Behind the scenes [Irouma/Oumiu]

Últimos momentos

Aclaraciones: »Pensamientos« 
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Miu estaba determinada a seguir con su plan, ya no había nada que la detuviera, ya no podía dar marcha atrás; por lo que una vez todos entraron en el mundo virtual, ella se retrasó un poco, por cuanto se levantó y dirigió al puesto de Kokichi, el mismo lucía tan tranquilo, como sumergido en un sueño, uno que dentro de poco, sería eterno.

La inventora al verlo, tembló un poco, pero aún así llevó sus manos hasta sus grandes pechos de los cuales estaba muy orgullosa, donde ocultó el veneno que hurtó del laboratorio de Saihara, el mismo con el que culparían a Kaito del asesinado de Ouma, o ese era el plan. Ella lo colocó en el asiento del mismo, y con ojos tristes, observó nuevamente la parte inferior de su rostro, toda vez que el aparato del computador no la dejaba ver su rostro por completo, continuamente baja su mirada hasta sus manos las cuales no podrá tocar más. Iruma sabía muy bien que perdería al amor de su vida, pero el mundo necesitaba sus inventos, ella tenía que cumplir el motivo que su accidente le otorgó, una mente brillante que necesitaba el mundo para salvarse.

Se dio media vuelta y prosiguió con su plan, inició y entró en el mundo virtual, donde los demás la estaban esperando.

Entonces, una vez se encontró con Kokichi en el lugar indicado, la nieve caía lentamente, y a pesar de no ser real, se sentía como tal, Miu sentía que se congelaría antes de poder hacerle daño, pero no podía dejarse llevar por sus emociones, no ahora. Se sorprendió un poco de que el chico hubiese descifrado su plan, aunque no debería, toda vez que él siempre, de alguna manera, leía su mente. Aunque quería confesarse ahí mismo, sólo pudo decirle que no tenía sentimientos hostiles hacia él, le explicó sus razones, al menos eso se merecía antes de sacar el martillo con el que lo asesinaría.

Sin embargo, algo la sorprendió por detrás, no sabía quien era, pero la estaba estrangulando, ella estiró su brazo intentando alcanzar el avatar de Ouma, al ver que no se movía, supo que ese era su plan desde el inicio. De alguna forma, Miu no pudo evitar pensar que se lo merecía, y estaba bien con eso, porque ella dudaba de poder vivir el resto de su vida con la muerte de Kokichi en sus manos.

»Gracias... «

Miu agradece, internamente, sus últimos momentos de vida, que Kokichi no se moviese de ese lugar, porque así sería lo último que viera antes de morir.

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»Mírame, que sea lo último que veas, no seré yo quien te esté ahorcando, pero soy lo que tienes al frente...«

Esos fueron los pensamientos egoístas de Kokichi Ouma, todo lo que tenía que hacer porque su único amor decidió seguir otro camino. Pero no había de que preocuparse, Kokichi la seguiría, sólo tenía que aguantar unos días más.

Sin embargo, a pesar de ser un buen mentiroso, su máscara cayó una vez estuvo a solas con el cuerpo inerte de Miu, del cual aún no se habían desecho. Kokichi se ocupó de cerrar sus ojos y su boca, pensando en lo cruel que fue cuando la insultó en compañía de Saihara Shuichi, a quien ayudó a investigar en aquél caso. El líder supremo admitía que sentía envidia de él y su obvio amor hacia Kaito Momota y Maki Harukawa, es decir, ¿cómo podía ser tan fácil para Saihara conseguir nueva personas a quien amar? Para Kokichi, nadie más podría ocupar en su corazón el lugar de Miu. Por ende, lo llevó a sentir cierta satisfacción cuando los chicos discutieron en pleno juicio por culpar a Gonta Gokuhara; a pesar de que no lo hizo por esa razón, sino porque Kaito sería perfecto para el siguiente paso de su plan. Pero no había porque malinterpretarlo, Ouma quería a sus compañeros, que no le creyeran era su problema.

Dejando eso a un lado, Kokichi ahora se encontraba concentrado en Miu. Él lleva su mano hasta su cabello, y no hay reacciones, toma su mano y ya no siente su calor, todo era frío y sin sentimientos. El rostro de Miu ya no estaba rojo de vergüenza y emoción, sino azul por la asfixia del mundo virtual.

Ouma quería hablar, más las palabras no salían. El chico nunca fue del tipo de persona que expresara lo que realmente siente, para él, el hecho de haber venido a ver el cuerpo de Iruma Miu era razón suficiente para demostrarle que sí le importa. A pesar de que por su culpa, murió, aunque pudo haber sido él.

Ambos eran tan egoístas, como una quería matar para salvar el mundo, Kokichi utilizó a Gonta para matarla y así lo viesen como el malo, previniendo que todos salieran de la academia, porque el mundo ya no tenía salvación, esa era la verdad. Ellos abandonaron su amor por el bien de otros, como si desde un principio, se hubiera tratado de algo prohibido que atraería la destrucción de la poca humanidad que aún quedaba.

Bueno, una vez muerto, ya no importaría.

Porque después de hacerse pasar por la mente maestra, y junto a los inventos de Miu, el líder supremo logró su objetivo final, convencer a Kaito Momota de matarlo. No mentía cuando afirmaba que seguiría a Miu. Después de todo, él ganaría sin importar qué. A su vez, ayudaría a que Monokuma no supiera quien fue su asesino, ni siquiera que él ha sido la víctima, el juego no tendría más opción que detenerse.

Su cuerpo dolía por el efecto del veneno de la flecha que lanzó Maki, estaba muriendo, pero podía con ello, nada superaba el dolor de no tener a Miu junto a él. Se acostó sobre la placa, donde estaba la chaqueta de Momota, quien una vez activa la placa, la maquina empieza a bajar hacia él.

»Sólo un poco más...«

Las locuras que hacía por amor.

El chico empezó a recordar cada momento vivido con Iruma, cada sonrisa, sonrojo, insulto, tacto, todas esas cosas que lo hacían sonreír en sus últimos momentos de vida. De pronto empezó a tener otros recuerdos, uno donde ellos dos no participaron en ese juego de matanza, no, no se trataba de ellos, esas dos personas sólo se parecían a Miu y Kokichi, ellos tenían uniformes distintos, carecían de talentos, pero eran felices juntos. Posiblemente el líder supremo empezaba a delirar, pensando en lo que pudo ser de sus antepasados, o lo que será de sus reencarnaciones.

No lo sabía, y ahora que estaba apunto de morir, no quería analizar nada, lo único que sabía es que fuese quien fuese, su amor siempre sería hermosa. Lo último que vería antes de ser aplastado.