Parte 6: De mal en Peor

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Cuando desperté, era de noche y el auto estaba quieto. Giré la cabeza y vi a Frank dormido.

Estábamos en... ¿Medio de la nada? Esa sería una buena definición.

Los demás parecían dormidos. Entonces vi una sobra moverse. Casi grito, hasta que me di cuenta de que era Addy.

--Ven aquí, ven aquí...-- susurré. Addy me lamió la mano.

La cargué y la puse en mis piernas. La acaricié mientras tarareaba una canción.

-- ¡BU!--

-- ¡AHH!-- esa fui yo.

Volteé y vi a Adriano riéndose. Los demás, sorprendentemente seguían dormidos.

-- Esa fue mi venganza...-- susurró Adriano.

Claro, casi lo mato del susto en el grifo hace unas horas...

-- ¿Hace cuanto estás despierto?-- pregunté yo.

-- Hace... unos veinte minutos.

-- ¿Que hacías?-- volví a preguntar.

-- ¿Desde hace cuanto se volvió un interrogatorio?-- dijo él.

-- Buen punto. -- Admití.-- Oye, ¿Me prestas tu reloj?

rió-- No es un reloj. Es un Equipo de Súper Inteligencia Informática.

-- Si vuelves a decir eso me dará dolor de cabeza-- susurré y me reí.

-- Te lo presto-- dijo y se lo quitó de la muñeca. Me lo extendió. Estiré mi mano.

-- Quédate hasta allí cerebrito-- dijo la voz de mi hermano Frank. Seguido, todos se rieron. Esperen...

¿¡Desde cuando están despiertos!?

Me uní a las risas después de unos segundos. Mi hermano es algo sobreprotector, olvidé decirlo.

Las risas pararon cuando el Walkie Talkie sonó. El mío, para ser precisos.

Lo tomé y contesté.

-- ¡DANIELA! ¡FRANK!-- la voz de mamá sonó.

-- ¡Mamá! ¿¡Que pasa!?-- dije.

-- Ellos... están aquí. -- dijo esta vez mi padre. Me congelé, pero gracias a Dios, Addy me lamió la mano y reaccioné.

-- Escóndanse... Aguanten por favor.-- dije al borde de las lágrimas.

-- ¡No hay tiempo!-- gritó el padre de Dylan.

Todos nos quedamos estáticos. Se oyeron ruidos, muchos ruidos. Puertas cerrarse... Gritos...

Frank me abrazó. Los ruidos comenzaron a cesar, entonces la voz de mi madre me sacó de todo.

-- Daniela...

--¡Mamá!-- dije yo.-- ¿Quienes están contigo?

-- El padre de Dylan, La mamá de Micaela, la madre de Lili también.--dice mi madre llorando--

-- Mamá... ¿Donde están los zombies?-- preguntó Frank.

-- Los padres de Matteo lograron encerrarlos, pero no lograron salir.-- dijo esta vez la madre de Lili. -- Chicos, dígannos que están bien, por favor.

--Si, estamos bien-- logré decir.

--Cada uno, diga yo.-- ordena mi madre.

--Yo-- dije... yo.

--Yo-- dijo mi mellizo.

-- Yo-- Dylan.

--Yo--Lili.

Ataque ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora