Su destornillador se cae y hace que Iruma vocifere, en voz baja, una grotesca palabra, desde hace varios minutos su concentración se estaba viendo interrumpida por la presencia de cierto shota que miraba lo que hacía. No es que le molestaba ser vista por alguien, le molestaba no saber el porqué le inquietaba. Kokichi había estado pidiéndole ciertos inventos desde la ejecución de Kaede, por lo que no le sorprendía si viniese por esa razón, pero, ya habían pasado varios días desde la muerte de Hoshi y ejecución de Kirumi en que él no le pedía nada. Miu estaba acostumbrada a que todos se le acercaran por el interés que le tenían como inventora, incluso Kiibo sólo venía a verla por sus mantenimientos, caso contrario pasaba con Ouma, y la rubia no podía encontrar una explicación a sus acciones; sin embargo, no le molestaba su compañía, a pesar de que lo insultaba y se mostraba muy ruda, ella no sentía ningún sentimiento de odio hacia él.
No obstante, por alguna razón se sentía incómoda, si Kokichi no quería nada de ella, entonces, ¿por qué estaba allí en la sala de computadoras? Miu era del tipo de persona que afirmaba, sin vacilar, que nadie podía resistirse a ella, pero dentro de ella era muy insegura, y cuando alguien se le acercaba y no sabía sus razones, era muy "tímida". Y de tan sólo verlo allí, a su lado, los nervios de Miu la controlaban, no podía seguir investigando las computadoras si seguía estando pendiente de Kokichi, quien, lucía muy tranquilo, sentado en el suelo junto a ella.
Miu deja lo que estaba haciendo e inconscientemente lo observa, y de la nada se siente atraída por sus largas manos, Kokichi a pesar de tener una apariencia de niño, sus manos eran curiosamente como las de todo un hombre. Miu no entiende el porqué surgió el deseo de tomar su mano, pero no tiene el suficiente valor cómo para hacerlo. Entonces pasa, la inventora abre sus ojos, muy sorprendida, tras sentir la mano de Kokichi sobre la suya, sus mejillas enrojecen, su corazón se acelera.
—Estás sudando como toda una cerda —Le dice el malvado líder supremo. Miu gime asustada con sus ojos lagrimosos, por cuanto no sabía como reaccionar ante el inesperado, pero no menos dulce, tacto de Kokichi; sentía como si hubiese leído su mente, como si estuviese hecha de cristal y él veía a través, o como si estuviese dentro de ella. Aquéllo le hacía sentir tan bien, pero no menos nerviosa.
—N-no me sueltes... —Apenas logró articular la chica con su mirada desviada y mejillas aún más rojas que antes, ella esperaba algún insulto como respuesta, era lo normal, pero al contrario, para sorpresa de la inventora, Kokichi entrelazó sus dedos, ajustándose perfectamente con los suyos. Miu había quedado estupefacta, no podía siquiera mover su rostro para verlo, pero cuando sintió la otra mano libre de Kokichi acariciar su cabello, se giró para ver aquél rostro, que por primera vez, sintió que no estaba usando una máscara para ocultar su verdadero ser.
En aquél momento, se sintió tan cerca de él como nunca jamás imaginó se sentiría. Por lo que, al no poder aguantar tal dulzura, recostó su cabeza sobre su pecho y sostuvo con más fuerza su mano, pensando en que no quería que ese momento se terminara. Miu temblaba porque seguía sin saber como reaccionar, en verdad ella nunca había recibido tal cariño, y era algo que siempre había necesitado.
¿Por qué Ouma de todas las personas podía saberlo? Todo lo que ella necesitaba, lo que ella siempre quiso, era a alguien que estuviese allí con ella.
—Hmm, que rápido accedes a mí, ¿es lo qué haces con todos zorrita? —Preguntó el líder susurrándole al oído, sin soltar su mano, ni mucho menos dejar de acariciar su cabello, su voz sonaba tan seductora que Miu pensó que se desmayaría, por lo que como pudo lo miró de frente, con un rostro completamente rojo y sus característicos ojos lagrimosos.
—Nadie, nunca, ha hecho esto por mí, tú eres el único... tú... puedes hacerme lo que quieras —Se sinceró sin poder evitar darle un doble sentido a sus palabras, porque así era ella. Kokichi respondió con una ligera pero complacida sonrisa, y que a Iruma le gustó mucho ver. Pero tras pensar en la palabra gustar, se separa del líder y se levanta, y antes de salir huyendo, por la serie de sentimientos conflictivos que estaba teniendo en ese mismo momento, Tsumugi, quien formaba parte del "consejo estudiantil" había llegado para mandar a todos a sus habitaciones, por el horario nocturno.
La inventora, una vez en su habitación, intenta despejar su mente para dormir, pero se le es imposible. Sólo podía pensar en lo que había pasado entre ella y Kokichi, aquél momento que hubiese deseado se detuviera, en ese mundo que sólo ellos conocían. Miu era muy lista cuando de tecnología se trataba, pero era muy torpe como para darse cuenta que le gustaba Ouma Kokichi.
Entonces se levanta súbitamente. Claro, esa era la respuesta a todos sus nervios e inseguridades, porque nada te ponía de tal forma sino se trataba de la persona que te gustaba. La hermosa genio recuperó su ánimo nuevamente, y con una gran risa confiada, se acuesta nuevamente a dormir, esperando tener sueños placenteros.
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Behind the scenes [Irouma/Oumiu]
FanfictionPorque sólo ellos sabían lo que pasaba entre ellos, y de alguna forma, ambos lograron pasar entre las paredes que cada uno había construido; si tan sólo no hubiesen estado en ese tipo de situación, las cosas hubiesen terminado de forma diferente. [S...