« 7 Years Of Love »

My Only Girl

"Sólo hay una persona que me toca, que abre mi corazón

que me susurra todos los días

Esa persona es mi persona" -Super Junior

Tras que mis padres conocieran a SaEun de improviso el día el concierto, no quedó de otra más que presentar a ambas familias formalmente.

Ese día era un meollo de nervios mi cuerpo, sólo deseaba vomitar hasta el final las mentiras que me cargaba, quería soltar toda la sopa pero estaba seguro de que era la peor de mis ideas.

Sin embargo resultó bastante bien la cena que tuvimos todos juntos. Me sentía más tranquilo y SaEun estaba muy conforme por el resultado.

—Logramos el cometido —mencioné tras despedir a nuestros padres del lujoso restaurante en el que los habíamos citado. Ella asintió regalándome su sonrisa de oreja a oreja—. ¿Qué sigue en la lista?

—Comprar un vestido —respondió con una emoción bastante notable.

Yo reí y asentí, sí eso era lo que ella deseaba, la apoyaba.

—Fuera de broma, mañana he hecho una cita con Lina, ya pasó un mes desde la última visita y ahora tú irás conmigo.

Hace bastante tiempo que no tenía señales de su vida. Por lo que sabía, KyuHyun estaba molesto con ella, no tenía idea del porqué ni tampoco los demás miembros. Pero la idea de verla siempre me emocionaba, aunque estaba seguro de que lo nuestro no volvería a suceder ni en sueños.

—Por favor SungMin, tú dijiste que tuvo problemas con KyuHyun y ella se escuchó bastante emocionada cuando le dije que iríamos —explicó con ojos suplicantes.

—Bien, si eso es lo que quieres —dije dudoso y accedí a ello.

«¿Debería decirle a KyuHyun que iría a verla?» me pregunté durante todo el camino de regreso a los dormitorios desde la casa de SaEun. Le prometí estar lejos de ella pero el saber que no estaba bien su relación me hacía pensar en que quizá él quisiera decirle algo o no sé, al menos darle sus saludos.

Me decidí por contarle sin embargo su actitud me sorprendió bastante.

—Con saber que sigue viva y saludable me basta —respondió sin levantar la mirada del computador—. No soy idiota SungMin —añadió con desdén—. Siempre cuidaré de ella, no soy tan bruto como para no estar al tanto de que llega a casa y que a la mañana siguiente llega a salvo al trabajo. Una pelea no me va a privar de hacer eso.

Aunque no me dejó del todo tranquilo, no podía pedir más.

A la mañana siguiente me estaba alistando para ir a desayunar con SaEun e irnos directo al hospital.

El ambiente en el dormitorio cambio drásticamente, el muerto en vida había dejado de ser yo para ser KyuHyun. Y por supuesto que lo era, a las once de la mañana seguía en su cama fingiendo estar dormido.

—Ya me voy KyuHyun, te vuelvo a preguntar ¿quieres mandarle a decir algo? —pregunté antes de salir por el umbral de nuestra habitación.

Él no respondió y por ende salí de allí dando un portazo triunfal.

Los demás ya estaban despiertos, conversando amenamente en el comedor y en la sala, me despedí de ellos y les pedí algo que no usábamos desde hace unos años.

—Échenle agua a KyuHyun, si les pregunta, yo tuve la culpa —les dije a todos antes de salir de la casa.

Cuando estaba a solas con SaEun y veía todo el empeño que ponía a nuestra relación, me cuestionaba si realmente estaba en lo correcto, y siempre llegaba a la misma conclusión. La quería y no me atrevía a abandonarla a su suerte, era una persona que llegó para quedarse.