Capitulo 11: Clases / Vacaciones / Castigo

30 5 0
                                    


Megan Ross

[Presente]

Se acerca el verano y sigo sin ver algún rastro de Frank de nuevo, solo escucho a las populares hablar de él. Casi no les tomo importancia a sus comentarios, a veces Sabrina me habla, pero solo por tarea y trabajos. Son pocas las veces que rompo el hielo con ella, porque, la conozco y sé lo que trae conmigo.

"Quiere saber si yo soy la real Crissy, pero con su cerebro tan pequeño y desgastado aún ni un pista de mí ha sacado".

— ¡Megan! — La infantil e irritante voz de Sabrina me hace casi vomitar.

— ¿Qué pasa?— respondo tratando de no romper la poca paciencia que le tengo.

— Me preguntaba, si quisieras ir con nosotros a la fiesta de graduación con los de último semestre

— No gracias, además me la pasare aquí en las vacaciones —respondo imitando su tono de voz

— Y eso, ¿Qué paso nena? — juega con uno de mis mechones

— Tu gran amigo Frank — digo con desinterés.

— ¡Ah, mi lindo Frank! —empieza a cambiar su tono con uno más profundo —¿Te gusta, no es cierto?

—Preferiría que me entierren viva a salir con ese tipo — Le arrebaté mi mechón de sus suaves manos y pasé a mi asiento.

—Nadie puede negarse a la verdad, preciosa

— Sobre mi jodida tumba

—¿Estas segura?

—¿Si te viera con él, cambiarías de opinión?

—Si estás hablando de las semanas que pasaré con él limpiando la escuela completa, mucho menos. ¡Dudo poder intercambiar palabra con ese engreído que parece una mala persona con bonito cuerpo! Debería estar ciega en alma para que me pudiera gustar alguien como él. —grito sin esperar algo más del tema.

— Eso veremos —apenas y puedo escuchar esas palabras de sus tersos labios.

Después solo se aleja con su equipo de animadoras, caminando en sincronización con sus mini uniformes, moviendo sus caderas provocando a los chicos del pasillo.

Ignoro sus miradas de engreídas y saco uno de mis libros favoritos, lo había leído miles de veces y no me cansaba de hacerlo.

Lo abrí por una página cualquiera.
Comencé a leer.

Galería cerca del cuarto de Julieta, con una ventana que da al jardín.

(Romeo y Julieta)

Julieta: ¿Tan rápido te marchas? Todavía falta mucho para que amanezca. Es el canto del ruiseñor, no el de la alondra el que se escucha. Todas las noches se posa a cantar en aquel granado. Es el ruiseñor, amado mío.

Romeo: Es la alondra que advierte que ya va a amanecer; no es el ruiseñor. Observa, amada mía, cómo se van tiñendo las nubes de levante con los colores del alba. Ya se extinguen las teas de la noche. Ya se adelanta el día con veloz paso sobre las mojadas cumbres de los montes. Tengo que marcharme, de otra manera aquí me aguarda la muerte.

Julieta: No es ésa la luz del alba. Te lo puedo aseverar. Es un meteoro que de su lumbre ha despojado el Sol para guiarte por el camino a Mantua. No te vayas. ¿Por qué partes tan rápido?

Gracias Por El Veneno®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora