Marca tu ritmo. Tu propio ritmo. Poca gente conseguirá subirse al carro, el resto se quedarán en el camino. No te dejes avasallar. No te dejes pisotear.
Cree en tu mismo. Supérate. Gánate tu propia confianza, tu respeto. Acéptate a ti mismo. Y verás como todo cambia, como las opiniones de los demás van resbalándote poco a poco. Y va creciendo tu seguridad. Y tus miedos van quedando atrás.