Capítulo 8: El plan de Vegeta / El plan de Ouji

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"ATENCIÓN ESTE CAPITULO PUEDE TENER CONTENIDO SEXUAL, PALABRAS GROSERAS ENTRE OTROS, POR FAVOR LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD"
El orgullo de un Príncipe:
Capítulo 8: El Plan de Vegeta / El Plan de Ouji.

Los guerreros entraron a la corporación, Wiss, el Sr. Bills y Goku a comer, Vegeta y Trunks fueron directo al baño y después durmieron por un par de horas, al despertar, los demás guerreros ya estarían ahí trazando un plan para rescatar a Bulma.
-Debemos ir y luchar con ellos- decía un entusiasta Goku- con la fuerza de todos nosotros juntos les ganaremos fácilmente, además quiero saber que tan fuertes son esos sayayines, por lo que me dijo Vegeta son más avanzados que los del universo 6.
-Acaso quieres que te maten de nuevo- Picoro trataba de hacer entrar en razón a Goku sin mucho éxito- Es todo un planeta lleno de sabandijas sayayines ni siquiera tú podrías contra todos ellos- Pero Picoro, por lo menos me serviría para saber qué tan fuertes son... ay! Sr. Bills ¿Por qué hizo eso?- Porque solo estabas hablando tonterías- El namekusei tiene razón, ni siquiera tu podrías contra todos ellos, te harían añicos- concluyó.
-Yo sé que debemos hacer- Vegeta arrastró cada una de sus palabras, era verdad, sabía que debían hacer pero no cómo lo conseguiría ni cuánto tiempo demoraría- Debemos convertirnos o por lo menos parecer sayayines del universo 18. Todos- Enfatizó- Es la única forma de que podamos llegar a ella sin morir- se volteó a ver a Wiss- Pensé que tu podrías hacerlo, he visto como haz construido arenas con tu báculo y cambiado la apariencias de algunas cosas- Vegeta tenía la esperanza de que Wiss fuera la clave para todo, pero no era así- No puedo, como saben puedo hacer muchas cosas, pero mis poderes son limitados, muy limitados- Quizás Shenglong podría hacerlo- bostezó el Sr. Bills.
...FLASH BACK...
Vegeta al no encontrar a Kakaroto decidió ir al templo a entrenar a la habitación del tiempo, pero antes de irse recordó lo que Shenglong le había dicho sobre como Bulma había conseguido cargar nuevamente las esferas del dragón: "Bulma Brief descubrió que el tiempo es relativo, es de amplio conocimiento que necesito un año para poder volver a mi estado de poder normal, por eso me encerró en el cuarto del tiempo, allí esperó hasta ver que las esferas volvieran a su color anaranjado característico, luego salió y las encapsuló". Busco la caja azul y la llevo consigo. Una vez adentro, después de comer junto a Trunks el príncipe des-encapsuló las esferas y cada cierto tiempo las observaba, de a poco retomaron su color tornasol característico, paso seguido, las volvió a encapsular y como un gesto a la autora, besó la capsula.
...FIN FLASH BACK...
-Primero necesito saber quién está dispuesto a cambiar por traerla de vuelta- Vegeta sabía que Kakaroto lo seguiría, una por la emoción de la lucha y dos porque quería a Bulma, ella había sido como su hermana mayor, lo había cuidado cuando niños y ya se había acostumbrado a los golpes que le daba. N°17 iría, se sentía en deuda con Bulma por el regalo que ella le había dado y n°18 no dejaría a su hermano solo, tampoco Krillin dejaría sola a  su esposa, por mucho temor a la muerte que tuviera. El insecto de Yamcha iría solo por la esperanza de poder recuperar el amor de Bulma. Pero Gohan tenía a su familia y sus estudios, lo más probable es que dijera que no, Picoro era lo suficientemente egoísta como para no cambiar de forma por una humana, además Vegeta no creía que arriesgaría su vida por ella. Aun así vegeta sintió un vacío en su pecho cuando nadie respondió inmediatamente, excepto Trunks, ambos solos contra un planeta de Sayayines sería ir a su muerte, aun así Vegeta repitió la pregunta.- ¿Quién va con nosotros?- esta vez no tuvo que esperar respuesta, todos levantaron su mano en apoyo.
-¡Shenglong sal de ahí y cumple mi deseo!- gritó Vegeta, la suerte por el momento estaba a su favor.
-Príncipe de los sayayin, dime tus deseos- respondió el antiguo dragón.-Deseo que todos los guerreros que están a mi derecha, junto conmigo, adoptemos la apariencia de los sayayines del universo 18.-Concedido- susurró Shenglong.
La mayoría de los guerreros no cambio demasiado, su tez se volvió de un color pardoso, sus ojos oscuros y su cabello de un negro absoluto, Krillin creció hasta obtener el porte de Goku y casi todos aumentaron en su masa muscular, Trunks conservó su estatura, pero todos los rasgos heredados de su madre los perdió, se volvió mucho más tosco. Para impacto de todos Vegeta fue el que más cambió, su tez se volvió algo más oscura, su pelo como la flama cayó sobre sus hombros y desvaneció su tan característico pico de viuda, su altura aumentó, pero esta vez sobrepasó a Goku por una palma de su mano, lo único que no cambió en el fueron sus ojos. Vegeta en un principio no entendió porque todos lo miraban, pero cuando tendió a perder el equilibrio por un codazo de Goku que le había llegado a las costillas, se sorprendió, no tuvo tiempo de réplicas antes de que Wiss con una sonrisa en los labios pero duda en su voz dijo- Oh, espero que puedan reconocerse cuando se vean-
- Esta cosa pica-Criticó Krillin el nuevo traje que traía, era de un cuero duro de color rojo bermellón, guantes azul oscuro, cinturón negro y zapatos terracota. Goku no pudo más que reír al ver a Picoro buscando sus antenas y maldiciendo, pero Shenglong los sacó de sus conversaciones banales.
-¿Príncipe, desea algo más?- Shenglong se divertía con las caras de decepción o extrañeza de los supuestos sayayines pero ya estaba cansado.
-Quiero un rastreador para el juguete de Bra que Bulma se llevó- Pero ese está en el laboratorio de Bulma Brief- replicó el dragón algo confundido- Si pero ese rastrea a todos los juguetes, yo quiero a ese en específico- Y perdiéndose en el laboratorio por un momento Vegeta salió con la libreta de su esposa en sus manos- su código es 11204- Shenglong estuvo bastante tiempo en silencio- concedido- dijo el cumple deseos, y en las manos de vegeta apareció un radar muy similar al de las esferas del dragón- Solo te servirá dentro del universo 18, su alcance es limitado- A esto Vegeta asintió con la cabeza.
-¿Tercer deseo Príncipe?- Vegeta no tenía que pensar su tercer deseo, lo tenía en la mente desde que se había propuesto ir a buscar a Bulma junto con Trunks y no tenía idea si volvería alguno de ellos- Deseo que Bra crezca y tenga una vida plena, además quiero que sepa de su linaje sayayin- Shenglong pareció emocionado- Concedido príncipe- Y casi haciendo una reverencia ante Vegeta desapareció.
Wiss sonrió, Vegeta había superado limites en el torneo de poder, pero ahora, lo que estaba haciendo era sobrepasarse a sí mismo. El príncipe de los sayayines era fuerte, más de lo que nadie se podía imaginar.
¿Cuántos días han pasado desde que desapareció?- Pregunto Vegeta a Milk – Siete- susurró Milk y secándose las lágrimas con una mano y conteniendo a un Goten muy enojado por no ir con Trunks a otro universo y tener que estudiar, se despidió de los guerreros.
-Estaremos en Saddala del universo 18 en 36 horas- Informó Wiss. Milk había empacado suficiente comida para todos, además Vegeta se había preocupado de encapsular algo de alimento, agua y semillas del ermitaño que Goku le había pedido al maestro Karin.
Mientras los demás guerreros peleaban entre ellos probando sus nuevos cuerpos, Vegeta se fue a una esquina del cubo y se sentó junto a Trunks – Ten- le depositó el radar en sus manos- Serás el primero en verla. Ahora vamos a probar estos cuerpos- y con una sonrisa Trunks le agradeció.
...EN EL UNIVERSO 18...
Una sayayina de tez oliva, cabello oscuro corto y unos llamativos ojos azules paseaba por las ferias de las arenas de entrenamiento junto a otra sayayina más alta de nombre Saike.
La novata, como le habían llamado algunos interesados en esta nueva fémina, por su extraña manera de moverse y hablar, tan pausada y por la forma de su cuerpo, bien definido pero sin tono muscular, se hacía llamar Ouji.
-Escucha Saike, eres una de las únicas personas que conocen mi verdadero nombre, pero desde ahora me llamarás Ouji, ¿Lo entiendes?- Saike solo asentía con la cabeza, si no entendía algo le apretaba el brazo a Bulma y esta amablemente le repetía.- Sé que te gustaría nuestro universo, además así no estarías sola, allá hay mas sayayines, podrías ser parte de nuestra familia- le sonreía Bulma. A Saike le gustaba escucharla hablar, nunca había tenido nadie con quien hablar y la terrícola resultaba ser muy amable con ella, además le gustaba como pintaba su universo, lo hacía ver agradable y sentía cerca la posibilidad que Bulma le había planteado un día- Cuando me vaya tú vendrás conmigo- le había dicho la ex peli azul- Pero Srta. Usted no puede irse, la descubrirán, podrían matarla- Pues prefiero que me maten a quedarme aquí- le había replicado la terrícola. Sin duda Saike nunca había conocido a alguien así, que tuviera el valor de enfrentarse a los demás sin agachar la cabeza.
-Mira esos son los que necesito, uno es un inversor y el otro es un engranaje de doble rotor- Tiró Bulma a Saike del brazo sacándola de sus divagaciones. Se acercaban a una tienda, la ultima de una larga fila cuando Saike escucho un sonido extraño, no podía identificarlo, era como un silbido pero mucho más agudo. Cuando entendió que entendió que era ese sonido.
-Hola, soy Ouji- Saludó Bulma a la sayayina que atendía la tienda- Necesito esos, cuanto...- ¡Srta. Ouji!- había chillado Saike. Bulma no alcanzó a reaccionar, sintió un enorme dolor recorrer cada centímetro de su cuerpo, era como si un millón de cuchillos atravesaran su piel desde su pecho hacia la periferia de su cuerpo- Es el rastreador- Escuchó a Saike murmurar muy lejos de ella, luego de eso todo se fue a negro.
-Cuando Bulma abrió los ojos, lo primero que vio fue a Neoki, no entendía que hacia allí, se enderezó trabajosamente y antes de que ella pudiera decir nada el rey la increpó- ¿Te ibas a escapar?- Claro que no, solo quería ver unas cosas en una de las tiendas de las arenas de entrenamiento- aseguró Bulma. Neoki hizo un gesto con la mano y acercaron a Saike, la tenían maniatada- ¡¿Qué haces demonios?!- había gritado Bulma- ¡Suéltala, ella no hizo nada solo me estaba acompañando como tú lo exigiste! Neoki observó cada uno de los movimientos de la terrícola, cuando había despertado y había abierto esos hermosos ojos color cielo, con el desconcierto que lo habían mirado cuando pregunto por su intento de escape, ella decía la verdad, y con el odio que ardían cuando vio a la criada maniatada. Sabía que si le hacía algo a esa inútil perdería a la peli azul, no podía permitirse eso- Suéltenla- Dijo Neoki a sus guardias- Pero tú, Bulma- ¡Ouji!- Le corrigió la terrícola, ella se había ganado el respeto del rey no retrocedería por nada- Si vas a hablarme vas a llamarme Ouji, porque aquí ese es mi nombre- y poniéndose a la altura de él lo enfrentó- Saike es mi ayudante, si te atreves a hacerle algo ten por seguro que nunca más tendrás nada hecho por mis manos- Neoki ardía en lujuria, la sangre de los sayayines lo impulsaba a estar con mujeres de temperamento fuerte, pero esa tradición se había roto en Sadddala ya que las hembras no eran importantes para nada más que cocinar y criar, pero esta mujer terrícola era algo distinto, Neoki la deseaba solo para él y alejándose de ella le dijo- Esta bien pero necesito hablar contigo a solas. Suéltenla y denle algo de comer a esa hembra, cuando yo les diga, tráiganla- Los guardias hicieron lo que Neoki les había dicho.
Una vez solos Neoki se acercó a Bulma, tocó su cabello, ya no era de ese azul tan característico que había conocido, su piel de un tono más oscuro se alejaba de la palidez innata de la terrícola, pero su olor ni sus ojos podían esconderse, seguía siendo ella. Bulma tensó todos sus músculos, le había tocado tratar con hombres que en algún momento habían tratado de propasarse con ella, pero de todas esas veces ella nunca había estado encerrada con ellos ni se trataba de un rey sayayin.- Suéltame- Le ordeno Bulma. Grueso error, eso no hizo más que excitar a Neoki- ¿Por qué haría eso?- y paso su brazo por la cintura de Bulma- Te digo que me sueltes maldito- gritó aún más fuerte Bulma, pero Neoki no le hizo caso y la besó. Bulma no podía hacer nada, los brazos que la sostenían eran duros como el acero y se cerraron alrededor de ella en un solo movimiento. El único escape que vio Bulma, lo utilizó. Con todo el odio que podía haber acumulado la terrícola mordió el labio del Rey, a tal punto que la sangre broto de este. Neoki abrió los ojos de par en par, ese gesto lo hubiera excitado a tal punto de llegar a tomarla en ese mismo momento, pero cuando vio su sangre en la cara de Bulma y sintió el dolor en su boca la separó de el- ¡Estúpida!- la golpeo y en el proceso rompió su camiseta dejando ver los enormes pechos de Bulma, se sintió tentado a seguir su instinto y tomarla en ese mismo momento, pero su orgullo era demasiado grande, no la obligaría a tener relaciones con él, no era un violador. Paso la manga de su traje por su boca y le escupió- Quiero 300 robots más para mañana, más vale que con tu nueva asistente trabajen- antes de cerrar su puerta detrás de él soltó- pide lo que quieras y te lo traerán. Tu radio son 800 metros, quizás si apuras los planos de las salas de gravedad lo aumente a mil-. En cuanto Neoki cerró la puerta Bulma lloró.
Los guardias habían llevado a Saike a la habitación de Bulma, la habían mandado con comida, agua y ropas. Al verla Saike la compadeció y lloró con ella durante un tiempo hasta que Bulma secándose las lágrimas dijo entre sollozos- Necesitaba esas piezas, si quiero volver a ver a mi familia, necesitaba esas piezas- Saike la miró impresionada, pensaba que lloraba porque Neoki la había golpeado, se notaba a gran distancia el golpe ya que se estaba tornando de un color morado verdoso muy poco saludable, o porque el Rey había querido propasarse con ella, pero no, aquella hembra lloraba por no haber conseguido unas simples piezas de metal- ¿Estas?- susurró Saike junto al rostro de Bulma. La ex peli azul no pudo contenerse y abrazó a Saike en un impulso de agradecimiento. No sabía como pero la sayayina además de salvarla le había conseguido las piezas que de seguro no conocía, pero aun asi ahí estaban en la alma de aquella hembra.- Gracias Saike, muchas gracias, no sé qué sería de mi sin ti, hoy me salvaste la vida dos veces- ¿Dos veces?- Inquirió la sayayina- ¡Pero claro! La primera cuando me desmayé y la segunda ahora, que me das esto. Eres la mejor, te juro que en mi planeta no te faltará nada- Y dándole un beso en la mejilla se levantó extendiéndole la mano, impulsándola a seguirla.
Bulma lavó su cuerpo con el agua que Saike había llevado y cambió sus ropas, se colocó un traje sayayin de color rojo bermellón con unos pantalones azul oscuro, que hacia resaltar aún más sus rasgos femeninos, ya no parecía una humana, sino una verdadera sayayina de ese universo, a no ser por sus ojos.
Saike, desde ahora serás mi asistente, ya no trabajarás más en la cocina, estarás siempre conmigo, pero necesito saber algo antes que nada. Júrame que me responderás con la verdad así como yo te juro que no importa lo que me respondas yo no cambiaré mi trato contigo. Saike asintió.- ¿Si yo tratara de huir, tú me ayudarías, te irías conmigo? ¿Tengo tu lealtad ante todo Saike?- La sayayina no tuvo que pensarlo, en ese planeta ella no tenía futuro, más que estando al lado de aquella humana que tan bien la había tratado, si ella se fuera y la dejara Saike de seguro encontraría la muerte más temprano que tarde.- Si, no importa lo que pase, yo la ayudaré- Por favor, no me tutees, solo dime Ouji- le dijo Bulma sonriéndole- Esta bien, Ouji.
Ambas se sentaron a comer, cuando hubieron terminado Bulma miro a Saike y le dijo- Necesito pedirte un par de cosas- Lo que quieras Ouji- respondió inmediatamente Saike.- Quiero que me entrenes, sé que nunca podré tener la fuerza que tiene ustedes, pero quiero ser más fuerte, me cansé de ser la débil de todo esto, ¿Lo harás?- No creo que soportes un entrenamiento sayayin- pensó en voz alta Saike- Si es verdad, no podría soportarlo, por eso te lo pido a ti, quiero que tú seas quien me entrene, a mi ritmo, ¿Aceptas?- Esta bien- respondió la sayayina- ¿Qué más necesitas?- Quiero que me cuentes todo lo que sepas de los sayayines- Bulma siempre había tenido curiosidad por la cultura sayayin y Vegeta nunca hablaba de ello, quizás porque era demasiado pequeño cuando se fue del planeta Vegita y porque le dolía demasiado volver a esos recuerdos. Pero Bulma quería saber, lo que más pudiera, al menos eso le serviría para entender mejor a su esposo y a sus hijos.
Esa noche Bulma construyó los 300 robots y termino los planos de la sala de gravedad, no sabía si hacia lo correcto pero debía hacerlo si quería seguir con su plan. Saike estaba cansada, pero le gustaba ver como Bulma convertía objetos inútiles sin valor en pequeños robots de entrenamiento, además la  terrícola siempre trataba de enseñarle. Cuando hubieron terminado Saike se retiraba- ¿A dónde vas?- le inquirió Bulma- Aun no terminamos- y acercando las sillas a la mesa la invitó a sentarse- ahora haremos lo más importante- Y sacando de su bolsillo el juguete de Bra, comenzó a desarmarlo- Este es el juguete de mi hija, yo se lo construí, apenas es una bebé aun, ella también es mitad sayayin... Mira este es el rastreador, si consigo que este engranaje que me conseguiste entre aquí volverá a funcionar y quizás puedan rastrearme con esto... o eso espero- Terminó en un hilo de voz Bulma, sin duda había tratado de mantenerse firmemente optimista, pero habían veces en que sentía que su vida terminaría ahí, en ese planeta desconocido, lejos de su familia- Ya está, creo que ya quedó-  Una luz comenzó a titilar en una esquina del juguete.- Bien ahora mira, este es un scooter, originalmente los usaban para ver y rastrear el Ki de otros guerreros, pero yo lo usare para otra cosa, ten póntelo- Con mucho cuidado Bulma colocó el scooter en el ojo derecho de Saike, se impresionó-¿Qué es esto?- Saike no cabía en sí de sorpresa, había visto algo que nunca se imaginó - Ese, es tu planeta, es Saddala- respondió Bulma con una sonrisa en los ojos. Se lo quito y colocó el inversor- Mira ahora- Musitó Bulma y repitió el proceso. Una lágrima corrió por la mejilla de Saike, lo que veía era hermoso, vio lo que Bulma le había dicho que era su planeta, acompañado de muchas esferas más de colores hermosos que bailaban alrededor de una esfera aún más grande, que según Saike debía ser el sol.-Con esto veré cuando vengan a buscarme- la última palabra salió casi como una súplica de la boca de Bulma.- ¿Cuantos días han pasado desde que llegue?- Catorce- respondió Saike, y las dos quedaron en silencio, Saike apreciaba la hermosura que le había sido mostrada a través de ese aparatito que Bulma le había prestado. Mientras la ex peli azul se preguntaba si todos sus esfuerzos no serían en vano, si alguien sabía dónde estaba ella, si de verdad la irían a buscar en algún momento, si ya la habían olvidado  o simplemente a nadie le importaba lo suficientemente como para ir a una misión suicida a un planeta infestado de sayayines solo por salvar a una insignificante terrícola. Sintió que el pecho se le apretaba, a pesar de todo sentía que cada día estaba más cerca de su libertad, pero extrañaba demasiado a su familia.
Neoki había llegado a su habitación aun sangrando, una vez que se cambió las ropas y le cocieron el labio dio órdenes inmediatas: Al día siguiente Ouji empezaría la construcción de la capsula del tiempo así que debían tenerle todos los materiales, además mañana partiría junto a su ejército a la conquista de los planetas de su universo, no volvería hasta dentro de dos días, la mayoría ya se había rendido ante su poder, solo quedaban 4 que aun resistían y había proclamado su lealtad a Zeno Sama.

...HACIA EL UNIVERSO 18...
La mayoría de los guerreros dormían, menos Vegeta a quien se le acercó Wiss- Ella está bien- le susurró- No tienes como saberlo- le refutó Vegeta. Wiss rió- Claro que si Vegeta, siento su Ki, ella es humana, pero aun así puedo percibirla- Vegeta lo miró, ninguna palabra salía de su boca- Solo puedo saber si está bien nada más, recuerda que soy un ángel- Wiss le sonrió y dejó a vegeta con sus cavilaciones.
"Ella está bien". Eso era lo único que Vegeta quería saber. Y con paso seguro se acercó a Trunks, lo abrazó y le susurró al oído: "Ella está bien". Cuando volvió a sentarse a su lado le pareció verlo sonreír.
Próximo Capítulo: El Entrenamiento de Ouji, la historia de los sayayines.

Ojalá les haya gustado este capitulo :3 espero sus comentarios




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