Querido Tú

Ya lo sabia.

Todo paso súper rápido.

Fue como... Como si el siempre ahí y el nunca ahí fueran la misma cosa y exactamente lo mismo.

Las cosas siempre pasan por algo y eso es a lo que yo me quiero aferrar. Lo vuelvo a repetir. Todo paso sumamente rápido, y ni siquiera fui lo suficientemente consciente como para darme cuenta de ello.

Coloque él teléfono en mi oído, y sonó él timbre de espera. Toda las chicas guardaron silencio y Marisol se vio un tanto asustada.

Comenzaron a susurrar cosas a las que deje de prestar atención en él preciso instante en él que dio la linea.

—Bueno...— aclare mi garganta.

—¿Quien habla? — preguntaste.

¿En verdad? Suspire.

—Soy Reneé, Carlos —.

—Ya...— te aclaraste la garganta y proseguiste. — ¿Reneé? No... La verdad no recuerdo.

—Reneé Solissa, del trabajo —

Comencé a fastidiarme un poco.

— Reneé, ya,  si, ya me acorde quien eres — Contestaste.

Sonreí como boba.

—Pues cuantas conoces...—

—No... Solo a ti, tranquila — Reiste —¿Como estas?

— Supongo que bien ¿Y tu?— Pregunté.

—Acabo de salir de la escuela, estoy bien, ¿Pasa algo?—

Bien, aquí vamos. Puedes arrepentirte luego.

—Carlos...— estaba preparándome mentalmente para lo que vendría — Yo... Bueno, mira.

Tu risa se escucho del otro lado de la linea y me sentía extraña, nerviosa y a la vez un tanto feliz.

—Mande... — Volviste a reír — ¿Que pasa?

—Hace unos momentos... Yo...—

—¿Tú...? —

—Okey. — No podía ni respirar bien de verdad — Paso algo con una amiga.

—¿Con tu amiga? — sonabas extrañado — ¿Que paso?

—Paso algo y pues yo, yo siento que si ella pudo hacerlo... Creo que yo también... Así que aquí voy. —

Respire profundamente y levante la vista hacia él techo. Sentía todo mi cuerpo completamente tenso y mis pulmones dolían.

—Okey, okey . — Continuaste riendo levemente.

—Me di cuenta que necesitó sacar todo esto que siento y creo que si no lo hago ahora  talvez luego no tenga él valor suficiente para decírtelo porque este es mi primer intento de valentía contigo. — tome aire y lo solté. — Carlos, tu me gustas, me gustas mucho y no quería decírtelo porque tenia miedo de tu reacción, de que me dejarás de hablar o de que no pudiese ser lo suficientemente Valente para decirte lo que siento.

— Mmmh— fue lo único que pronunciaste.

—Y se que ahora no vas a querer hablarme o me vas a odiar y tal vez nunca vuelva a verte pero de verdad necesitaba decírtelo, disculpame por haber esperado tanto y por decirtelo de esta manera... Yo no quería que fuese así. Pero si no lo hacia hoy no iba a poder hacerlo nunca más. Me gustas demasiado y a la misma vez tengo miedo porque no quiero ser tan dependiente de ti emocionalmente y no te decía nada antes porque me ponía nerviosa y me frustraba y por eso te evitaba en algunas ocasiones, no me gusta sentirme débil ante ti por todo lo que siento porque es una sensación tan abrumadora, porque querer a alguien tanto tiempo no esta bien y no es sano. Y tu no tienes ni idea de lo mucho que  te quiero...

— Reneé... Yo... — escuche tu voz.

—Te quiero tanto que duele —

Termine con los ojos cristalizados. Las chicas me veían con caras completamente inexpresivas y yo apenas podía respirar.

— Yo... — Hiciste una pausa — Yo ya lo sabia.... Ya lo sabia Reneé.

Me dieron unas ganas infinitas de ponerme a llorar.

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N/A: Este capítulo fue muy difícil de escribir, no siento que haya sido uno de los mejores y siento que esta horrible. Perdonen eso por favor... Gracias por haber llegado hasta aquí en verdad gracias infinitas.

Infinitas como las ganas de llorar que siento en estos momentos.