-¡Hunter, ven acá!-Gritó Xavier Thompson, muchos años antes de su muerte, cuando sólo tenía 14. Era lindo. Algo alto para su edad, una sonrisa pícara y su cabello era castaño claro con ojos azules pacíficos. Era cómo el hijo del cual ni sabía que tendría. Hunter llegó corriendo. Era cómo Tyler, pues a pesar de llevarle dos años a Xavier, era el chico más deseado de la escuela pero estaba fumando. Por eso se parecía a Tyler.
-¿¡Fumas!?-Le preguntó sorprendido su hermano.
-Si-
-Aleja el humo de mí-
-Más tarde ¿Qué querías?-Preguntó de mala Hunter.
-No puedo creer que fumes...-
-Dilo rápido o me voy, Xavi-Xavier suspiró y dijo
-Necesito tu ayuda. Ahorita mismo tengo una cita con Sarah House ¿Qué hago? Ayúdame, por favor-
-Por Dios, Xavi...-
-No, por Dios tu Hunt, en serio me gusta. Mucho-Hunter suspiró
-A ver qué podemos hacer-Hunter le explicó a su hermano como se conquistar a una chica y luego de un tiempo, ambos reían alegremente. Ya en la cara de Hunter no se veía un caso perdido, ahora era el buen hermano. Así era mejor, pero era sólo a veces que Hunter mostraba su lado fraternal y 26 años después se arrepentiría que no fue siempre. Sarah llegó linda y sonrojada. La pareja de jóvenes subieron la colina y desaparecieron. La madre de los chicos llegó y con ello un grito.
-¿¡Por qué huele a cigarro!?-Hunter movió las manos y pronunció algo en latín, luego, no había rastro del humo. Hunter pisó el cigarrillo y se largó, pero alguien atrás lo veía con recelo. Estaba vestido de negro y en serio daba miedo.
26 años después
-¡Vamos, Tyler, quémale la cara al muy bastardo!-
Le gritó Hunter a Tyler mientras entrenaban y Tyler peleaba con un palo de karate disfrazado. Estaban en la sala y la habían organizado para que pareciera un gimnasio, aunque un gimnasio para controladores de elementos no es muy común que se diga. Hunter gritaba como tu profesor de gimnasia, mientras Tyler acababa con el palo. Era realmente bueno para haberse enterado hace sólo unos días de que era un controlador y el calor del fuego era muy evidente. Charlotte avanzaba rápido y Nico aunque era muy pequeño para controlar ya sabía todas las leyes, historias y normas. Todos menos Mike, que por más que lo intentaba, no lograba nada. El sentimiento de humillación y derrota era lo único que sentía entonces Mike Thompson. La práctica término con la sala con ese olor a humo, el sentimiento a fuego y un poco de tierra sobre las paredes pues al parecer era lo que controlaba Charlotte. Nico se recostó en el sofá y Charlotte subió a bañarse, Tyler se quitó su camisa (Gracias, Dios) y Mike seguía en medio de la sala, desconcertado, mirando a unas manos que no servían de mucho. La conexión entre hermanos gemelos dicen que es bastante, por eso quizás, Tyler se acercó a Mike y dijo.
-No estés decepcionado, Mickey. Hoy no era tu día, pero has hecho cosas. Más cosas que yo y no necesitas sangre para hacerlas. Incluso en esto eres el inteligente de la familia-Aunque quería decirle gracias, ninguna palabra salió de la boca de Mike.
Pasaron unos minutos, todos estaban tranquilos, pero entonces Tyler gritó.
-No hay cigarrillos ni alcohol. Me voy a comprar-
-Regresa rápido-Gritó Hunter, dejando a Mike e incluso a Charlotte impresionados.
-Se supone que no lo debes dejar ir-
-¿Por qué?-
-Porque eres nuestro tutor legal y él tiene 17 años y ya fuma y se droga-
-Sigo sin ver el problema-
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The Elements: Water
RomanceLos hermanos Thompson nunca, en su trágica y agitada vida pensaron que pudieran ser diferentes del resto. Muchos menos que esa diferencia fuera controlar elementos. Pero...eso fue lo que sucedió. Nada ha sido fácil para esta familia y ahora que los...