FLASHPOINT ─ the flash

vii. paradox

Audrey tenía el presentimiento de que esta cena para reunir al Equipo Flash terminaría en un desastre empezando por el hecho de que ella estaba ayudándole a Barry a planearla, sin embargo no le mencionó nada de esto a su mejor amigo. Barry lucía demasiado entusiasmado ante este plan.

Durante todo el día ambos chicos se habían dedicado a ayudar a Joe a hacer los fideos de la abuela que Iris tanto le insistió a Barry que quería cuando el susodicho literalmente le mintió a los dos para que accedieran a su plan.

Y ahí estaban, todos juntos comiendo la receta de fideos de la abuela West con una gran tensión que tal vez ni siquiera podría cortarse con un cuchillo y por alguna extraña razón Audrey, quien estaba sentada al lado izquierdo de Barry, notaba a su mejor amigo sumamente satisfecho con haber reunido a todos ellos en una misma sala.

—Esto es de lo mejor, ¿no? —Dijo él.

La chica se hundió en su asiento.

—Agradece a la abuela Esther —habló Joe.

—No. Digo, es bueno. Me refería... —Barry volteó a ver a Audrey quien se encogió de hombros— a nosotros. Todos juntos aquí.

Nadie dijo nada. El corredor escarlata volvió a mirar a su mejor amiga en busca de apoyo moral pero en realidad a ella no le apetecía colaborar en estos momentos.

—Estaba pensando que sería divertido salir juntos por unos días. Las vacaciones del Equipo Flash.

Audrey tenía la mirada clavada en su plato pero la alzó un poco para ver a todos los presentes mientras metía más fideos a su boca.

Oh, vaya.

— ¿Y hacer qué? —Le preguntó Iris.

—Fortalecernos. Reconectarnos.

— ¿Quieres decir, como un retiro?

— ¿Con ejercicios de confianza?

—Fracaso épico, un grupo de siete —habló Cisco.

Audrey silbó.

—Y allá va —murmuró para ella misma.

—Siento que ya no somos el equipo que fuimos... o que podemos ser —todos guardaron silencio—. ¿Nadie?

No.

No me veas a mí, no me veas a mí.

— ¿Audrey?

Demonios.

—Eh... sí... yo no... creo que pueda ir con ustedes. Recién me ascendieron al puesto de jefa en la editorial —dijo la chica—. Pero puedo hacer una excepción, supongo.

—Yo me apuntaría —habló Wally.

—Bueno —dijo Barry—. Entonces, además de Wally y posiblemente Audrey ¿soy el único que piensa que es buena idea?

La chica miró al techo con frustración, preguntándose por qué su mejor amigo era tan optimista.

—Creo que Flash no toma vacaciones —dijo Caitlin.

—En especial con esos cascaron por toda la ciudad.

Cierto. El metahumano extraño.

—A todo esto —habló Iris—, me alegra que al fin estés listo para hablar de eso.

—Iris, ya te dije que no puedo hablar sobre este caso.

— ¿En serio? Porque me dijeron otra cosa.