El Orgullo de un Príncipe [EN EDICIÓN].

Capítulo 7: El entrenamiento de Trunks/ Iremos al universo 18

"ATENCIÓN ESTE CAPITULO PUEDE TENER CONTENIDO SEXUAL, PALABRAS GROSERAS ENTRE OTROS, POR FAVOR LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD"
El orgullo de un Príncipe:
Capítulo 7: El entrenamiento de Trunks / Iremos al universo 18.
Bulma miro por la entrada de luz, estaba a miles de kilómetros de su hogar, a miles de kilómetros de volver a ver a su esposo, pero aun así tenía la esperanza de que el supiera que ella estaba bien y que lo amaba, a él y a sus hijos y en su último atisbo de claridad susurró: "Te amo Vegeta, volveré a ti, cueste lo que me cueste"- ¡Yo también!- gritó Vegeta, y se encontró frente a frente con solo oscuridad y la brisa del amanecer que entraba por la ventana abierta del balcón. Había sido un sueño, solo un sueño. Entonces se levantó, la alarma mostraba las 5:32 am, habían pasado casi tres horas desde que se había dormido, había perdido 3 horas de buscar a Bulma, pero necesitaba descansar. Entro al baño, quería darse una ducha antes de ir a hablar con Kakaroto.
El agua caliente relajó sus músculos y lo transportó al momento exacto cuando Bulma le dijo que estaba embarazada por segunda vez.
...FLASH BACK...
El había estado entrenando y decidió darse una ducha, como siempre cuando estaban solos dejaba la puerta sin seguro, Vegeta escuchó que la puerta se abría y supuso que sería la peli azul buscando alguna de sus cremas.- ¿Qué buscas?- le soltó algo molesto, las duchas solían ser pequeños minutos de evasión del mundo para Vegeta y no le gustaba que lo interrumpieran. Entonces sin decir nada Bulma se desnudó y entro con él a la ducha, no pudo resistirse, nunca había podido, ni siquiera cuando la había conocido. Pudo ver con toda claridad sus ojos vivaces arder en lujuria, el príncipe de los sayayin no entendía que pasaba, pero le gustaba el rumbo que estaban tomando las cosas. Vio sus enormes pechos y sintió como rozaban su piel, una corriente eléctrica recorrió su columna vertebral. Coloco ambas manos en su cintura, ¡Dios esa cintura lo volvía loco!  Recorrió su cuerpo de arriba abajo y tiernamente besó su cuello, el solo sentir las gotas de agua caliente bajando por su cuello lo excitaba, su olor era espectacular, había notado que Bulma últimamente desprendía un olor más embriagador que de costumbre, pero lo había pasado por alto.
-Vegeta te amo, pero debo decirte algo- Susurro Bulma entre sus labios antes de que Vegeta le estampara un beso, a esto el príncipe retrocedió- ¿Qué sucede mujer?- Sus músculos se tensaron, era raro que Bulma se comportara tan generosa y luego le esquivara un beso, sin duda algo le pasaba a su mujer y quería saber que- Escucha, yo sé que no te gustan demasiado los niños, aunque admiro como te has vinculado con Trunks, no espero nada de ti espero...-¡Mujer dime que es lo que ocurre!-No le gustaba cuando le andaban con rodeos, sentía que solo alargaban una desanimosa verdad.- Estoy embarazada- soltó Bulma y sin más se tapó la cara con ambas manos, no quería saber cómo reaccionaría Vegeta en primera instancia, pensaba que saldría corriendo y la dejaría para encerrarse a entrenar por meses como lo había hecho con Trunks, le había llevado todo un día decidirse contárselo y toda una tarde armarse de valor para hacerlo, pero ahora que ya lo había hecho solo quería hundirse bajo tierra. Pero en vez de eso Vegeta con cuidado apartó las manos de su cara y levantando su rostro para que lo mirara ladeó la cabeza y le preguntó-¿Hace cuánto que lo sabes?- Desde ayer- musitó Bulma- ¿Y recién ahora me lo dices?- Vegeta sonrió, como no lo había visto sonreír en mucho tiempo, Bulma vio como sus ojos se llenaron de perfecta alegría, y entonces la besó y entre sus labios, susurró-"Eres mi vida, nunca podría alejarme de ti, no sé que haría sin ti Bulma, si supieras lo mucho que significas para mi"- No pudo seguir hablando, su voz se volvió un hilo y Bulma lo besó, besó sus labios, su cuello, su pecho, no podía creer lo bien que se lo había tomado. Vegeta por otro lado estaba feliz, sentía que se le estaba dando una segunda oportunidad, bien sabia el que se había portado como un maldito en la primera crianza de Trunks, pero ahora podía cambiar, estaba tratando de mejorar por Trunks había hecho lo mayor mente posible tratándose de él, a veces entrenaban por horas sin decirse ni una palabra, otras veces se iban y conversaban de cualquier banalidad, su relación era algo tensa porque ninguno de los dos era muy extrovertido, además sus temperamentos eran muy parecidos. Pero ahora podía vincularse con el nuevo bebe desde el nacimiento, podría tenerlo en sus brazos, podría participar con él, pero que era, se quedó pensativo un momento, tomo a Bulma de los hombros y le preguntó- ¿Ya sabes qué es?- Bulma dudó-No, aun no- Vegeta la puso de espaldas a él, la acercó a su pecho y bajo sus manos hasta su vientre, un calor se extendió por el vientre de Bulma. –Es una niña- dijo Vegeta con su sonrisa torcida, sería su princesa, tendría los ojos, la belleza y la inteligencia de su mama, llevaría su sangre sayayin. Las protegería siempre, sin lugar a dudas, se prometió en silencio. Bulma no hizo más que llorar de alegría, ella  por su parte se imaginaba una pequeña niña de ojos oscuros tan intensos como el fuego, pelo negro rebelde y tez oliva como su padre.
Humana y sayayin se unieron en un fuerte abrazo, Vegeta alzo a Bulma por los aires y la llevo a la cama, allí recorrió todo el cuerpo de Bulma con su lengua, rozó sus pezones con sus dedos haciéndolos vibrar, besó eso labios carmesíes y con delicadeza introdujo su miembro en la vulva de Bulma, esa sensación se sentía tan bien, a cada embestida que el daba Bulma soltaba un gemido que lo único que hacía era darle placer al sayayin, le encantaba verla así, gozando gracias a él. Cada vez que estaba con Bulma quería más, siempre buscaba más, la dio vuelta coloco su vientre sobre la cama y con su lengua recorrió su columna, olio su pelo, ese pelo azul tan excéntrico que la gran heredera Brief tenía, nunca en su vida había visto una mujer tan fantástica, ese olor parecido  a la flor del naranjo, pero dulce como el chocolate lo hacía volar, con sus manos recorrió su trasero y de un solo movimiento introduzco su miembro siempre por su vulva, sabía que a Bulma le encantaba esa posición ella misma se lo había confesado, estuvieron así hasta que ambos en un grito alterno de sus nombres llegaron al orgasmo. –Te amo- le susurró Bulma y beso a Vegeta en la comisura de los labios. Se durmió desnuda en los brazos de su esposo, su calor era como tener una estufa en la habitación. Vegeta la observo, con su dedo recorrió el contorno de su cuerpo, no podía creer lo afortunado que era, no se sentía merecedor de tanta felicidad pero la aceptaba agradecido. Beso por última vez a Bulma en la frente y le susurró: estaré aquí cuando despiertes mi vida.
...FIN FLASH BACK...
El agua seguía corriendo por su cuerpo, la cerró y salió, se secó en el camino, se puso el traje negro de entrenamiento que Bulma le había dado y salió a buscar a Kakaroto.
Cuando bajo, Milk aún estaba allí, sabía que la corporación capsula tenia bastantes habitaciones para ofrecer a invitados, pero si ella estaba ahí, significaba que Goten también lo estaba y que no sabría dónde estaba Kakaroto, eso imponía una dificultad.
-¿Donde esta Kakaroto?- Preguntó el príncipe.- Oh vegeta ¿Como estas, como te encuentras, quieres comer algo? Estoy tan preocupada por Bulma, ¿Aun no sabes nada de ella?, lamento mucho no poder ayudar en nada mas pero ya le he dicho a Goku que me quedare aquí para ayudar hasta que ella regrese- Milk tenía los ojos hinchados, se notaba que la noche anterior había estado llorando.-Quiero saber dónde está Kakaroto-Repitió Vegeta.- Oh lo siento mucho no sé dónde está Goku, ayer dijo que iría a buscar ayuda, sé que fue donde el señor Bills y que después iría a hablar con el supremo Kaio para ver si podían ir a ver a Zeno Sama-. Vegeta frunció el ceño, no podía ser que Kakaroto hiciera más por Bulma de lo que él podía hacer, se había pasado esas horas solo buscando respuestas, maldición, no podía ser, ir al planeta del supremo Kaio significaban horas de viaje hacia allá sin la teletransportación, debía esperar hasta que Kakaroto regresara, era su única opción.-Espera aquí- le dijo, sin cambiar en un ápice su tono de voz, y caminó hacia el laboratorio. Bulma le había construido un localizador hace un tiempo atrás, uno para él y otro para ella nunca lo usaba, pero quizás ahora seria de ayuda. Volver al laboratorio hizo que un escalofrío recorriera su nuca, volvió  a sentir el olor de su esposa y por un segundo se la imaginó durmiendo sobre su mesa, debajo de alguna nave o reparando y maldiciendo alguna cosa, pero no era así, ella no estaba. Tomo el par de localizadores y se fue.-Toma- le dijo Vegeta a Milk al regresar a la cocina, y colocó sobre la mesa una pequeña caja negra con una pantalla, Bulma Brief decía sobre ella. Vegeta se había quedado con el suyo. – Cuando regrese Kakaroto, me llamas inmediatamente- El príncipe guardo su localizador en el bolsillo del traje y se fue.
Si iba a estar esperando a Kakaroto prefería hacerlo entrenando, sabía que los padres de Bulma cuidaban a sus hijos, la mujer, madre de Bulma, se pasaba todo el tiempo con Bra en sus brazos llorando en silencio la desaparición de su hija, en ocasiones Bulma se había ido por largo tiempo por viajes, conferencias o buscando las esferas del dragón, pero ahora era muy diferente, no sabían dónde estaba o siquiera si seguía viva.
Vegeta se dirigió al templo, quería entrenar en la habitación del tiempo, así aunque estuviera cinco minutos los aprovecharía al máximo, pero fue sorprendido al llegar por un Dende que se lamentaba en medio del templo- Espero que aparezca pronto, la Sra. Bulma siempre ha sido tan buena conmigo- sollozaba- Tranquilo, tranquilo, la Sra. Vegeta aparecerá- lo consolaba Mr. Popo.
En cuanto lo vieron Dende corrió y se arrodilló a sus pies- Lo lamento mucho señor Vegeta, ¿Tiene alguna novedad?, el joven Trunks nos informó- Vegeta se paralizó, en que momento Trunks les había avisado- ¿Trunks? ¿Pero cómo?- le inquirió, casi en un hilo de voz- Cuando llegó a entrenar, al principio no queríamos dejarlo solo, pero cuando nos dijo el porqué de su urgencia accedimos- le respondió Mr. Popo, enseguida se dio cuenta que Vegeta no tenía idea.- El joven Trunks se encuentra en la habitación- y con un gesto lo invitó a pasar.
Cuando entró a la habitación del tiempo vio a su hijo jadeando, su cara ardía con un color rojo, Vegeta no sabía si era pena, rabia o solo cansancio, se notaba que su tono muscular había mejorado pero su cara era diferente, su ceño estaba tan cerrado que sus cejas casi se tocaban y de los ojos azules del futuro príncipe caían grandes lagrimas-¿Qué haces aquí?- susurró Vegeta, Trunks se limitó a mirarlo y seguir entrenando-Trunks vete a casa-¡No! No me iré a ningún lado, lo quieras o no, entrenaré para volverme fuerte y salvar a mamá, la encontraré donde sea que este- Los ojos de Trunks se abrieron de rabia, fue ahí cuando Vegeta lo entendió, no podía dejarlo fuera de esto, Trunks se sentía inmensamente culpable por la desaparición de su madre, si no lo dejaba hacer esto sería fatal para su hijo.- Esta bien- Dijo Vegeta, casi compadeciéndolo- Pero si vas entrenar entrenarás conmigo, seré tu maestro, y seré duro, ¿Escuchaste bien Trunks?- El pequeño pareció ver un rayo de luz entre toda esa oscuridad en que se había transformado su vida, casi sonrió y volando se aferró a su padre y suplicó internamente que Vegeta hiciera lo mismo con él, no lo hizo, vegeta lo tomo en brazos y sin decir ninguna palabra salió de la habitación.
-Necesito comida, no sé cuánto estaremos aquí. Tú enano verde, ve a la corporación y dile a la esposa de Kakaroto que envíe mucha comida, cuando vuelvas la dejas aquí- Así vegeta volvió a entrar a la habitación con Trunks aun en sus brazos, ambos, Mr. Popo y Dende no podían creer lo que acababan de ver, nunca se hubieran imaginado ver al despiadado príncipe de los sayayines así, tan vulnerable y cariñoso con su hijo. Después del impacto, Dende hizo lo que el príncipe le había ordenado.
Una vez adentro Vegeta se limitó a contarle solo lo importante a Trunks, que su madre se hallaba en el universo 18, que había sido raptada por el rey de los sayayines de ese universo por lo inteligente que era y por sobretodo que haría todo por traerla de vuelta, esto tranquilizó un poco al pequeño, vio seguridad en los ojos de su padre, ese pequeña visión de él, lo tranquilizó. Entrenaron unas horas sin decir ni una sola palabra más que los regaños de Vegeta de debilidad- ¡Fíjate bien! ¡Aquí Trunks! ¡No te rindas! ¡Debes ser más rápido o te mataran! Hasta que un golpe le llegó de lleno al estómago, el príncipe cayó al suelo y perdió su estado de súper sayayin, sin duda su hijo era muy fuerte, había mejorado mucho desde la última vez que había peleado, de hecho estaba casi seguro de que si su hijo Trunks actual tuviera una batalla con Trunks del futuro, sería el pequeño quien ganaría, que él lo entrenara hacia completamente la diferencia.
-Muy bien- le dijo a su hijo una vez que había recuperado el aliento- Pero debes ser más preciso, y con un solo golpe lo derrumbó, Trunks quedo tirado en el suelo jadeando de cansancio- Hora de comer- concluyó Vegeta, que aunque no tenía hambre sabía que su hijo, mitad humano, mitad sayayin, debía comer o sino su salud se vería en peligro.
Milk había mandado cantidades enormes de comida que incluso Vegeta encontró exageradas, pero las aceptó, comió un poco de arroz frito y bebió un té caliente, Trunks por su parte se devoro cinco platos de arroz frito, 3 onigiris, y 2 platos de pollo con verduras. Después de cinco minutos de reposo, se paró y grito a su padre- Hora de continuar- Le gustaba verlo así, tan empoderado, consiente de su fuerza, no pudo más que sincerarse con él en ese preciso momento.
-Trunks, estoy orgulloso de ti, sin duda eres digno del linaje sayayin, espero que lo sepas- Le sonrió, pero no era su sonrisa torcida habitual, era una sonrisa real, llena de orgullo. Trunks se derrumbó y cayendo de rodillas tocando el suelo con la frente le agradeció- Gracias por volver padre, por haberte sacrificado por nosotros, para detener a Majin Buu, por dejar de lado tu orgullo en variadas ocasiones, gracias por ganar el torneo, gracias por hacerte más fuerte y gracias por finalmente aceptarme como tu hijo- susurró con la voz quebrada finalmente el pequeño, Vegeta sintió que dejaba de respirar, las últimas palabras habían calado hondo en su conciencia, era verdad que en un principio le costó asimilar la idea de un hijo con Bulma, después cuando había nacido, poco y nada se había preocupado de él, pero siempre le había estimado por lo menos, después cuando había conocido al Trunks del futuro se dio cuenta del potencial de su hijo, fue desde ese momento que su interés por Trunks comenzó a crecer, de apoco fue tomándole cariño, ahora sin duda lo amaba- Trunks, tu siempre has sido mi hijo, nunca he tenido que aceptarte, siempre lo he hecho, quizás no fui el mejor cuando eras pequeño, pero no podía hacerlo mejor, yo... yo no sabía que se sentía tener una familia, proteger a alguien más que no fuera yo mismo, escucha, toda mi vida fue matar y conquistar, tenía que velar por mi seguridad y la de nadie más, vi a compañeros morir frente a mí, en ocasiones yo mismo los mataba. Pero ahora todo es diferente, tu madre me hizo sentir cosas que nunca antes pensé sentir, ella consiguió enseñarme lo que es proteger a alguien más solo por el hecho de que te hace bien hacerlo, escucha Trunks porque esto no lo escucharas demasiado seguido, los amo, a los tres a tu madre, a ti y a Bra, ustedes son mi fuerza en cada batalla, quizás me llevo años entenderlo pero ahora lo veo claro, los amo y no dejaré que nada malo les pase.- El pequeño Trunks no sabía que decir, nunca pensó ver a su padre tan sincero, tan abierto, solo respondió- Yo también te amo papa y sé que recuperaras a mama- Sin más que decirse ambos guerreros hicieron una reverencia y continuaron con su entrenamiento.
Para cuando el localizador de Vegeta sonó la comida casi se había acabado y ambos guerreros lucían distintos. Trunks había crecido, se había vuelto más musculoso, su barbilla se había vuelto más afilada y el cabello le llegaba casi a los hombros, Vegeta por su parte había perdido peso, pero  ganado tono muscular, lo que hacía que su cuerpo no se viera tan disminuido, se veía algo cansado y de su cara se notaba una oscura barba que se empeñaba a salir en un cuerpo que no cambiaba.
-Debemos irnos Trunks, Kakaroto volvió-  Ambos guerreros salieron de la habitación del tiempo y agradeciendo a Dende y a Mr. Popo salieron volando en dirección a la Corporación Capsula.
Apenas habían aterrizado cuando un Goku lleno de comida en la boca los saludaba desde la puerta de la corporación- Tengo malas noticias Vegeta, hable con el supremo Kaio y me llevó donde el pequeño zen, le explique que Bulma había desaparecido y él me contó que había sucedido, después le pedí que destruyera el universo 18 y me dijo que no, porque no podía ir en contra de un deseo de las súper esferas del dragón- Vegeta ardió en ira, avanzó hacia Goku y tomándolo de su traje le gritó- ¡Estás loco, si hubiera destruido el universo 18 Bulma hubiera desaparecido, ella habría muerto!- Vegeta estaba en su límite, otra estupidez que saliera de la boca de Kakaroto y era capaz de matarlo- ¡Suéltalo Vegeta! El solo quería hacer algo para ayudar- Le dijo el dios de la destrucción aterrizando junto a su ángel detrás de ellos. Vegeta se dio media vuelta y se inclinó ante el Sr. Bills- Necesito su cubo, es lo único que puede llevarme hasta el universo 18, por favor- susurró.- Lo sé, por qué crees que estamos acá, pero que conste que esto solo lo hago por la comida deliciosa que Bulma nos proporcionaba cada vez que veníamos- Mintió el temible dios, sin quererlo se había permitido crear lazos con esa humana, le había permitido golpearlo en más de una ocasión, esa fiereza de personalidad le simpatizaba.
-No puedes ir solo Vegeta, necesitarás a los demás guerreros, y si me preguntas deberías buscar a n°17, creo que lo necesitaras- Vegeta vio en los ojos de Wiss un brillo diferente, sin duda él sabía que pasaría, debía hacerle caso.
-Entonces ¡Iremos al universo 18!- grito un emocionado Goku.
Los guerreros entraron a la corporación, Wiss, el Sr. Bills y Goku a comer, Vegeta y Trunks fueron directo al baño y después durmieron por un par de horas, al despertar, los demás guerreros ya estarían ahí trazando un plan para rescatar a Bulma.

...EN EL UNIVERSO 18...
Los días en el universo 18 transcurrían más rápido que el la tierra, un día en la tierra eran dos días en Saddala, por lo mismo Bulma sentía que llevaba mucho tiempo ahí, en los días que habían pasado había pedido que siempre fuera la misma sayayina quien le llevara la comida, además de una silla adicional, cada día se sentaban ambas a comer juntas y Bulma le preguntaba trivialidades, un dia le pregunto por su familia, se enteró que estaban todos muertos, esto entristeció un poco a Bulma, aquella mujer estaba sola al igual que ella, también le pregunto cómo había llegado ahí a lo que Saike le contó lo que ella sabía; un día habían destruido el universo y al otro habían vuelto a aparecer. Bulma comprendió que había sido por el deseo de n°17, no cabía duda. La peli azul trataba de siempre llevar una conversación amena con Saike y averiguaba pequeñas cosas de todo, por ejemplo que nadie aparte de ella, dos guardias y el rey sabían que ella era humana, si los demás supieran de seguro la matarían o se volverían contra el rey. Y que usualmente realizaban en las arenas de entrenamiento pequeñas ferias vendiendo baratijas, entre ellas materiales y tecnología. Fue así como un día le pidió al rey salir de su encierro, le llevó dos horas convencerlo, llegó a amenazarlo con matarse si no lo hacía, se defendió con que la volvía loca y no podría seguir construyendo nada. Neoki solo aceptó con tres condiciones, siempre llevaría rastreador, saldría acompañada, Bulma ya sabía quién pediría que la acompañara y debía cambiar su aspecto físico.
Una sayayina de tez oliva, cabello oscuro corto y unos llamativos ojos azules paseaba por las ferias de las arenas de entrenamiento junto a otra sayayina más alta de nombre Saike.
La novata, como le habían llamado algunos interesados en esta nueva fémina, por su extraña manera de moverse y hablar, tan pausada y por la forma de su cuerpo, bien definido pero sin tono muscular, se hacía llamar Ouji.

Gracias por leerme C: espero sus comentarios :3
Próximo Capítulo: El Plan de Vegeta / El Plan de Ouji.