Hoy me paso el entrene al lado de Isco hablando de lo que vamos a hacer mañana y no puedo estar más emocionado. No por lo voy a hacer, que también me gusta, sino porque lo voy a hacer por Irene, la mujer que me ha robado el corazón, y aunque sea un poco vacilona, a veces, la quiero un montón.
Cuando acabamos nos vamos a comer a casa de Isco y luego voy a la tienda a buscar a Irene, al llegar la veo hablando con su jefa.
— Mira aquí está — dice Leire, la dueña de la tienda, Irene se da la vuelta y se queda boquiabierta.
— ¿Se puede saber qué haces aquí? — pregunta Irene aún sin saber que pasa.
— Es lo que te estaba contando — añade Leire.
— Te dije que firmaríamos autógrafos mañana por la tarde — respondo yo, Marco 1 Irene 0.
Leire le da permiso a Irene para marcharse a casa ya que mañana estaremos hasta tarde aquí, mientras Irene recoge sus cosas yo me quedo hablando con la jefa.
— Te dije que no hacía falta — me dice Irene nada más irnos haciendo pucheros como si fuese una niña.
— Ya pero no te hice caso y si lo hago no es por ti sino por los niños y aficionados que podrán conseguir una firma de sus ídolos — digo aunque he de admitir que en realidad la única razón por la que hago esto es por ella.
— Claro... Marquito en modo niño bueno — dice con ironía. — Aún así te tengo que dar las gracias. Has dicho ídolos en plural eso quiere decir...
— Quiere decir que seremos más de una persona parece mentira, amor — le digo burlándome un poco y ella me fulmina con la mirada. — Iremos Isco y yo. Luego iremos a mi casa, tenemos una cena pendiente con tu amiga y yo como buen amigo le presentaré a Isco — digo y nos reímos. — Irene todavía es pronto podrías acompañarme a lavar el coche.
— Tú quieres que te acompañe para que lo lave yo.
— Sería un gesto muy bonito por tu parte... — ironizo.
Al final no se resiste a acompañarme, además, ambos sabemos que nos encanta estar juntos. Paro en la primera gasolinera que veo y pongo el euro para que funcione la pistola de agua.
— Marco, esto no funciona acabas de meter la moneda y aquí no sale agua — me dice Irene.
— Bombón, si no aprietas no va a salir, mira — le digo cogiéndole la pistalo y en vez de apuntar hacia el coche la mojo a ella.
— Marco, para o cuando me suba mojaré todo el asiento — me dice y me quita la pistola, está vez soy yo la víctima.
— Irene, para el objetivo es limpiar el coche — le pido. — Vendrán a llamarnos la atención y no tengo ganas de salir en el periódico — se que es muy responsable y no le gustaría que le llamaran la atención por eso el chantaje.
— Asensio la lía en una gasolinera con su chica — dice imitando el titular.
— Buen titular — contesto riéndome.
El agua llega un momento que se para y vuelvo a meter otra moneda pero esta vez mando a Irene dentro del coche para no tener distracciones.