Querido Tú

El Bipolar

Toda la semana transcurrió con calma, tranquila y relajada.

Hasta que llegue a trabajar el sábado y te vi.
Estaba acomodando mis cosas y sentí un pinchazo en las costillas me giré y me encontré con un sonriente Carlos.

"Miraaalaa y ese milagro que vienes" Saludaste.

Ese saludo significaba  "Soy un irresponsable y ambos lo sabemos". Pues ibas a trabajar cuando querías.(Aún lo haces XD)

El día transcurrió a un paso más o menos normal hasta que no sé si por obra de Dios o del Demonio nos tocó trabajar en la misma área.

Todo comenzó bien, jugábamos con nuestras manos y nos reíamos si al chocar las palmas estás hacían un ruido sordo que asustaba a muchos trabajadores.

Entonces no sé cómo ni porque empezaste a hablar de tu nueva conquista... O bueno, el caldo.

Me mostraste una fotografía de una joven de unos 19 años  con un vestido rojo. Dijiste que el viernes habías salido de fiesta y la habías conocido por casualidad. "¿Que calificación le das?" Preguntaste.
Un ocho, conteste. Me dijiste que como iba a darle un ocho si estaba "Muy buena" entonces mi paciencia se fue al piso un 70% por tu manera de pensar y 30% celos. No entiendo como los hombres pueden ser tan superficiales cuando según ellos "...Solo se fijan en los buenos sentimientos..."

*Sarcasmo*

Te fuiste a hacer de guardia y Ester comenzó a hablarme "Yo creo que le gustas, sino porque no deja de mirarte" me dijo. Le contesté que tu eras así con todas tus amigas.
Cuando regresaste Ester te dio la "Gran idea" de que me invitarás a comer y le dijiste que era una buena opción. Sin embargo desde la calificación de la chica de rojo yo dejé de hablarte, y tu agarraste la onda bastante rápido.

A modo de broma me tomaste de los hombros y me diste una sacudida leve. "Ya háblame... ¡¡Me estrésa que estés callada!! " Ja, ¿te estreso? Tú me estresas a mi señorito.

Cuando salimos de trabajar seguras insistiendo en que porque estaba callada, te dije que solo estaba pensando. Nos despedimos, y justo antes de que te dieras la vuelta para irte te di un golpe en el brazo, a ese le siguió otro y otro entonces tu tomaste mis manos y me dijiste que te diera un golpe fuerte para desquitar todo mi coraje. Me viste serio y te abraze, sin embargo... Es vez fue distinto.

"¿Que sientes?" Te burlaste. Te contesté que me gustaba hacer eso.

Te solté y me dijiste que ya se había pasado tu autobús por mi culpa. Te contesté que me alegraba mucho y te empuje un poco cerca del asfalto, "Me van a atropellar, ¿Que te pasa?" Dijiste.

Ojalá que te atropellen, te contesté.

Cuando desapareciste de mi campo de visión me sentí tan estúpida... Y sentí que tu eras un idiota, aunque eso ya lo sabia, mi corazón se fue haciendo pequeño al recordar tus palabras.

"¿Que sientes?..... Que sientes... Que sientes..."

Siento cosas por ti...

Tu y tu bipolaridad me causan dolor de cabeza.