꒰❁ཻུ۪۪ ; 1

1.2K 220 47
                                    


Muchos decían que no era para tanto.

Incluso se atrevían a decir que era ridículo.

Pero vamos, ¿Tienes una idea de cuántas fobias extrañas existen en el mundo?

Existe la urofobia que es el miedo a orinar, la omfalofobia que es el miedo a los ombligos, crometofobia; miedo injustificado al dinero, vestifobia; el miedo a la ropa.

Y posiblemente existan millones de estás y el mundo entero pensaría: "Oh, pobre. Seguro debe pasarlo mal."

Pero si le tenías miedo a las flores o plantas estábas exagerado.

Claro, la crometofobia se justifica con que te da asco ver o tocar ombligos. Y siempre había una explicación para cada fobia. Posiblemente un trauma, algo que viste, sueños, asco.

Entonces, ¿Cómo le explicas a las personas, o llevas una vida común y corriente cuando el simple hecho de ver una flor te hace querer correr y esconderte debajo de tus protectoras cobijas?

¿Casi te ahogas con plantas? ¿Una flor intento matarte? ¿Las margaritas dan asco?

No.

Simplemente era un miedo indescriptible que le causaba el verlas, tocarlas o pensar las, ¡Incluso cuando alguien hablaba de ellas era aterrador!

Así era JooHeon. Una simple persona con una fobia un tanto peculiar.

Ni siquiera recordaba desde cuando había descubierto su fobia; solo recordaba débilmente la vez en la que una niña en preescolar le había regalado una flor que había recogido del jardín y terminó lanzando su jugo de manzana en el rostro de está para después correr a toda velocidad por el miedo.

O la vez en la que en quinto grado, en el festival de campo escolar se desmayó incontables veces y lloraba por sentirse sofocado.

¡Y no hablemos de los días de San Valentín en la secundaria, en donde todo se llenaba de rosas!

O las fiestas familiares en donde su madre decoraba la mesa con un enorme ramo de amarilis.

Sí, fue difícil. Demasiado difícil.

Pero mientras crecía fue acostumbrándose un poco a eso. Seguía sintiéndose incómodo con la presencia de una pequeña flor cerca de él, pero al menos lo toleraba un poco y ya no corría o gritaba, por otro lado las plantas no eran un gran problema mientras no las tocará.

Aún así encontró una manera de poder sobrellevar las cosas evitando cualquier contacto físico o cercanía con plantas o flores, encontró un trabajo de compositor y productor de música libre de cualquier perturbante pétalo, apenas se independizó compró un departamento en un edificio sin ninguna planta decorándolo, solo cuadros y algunas pequeñas esculturas de su agrado y evitó completamente las florerías.

Esos lugares llenos de colores eran lo más aterrador que jamás había visto JooHeon.

Inclusó trazó caminos en donde podía caminar tranquilamente sin encontrarse una de éstas.

Pero todo cambia cuando justo enfrente de su edificio abrieron una nueva florería.

Y peor aún, el dueño de dicha florería se acaba de volver su nuevo vecino de enfrente, el cuál acababa de llenar su puerta con flores y una pequeña carta que decía: ¡Espero nos llevemos bien, vecino!


Ese día JooHeon tuvo pesadillas.



Antrofobia ; JooHyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora