« 7 Years Of Love »

My Love, My Kiss, My Heart

"El resto del mundo es el mismo

Pero si miro alrededor, no estás tú 

Perdiéndote, perdiendo todo es algo

que no se puede corregir"  -Super Junior K.R.Y.

Mi cuerpo sintió un alivio cuando SungMin apareció, me sentí protegida y muy aliviada cuando escuché que la sentencia mantendría lejos a JaeHyun. Pero decidí olvidar todo lo demás y concentrarme en que todo estaba bajo control ahora que me encontraba en casa tomando un chocolate caliente que SaEun se propuso a prepararme.

—Ya estará lejos de ti —me sonrió desde el otro lado de la mesa.

—Lamento no haber terminado la cita con ustedes, mañana arreglaré en el trabajo mi situación y a ver qué sucede —expliqué con voz queda bebiendo mi taza de chocolate.

—Descuida, supongo que toda esta situación con JaeHyun te afectó demasiado y lo entiendo pero...

—Me afecta más no saber nada de KyuHyun —susurré con la mirada fija en el infinito.

A pesar de todo aquello era lo que me afectaba principalmente, aún lo necesitaba y aunque SungMin hubiese estado conmigo en el momento más complicado, KyuHyun era uno de mis mayores soportes y no estaba conmigo.

—Lina, sobre eso... —murmuró y aunque me llamó la atención, permanecí estática en mi lugar—. Sé que no le quieres decir nada a SungMin pero creo que es lo más conveniente después de esto.

—Pero si le digo...

—Lo sé, por eso necesito pedirte un favor.

Volteé mí mirada a ella, que me miraba anticipante pero seria. No entendía su punto ni el fin de su plática pero era sobre el secreto que aún guardaba ante SungMin y eso atrapó mi atención totalmente.

—Quizá suene loco y descabellado pero necesito que le digas la verdad a SungMin —susurró viéndome a los ojos. Yo la miré sorprendida pero ella continuó—. ¿Sabes? No le he pedido ninguna prueba de amor a SungMin, sin embargo que él sepa la verdad con anticipación y aún quiera casarse conmigo, será suficiente para mí.

Ahora captaba su idea, la cual me parecía una total locura no obstante su mirada y su voz denotaban bastante firmeza, lo que permitía pensar que hablaba en serio.

No podía hacer eso ¿o sí? Antes de que fuese a responder, ella continuó.

—Necesito que lo hagas, y él necesita saber la verdad después de todo ¿no?

—Pero SaEun...

—Sé lo que puede conllevar, que él explote, que me deje en el altar inclusive.

—Lo haré y eso no sucederá —aseguré con una sonrisa—. SungMin te quiere y él hará lo correcto porque te quiere, no por responsabilidad sino porque te ama —la miré a los ojos mientras declaraba honestamente mis pensamientos.

Ella sonrió de lado y aunque parecía satisfecha, no lo lucía al cien por ciento.

—SungMin me quiso de una manera distinta, sí, eso es lógico porque hablamos de edades distintas, tiempos distintos —declaré con voz queda—. Pero ¿con quién rehízo su vida? Contigo, y nada menos porque le vas a dar el mejor de los regalos —acerté con una sonrisa.

—Gracias Lina —sonrió de oreja a oreja y la noté mucho más conforme—. Oye, ahora quiero un favor como amiga.

«¿Éramos amigas?» me pregunté, sin embargo le presté atención y la escuché atentamente.