xiv. shadow

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Después de mucho insistir Audrey había logrado que Caitlin fuera a regresarle aquellas mancuernas a Cisco y le dijera la verdad porque se supone que eran mejores amigos así que ahora Audrey estaba sola en la habitación deseando que no le hicieran ...

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Después de mucho insistir Audrey había logrado que Caitlin fuera a regresarle aquellas mancuernas a Cisco y le dijera la verdad porque se supone que eran mejores amigos así que ahora Audrey estaba sola en la habitación deseando que no le hicieran más pruebas cerebrales. Caitlin se había ido no sin antes hacerle prometer a Audrey que no le diría nada a nadie así que ella lo prometió porque tampoco era algo que ella tenía que contar.

Cuando la doctora regresó decidieron que era buena idea que Audrey regresara a trabajar aunque en realidad no le entusiasmaba mucho volver. No sabía si su hermana iba a estar allí todavía o no y no tenía muchas ganas de averiguarlo pero para evitar ser analizada decidió marcharse hasta que la necesitaran de nuevo o incluso hasta que tuviera que verlos en la noche durante la película.

Al entrar a su piso en la editorial todas las miradas se centraron en ella cosa que la hizo suspirar.

—No me digan que Marilyn sigue aquí.

—Se niega a irse —dijo una mujer—. Thalia le gritó y pidió que se fuera pero no quiso.

—Quiere hablar con usted, jefa.

Ella volvió a suspirar y, muy a su pesar empezó a caminar hacia su oficina donde encontró a Marilyn acomodando las cosas que Audrey le había lanzado durante su pelea. La editora aclaró su garganta para llamar la atención de la mujer.

—Audrey.

—Vete de aquí, Marilyn.

—No —dijo su hermana—. No me iré porque tienes razón. Fui egoísta y solo pensé en mi dolor, no se me pasó por la mente que tú habías perdido a tus dos padres.

—Eso ya lo había notado, Marilyn, eres un poco estúpida —habló Audrey—. Ya puedes irte.

—Audrey —repitió Marilyn, usando un tono de voz más fuerte—. No voy a irme.

— ¿Por qué no?

Marilyn no dijo nada por lo que pareció una eternidad pero entonces sus labios empezaron a temblaron, sus ojos se aguaron y llevó su mano hacia su boca para hacer que el sollozo que soltaba sonara más bajo. Lo primero que atinó a hacer Audrey fue a botar su bolsa en una de las sillas que tenía cerca y correr a abrazar a la otra chica quien le correspondió la acción.

FLASHPOINT ─ the flashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora