Tras un día muy ajetreado, lleno de estrés, agobio, angustia y dolor. Llegó el momento de llegar a casa. Ella tenía los ojos hinchados tras haber estado llorando todo el día. Ella era fuerte. No le importaba mostrar sus sentimientos frente a los demás, pero frente a sus padres... Eso era otro mundo. )Siempre la tuvieron en una burbuja, protegida para que nadie la hiciese daño. Ellos se dieron cuenta de que esa burbuja había servido durante la infancia, pero no durante la adolescencia.
Llegó a casa como todos los días, y para su sorpresa sus padres no estaban en casa, y el único recibimiento agradable que recibió fue el de su perro, que nada más pasar la puerta la empezó a dar lametazos por todo su rostro, algo cierto desagradable pero que la hizo sacar una sonrisa.
La hora de irse a dormir se acercaba, solo una tormenta de ideas sin sentido aparecía por su cabeza. Ella se sentía rota, vacía y hasta un poco sola. Todo el daño que la causaron sabía que no iba a poder superarlo y lo único que hizo fue contenerlo en su interior. Y así paso, destrozó todo su alrededor y a ella misma... Desgraciadamente, cuando quiso darse cuenta ya era demasiado tarde, se convirtió en una persona que nunca quiso ser y menos que se imaginase serlo.
A ella le atormentaba su situación personal, nada de sus relaciones salía bien (quizás por esa desconfianza que la generaron una vez), lo único bueno que tenía es que cuando se centraba en el deporte la cara le cambiaba, ella en ese momento era ella misma. Decidió cambiar de aires, porque todo lo que venía de atrás no la aportaba nada bueno, y en ello esta. En debates consigo misma que ella ni es capaz de entender, encontrándose y deseando ser la persona que desde niña imagino que sería en un futuro. Y gente como ella: trabajadora, humilde siempre consigue lo que quiere. Pues yo la deseo lo mejor para ella, pues se que la hice daño y no supe como tratar y remediar con ella.
