No quiero besos que sean rutina.
Quiero besos espontáneos, abrazos de repente.
Que te sorprendan, que te susurren al oido y se te erice la piel.
Que no pregunten para hacer una llamada, que la hagan.
Sonrisas en medio de besos.
Besos en medio de tonterías.
Que te besen el cuello, muerdan las orejas.
Te sonrían y sonrías.
Te guiñen un ojo.
Que se te queden mirando fijamente y no sepas que hacer... Hasta el punto de comportarte como una niña chica.
Quiero vivir día a día.
Paso a paso.
Sin complicaciones.
Vivir al límite.
¿Te apuntas?
