"Con tu lenta vos di algo.
Algo especial en mi oído, habla bajo".Todo era igual desde hace años, convivía con el mismo estereotipo de personas, sólo las caras eran distintias al igual que los idiomas; pero al hablar, siempre tocaban el mismo tema: lo bien que había salido la presentación, la buena interpretación de los principales, etc. ¿Era tan difícil entender que para eso había estudiado? Era a causa de eso que consideraba tan tontos al resto, jamás le decían algo que no supiera y para no perder la costumbre, buscaba a Emmet cada vez que alguien cortaba la conversación.
— Sería mejor si éste tipo de eventos comenzara a organizarlos tu familia en algún tipo de after ¿sabes? —murmuró el moreno que tomaba al médico por la muñeca para acercarlo a su cuerpo con un abrazao en el primer espacio libre de gente que encontró, porque sólo en esos pequeños ratos era capaz de estar con él y conversar como el par de adultos que eran, no como los animales que solían ser al estar completamente a solas— Al menos no estaría tan aburrido.
—¿No? ¿Qué estarías haciendo? -murmuró el joven médico mientras le envolvía la cintura respetuosamente con la intención de mantenerlo cerca— No creo que estuvieras sentado en alguna de las mesas simplemente degustando una margarita, HakYeon. Te conozco lo suficiente para saber lo coqueto que eres.
El moreno simplemente soltó una risa entre dientes que reparó en el cuello de Emmet cuando acomodaba el rostro contra su hombro. De vez en cuando solía ser otro tipo de persona con él, alguien humano con la libertad de dejarse querer, aunque el psiquiatra tendiera a calificarlo como "la necesidad del hombre por la convivencia con la sociedad", quitando todo el panorama romántico que el bailarín pudiera encontrar en sus caricias y besos esporádicamente afectuoso.
— El problema de "mi coquetería", Emmet, es que no es para cualquiera. Yo no coqueteo para ver quién se acerca primero, sino para que se acerque la persona específicamente que yo quiero —explicó con arrogancia acercando sus labios a la comisura de los ajenos, con esa mirada que el castaño conocía perfectamente a través de los años—. Deberías saberlo, cariño. Después de todo, llevo ya demasiado tiempo a tu lado ¿no?
HakYeon sabía que el resto de personas los observa detenidamente hablando sobre el tipo de relación que existía con el joven médico perteneciente a la reconocida familia y le encantaba que las cosas se dieran así. Le gustaba de vez en cuando hacerle una escena de celos cuando las estiradas damas de su círculo laboral se acercaban con evidentes intenciones de llevarlo a la cama; entonces aparecía el bailarín con alguna manía que sabía terminaría por llamar la atención del joven para que por su propio pie se acercara a él. Aunque una relación así estaba condenada a fracasar, cada uno estaba dispuesto a terminar hecho trizas cuando el final llegara hasta ellos, mientras tanto disfrutarían de cada instante que no les permitiera olvidarse del otro en el futuro.
— Emmet, te buscan —una figurilla femenina intentó acercarse hasta ellos con la chirriante voz que sólo logró irritar al bailarín. La mirada que le lanzó parecía tan fastidiada que ella casi regresó el paso — Ah... Parece que un patrocinador de tu abuelo quiere verte, está hablando de negocios con él y me han pedido ver si estabas desocupado para poder atender la cuestión con ellos.
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La destrucción es una forma de creación
Fiksi Penggemar¿Cuántas veces has decidido quedarte por comodidad? ¿Algunas veces harta tanto confort, no? Un cambio es bueno, pero no sabes cuántas consecuencias podría traer eso. Las opciones son infinitas, pero si pudieras reducir el índice de daños, ¿lo haría...