•Nueva York•

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Día 5, Miércoles, Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, 6:56 PM.

Sungyeol seguía familiarizándose con la bella ciudad a petición del pelinegro mientras este y su "contacto" se disponían a acordar la hora y el lugar en el que se verían desde aquel teléfono público en una esquina de un callejón, Sungyeol caminaba alegre disfrutando del frío aire de La Ciudadela golpear su rostro, dejando que sacudiera sus cabellos y su larga gabardina negra a juego con su clásico traje negro estilo Black Widow, sonriendo ampliamente por la calle cuál modelo en pasarela, con ese porte y esa sensualidad que enloquecía a sus clientes, se veía radiante, ¿como no estarlo?, si su querido salvador se había encargado de proporcionarle esa mañana el placer y el amor más exquisitos que había sentido en su vida, y es que era aquello lo que por primera vez le hacía disfrutar al cien del sexo, el amor, por que podía jurar que aquello era casi mágico, como lo que veía en las telenovelas y películas, los besos, las caricias y las risitas, eran algo maravilloso, no había duda alguna. Su celular comenzó a sonar cuando este se detuvo en un puesto de Hot Dogs a comer, inmediatamente abrió el pequeño y viejo celular y leyó aquel texto.

¿Cuánto cuestan los cigarrillos?

Sungyeol comprendió enseguida mientras le daba una fuerte y gran mordida a su Hot Dog, asintiendo mientras tiraba el resto a la basura y respondía.

3 dólares.

Se colocó los lentes nuevamente y emprendió caminó al punto de reunión al encuentro de su amado.

•~•

-¿Novio seguro que es por aquí?

Dijo mientras sostenía el mapa firmemente abordo de aquella camioneta repartidora.

-A menos que tengas el mapa al revés dudo mucho que nos hayamos equivocado, vamos.

-Sip.

-¿La pasaste bien hoy?, te dije que necesitabas salir por tu cuenta.

-Fue extraño, pero muy divertido, me sentí como desnudo, gracias.

-Te lo merecías cariño.

Myungsoo sonrió y detuvo el vehículo mientras suspiraba nervioso, había acordado con un total extraño encontrarse en aquel almacén para que les ayudase con su vasto conocimiento de hacker a averiguar ¿cómo?, ¿cuándo? Y ¿dónde?, respecto a Andrew y Juliet.
Sungyeol miraba atento el lugar mientras guardaba el mapa, bajando al mismo tiempo que Myungsoo mientras se mantenía alerta tras de él, el lugar estaba semi oscuro, cajas de madera se acumulaban en el sitio y un olor a cañería vieja destilaba por todo el lugar.

-Que asco.

Murmuró Sungyeol cubriéndose su nariz Justo en el momento en que alguien salía de entre las cajas con unos lentes de sol y una vestimenta bastante ruda, chaqueta de cuero, cadenas, piercings y unos jeans negros rotos.

-¿Eres el camaleón?

El chico se echó a reír mientras asentía, rascando su mentón mientras miraba fijamente hacia un firme Myungsoo.

-Lo soy, ¿tú eres el "mercenario"?

Cuestionó curioso mientras se acercaba cuidadosamente a ellos con mochila en hombros. Myungsoo asintió con levedad y Sungyeol solo se limitó a mirarles.

-Necesitamos tú ayuda.

-Claro.

Dijo amablemente. El chico en realidad se veía agradable, rudo, pero agradable, su actitud inspiraba confianza, después de todo el carisma se leía en su frente.

-Genial, ven con nosotros.

-¿Y los billetes?

Sungyeol caminó al camión, abrió la puerta y sacó de la maleta negra que llevaba a los pies un fajo de billetes para mostrárselo y enseguida arrojárselo al muchacho, quien lo atrapó sin falla alguna.

-Hay más de estos aquí, primero lo primero.

-Ustedes dos si que dan miedo, Bill, mucho gusto.

Dijo mientras pasaba sus dedos por el fajo haciéndolos sonar solo para después inhalar su aroma.

~•~

Día 5, Miércoles, Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, 11:55 PM.

Bill tecleaba rápidamente en su computador mientras observaba a los muchachos, sonriéndoles

-Está todo listo chiquitines, solo hay que apegarse al plan, ya saben que es lo que tienen que hacer si quieren conseguir toda esa información.

Myungsoo sonrió de forma ladina mientras se giraba hacia Sungyeol, extendiéndole la mano para acariciar su mejilla con terneza, asintiendo antes de acercarse más a él y rozar su nariz con la ajena.

-¿He hecho un buen trabajo?

-Has sido Genial cariño.

Myungsoo pudo sentir como un fuerte dolor de instauraba en su pecho, dolor agudo y punzante que casi le quita la respiración, Sungyeol pudo notarlo y enseguida observó el doloroso semblante del ajeno.

-¿¡Estas bien!?

-Ya son las 12:00, tenemos solo dos días.

El tiempo se agotaba, el plan estaba trazado, no podían fallar, cualquier falla en el plan significaba perder, y perder era un lujo que Myungsoo no iba a darse. Myungsoo sobo su pecho con cuidado y caminó hacia el baño, dejando en la habitación a un muy extraño Bill en compañía de Sungyeol.

-¿Uds, son novios?

Sungyeol asintió levemente mientras le veía.

-¿Por qué?, ¿algún problema?

-No, para nada, sinceramente no me lo esperaba de él.

-Ni yo.

Murmuró Sungyeol mientras revisaba su equipamiento para la cacería.

-Dios dos días.

Me against the devil(Myungyeol)MINI FIC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora