꒰❁ཻུ۪۪ ; 8

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—¿Podrías calmarte? — preguntó un poco irritado el mayor.

JooHeon caminaba de un lado a otro dentro de su apartamento impaciente. Bien acababa de dejar entrar a KiHyun con el ramo de flores dentro de su hogar e incluso dejo que el mayor las pusiera en un jarrón con agua en medio de su comedor, pero después de unos minutos de estar tranquilo todo su cuerpo volvió a sentirse incómodo.

KiHyun sabía que era demasiado rápido como para ser verdad.

JooHeon acababa de hacer algo muy importante en su vida, ¡al diablos los reconocimientos musicales que tenía o las canciones que producía! El hecho de estar a menos de tres metros de un ramo de flores era algo que merecía un premio. Sin embargo, aún no era una fobia superada, tampoco era como si mágicamente olvidará ese miedo sólo por soportarlo un poco. Pero ya era un progreso.

—Estoy calmado. — contestó acelerado, después tropezó con sus propios pies y cayó al suelo.

—¿Decías?

JooHeon se sentó en el suelo, revolvió su cabello despeinandolo un poco y resopló.

—KiHyun, en verdad quiero tenerlas, pero estoy a punto de volverme loco. No puedo, simplemente no.

Su pequeño, sólo de estatura, amigo camino hasta él y también se sentó, quizás ningúno de los dos recordó que existían sofás o sillas en el apartamento.

—Inténtalo. — pidió el mayor posando una mano en el hombro de su amigo.

JooHeon suspiro profundamente, se quedó pensando un poco y después de unos momentos asintió levemente con inseguridad.

—Intentaré intentarlo.

KiHyun sonrió, realmente le alegraba saber que JooHeon al fin estaba dando el paso.

—Bueno. — Habló KiHyun parándose del suelo. — Había venido a que fuéramos a almorzar, pero será otro día. Además no creo que después de esto te apetezca salir.

—¿Por eso interrumpiste mi plácido sueño en mi día de descanso?

—Sí. — río saliendo del apartamento.

Después de que la puerta se cerrará y JooHeon estuvo solo de nuevo, rascó su nuca mientras observaba el ramo de flores en su comedor. La piel se le erizó repentinamente y sacudió su cabeza intentando quitar todo tipo de temor.

Se levantó y prendió la televisión dejando el canal en el que lo había dejado la última vez. Tomó su portátil y lo encendió poniéndose cómodo en el sofá. Realmente no tenía nada que hacer o buscar, dentro de poco las canciones que había compuesto para el grupo nuevo de la empresa saldrían al público y no tenía a otro artista asignado, además de que tampoco estaba interesado en ponerle atención al programa que estaban pasando.

Intentó ignorar la presencia de las flores, pero aún tenía la sensación de que ahí estaban por más que hiciera.

Sin soportarlo más se levantó de golpe del sofá y camino con determinación al jarrón con flores, iba a quitarlas. Definitivamente iba a hacerlo.

Pero inmediatamente apareció la imágen de MinHyuk la noche anterior sonriendo tan feliz y sonrojado. Sonriendo de que a JooHeon le gustará el cactus que le había dado, o al menos la idea de que le había gustado porque las cosas habían sido diferentes.

Aún así, esa pequeña imagen había detenido la acción de JooHeon. No podía deshacerse de ellas, no otra vez. No podía hacerle eso al obsequio de MinHyuk y destrozar aquella sonrisa tan hermosa que le había dedicado.

Suspiro y se apoyo en la mesa, sin siquiera darse cuenta estaba a algunos centímetros de las flores que incluso podía oler claramente el polen que desprendían, pero no retrocedió ni un poco.

Antrofobia ; JooHyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora