« 7 Years Of Love »

Break Down

"Cuántas veces ya he caminado todo el camino

Y he vuelto nuevamente

El amor me está haciendo trizas" -Super Junior M

Siempre fui honesta con KyuHyun respecto a quien me caía bien y quién no, pues no era partidaria de la hipocresía sin embargo jamás le hablé sobre lo que pensaba de esa prima suya.

SeulGi era de esas niñas mimadas que creían que con una sonrisa y unos ojos bonitos podría encantar a cualquiera. Quizá a los hombres sí lograba convencer pero yo no me tragaba esa idea. Por ello cuando la vi abalanzarse sobre mi amigo preferí alejarme y regresar a la mesa.

La sorpresa cayó cuando recibí una llamada de JaeHyun y por el ruido de la fiesta me salí de la casa para hablar con más tranquilidad. Lo que me diría quizá no era importante o urgente, sin embargo a mí sí que me interesaba saber cómo quedaría aquel asunto.

Tendría que dar servicio médico a media cantidad de ídolos de la misma S.M. Entertainment. ¿Por qué lo hacía? Honestamente no me interesaba del todo congeniar con esa empresa y menos con el presidente, pero era un gran bono de dinero el que darían y JaeHyun me lo solicitó especialmente a mí, ¿cómo negarme?

Hasta ahí todo iba bien pero cuando noté que KyuHyun no había salido por mí supuse que se estaba divirtiendo con aquella chica.

Me encolericé y como niña chiquita me escapé de allí. Sé que no debí molestarme pero me daban celos como amiga el saber que esa chica sólo intentaba acercarse a KyuHyun en plan de algo más que familia y también para poder conectarse con el mundo artístico.

Me dirigí a mi departamento y tan pronto entré, mis zapatillas salieron volando por toda la sala. Si bien el gusto no me duró demasiado pues un golpe interrumpió mi enojo.

No quería abrir aunque estaba segura de que debía de hacerlo en el momento en que comenzaron a golpear desesperadamente.

—¡Lina! ¡Maldición, sé que estás ahí!

Cielos, ¿por qué KyuHyun me conocía tan bien?

—No me hagas entrar por mi propia cuenta.

Antes que algo sucediese tenía que cambiar el código de seguridad sin embargo sabía que no lo haría así que me dispuse a abrirle. Tan pronto lo hice, entró como rayo.

—Claro, pasa —dije en tono sarcástico, lo cual no lo hizo tentarse el corazón y voltear a verme con enojo—. ¿A qué has venido? ¿Hasta ahora terminaste de hablar con SeulGi? —pregunté con los brazos cruzados y recargándome en la puerta.

—¡No puede ser Lina! —gritó sonando muy exasperado—. ¿Qué ocurre contigo? Primero la bailarina y ahora SeulGi ¿en serio?

Se escuchaba ridículo y me sentía avergonzada pero eso no logró que bajara la guardia y mi compostura no cambió.

—Es decir entiendo lo que me dijiste, que te preocupas y demás... Sin embargo ¿por qué me confundes? ¿Por qué lo haces estando con JaeHyun?

Muy buena pregunta.

Permanecí callada sin saber qué decir.

—¡Porque eres mi mejor amigo y me preocupo por ti! —declaré siendo medianamente sincera—. Y jamás me ha caído bien ella, ya deberías saberlo.

—Pues lo siento, pero no tenías que irte —mencionó acercándose a mí.

Eso era razonable sin embargo mis impulsos fueron mayores minutos antes.