sí —dijo Barry—, Cisco lo hace con todos. Es el maestro.

Ah, pero Barry estaba tan ensimismado en su burbuja que no se había dado cuenta de la situación actual en su equipo.

Cisco estaba bajo una nube de tristeza, ni siquiera ponía los apodos de los villanos. A este solo lo había nombrado ladrón porque robó cosas y eso hacen los ladrones.

El chico salió del córtex diciendo que debía ir al gimnasio y en el pasillo se cruzó con la mejor amiga de Barry.

—Hola, Cisco.

—Hola, Audrey —dijo él—. ¿Cómo estás?

Ella se encogió de hombros: — ¿Qué hay de ti?

Cisco también se encogió de hombros.

—Debo irme —habló—. Adiós.

—Adiós.

Audrey, cabizbaja, siguió su camino hacia el córtex. Estaba mal. No había dormido bien en lo que parecían años, esta mañana que se levantó tenía ojeras de un color monumentalmente morado; le dolían los ojos de tanto llorar, estaba rota.

—Hola, chicos —dijo la chica.

—Hola, Audrey —habló la dulce voz de Caitlin.

—Audrey —habló Barry con felicidad.

Empezó a caminar hacia su mejor amiga para abrazarla, feliz de estar de regreso en esta línea temporal donde ella sí le hablaba, pero luego su aspecto lo detuvo.

— ¿Auds? —Dijo— Audrey, ¿qué tienes?

—Estás bromeando, ¿no?

— ¿Qué tienes? —Quiso saber Barry—, ¿te corrieron del trabajo? A ver, ¿qué está pasando? ¿Cisco ejercitándose? ¿Audrey...?

No siendo Audrey, pensó.

Caitlin se puso de pie para salir del córtex.

—Barry, tus bromas a veces no son divertidas.

El corredor escarlata frunció el ceño viendo a Caitlin salir del lugar, después Iris dijo que se iría pero Joe la frenó diciéndole que mejor él se iba.

Audrey elevó una ceja y cruzó sus brazos más para abrazarse a sí misma que para otra cosa.

—Oye, Joe. Lo siento —intervino Barry—. Sé que no se hablan en este momento pero pensaba que podemos hablar... ¿por un rato?

Al ver el revuelo que su comentario ocasionó, el superhéroe se alteró.

—No, no podemos —dijo—. Lo siento, es que... lo siento, pensé... no sé. Quizá sea bueno para ustedes poder oírlo en voz alta.

Y Iris le lanzó una pedrada a Joe, haciendo que el hombre se fuera y Wally también para que lo llevara a la universidad, dejando a Barry solo con Audrey y Iris.

—Bueno —dijo su mejor amiga—, creo que me iré. Llámenme si quieren algo. Oh, no, hablé en plural. Barry, llámame si quieren algo.

Al menos Iris seguía cayéndole mal.