•Chicago•

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Día 7,  Viernes, Chicago Illionois, Estados Unidos de Norteamérica, 7:00 PM.

Myungsoo observaba atento como Bill observaba su computador mientras un muy entristecido y con ojos ribeteados Sungyeol comía papas a más no poder mientras miraba por la ventana de aquel cuarto de hotel, Myungsoo no le había felicitado para nada por haber convencido a Juliet de ir al evento, en cambio, había sido indiferente con él y eso lo había mantenido llorando desde la noche anterior, tanto, que incluso sentía sus ojos aún más pequeños.

-Deberías hablar con él.

Murmuró Bill mientras bebía de aquel Whiskey que mantenía en la mesita de madera frente a él y el enorme sillón blanco de piel sintética, Bill se sentía hasta cierto punto mal por el muchacho, pues era evidente que él era un total inexperto en las cosas ilícitas, pero ya conocía esas historias, personas con futuros brillantes hasta que deciden desviarse del camino, todo por un amor criminal.

-No se lo merece.

-Oye, mira yo ni los conozco hermano, pero el tipo en verdad se ve mal, además, se nota que este no es su campo.

-¿Intentas decirme algo?

Murmuró Myungsoo con Evidente molestia.

-Esta aquí por ti, no soy imbécil.

Myungsoo suspiró pesadamente, aún estaba enojado con Sungyeol por su descuido, no había hecho un trato con Satanás como para que Sungyeol arruinase lo que ya llevaba de este, pero si bien era cierto que Sungyeol casi mete la para, lo cierto era también que Bill había arreglado todo, quizá no era tan mala idea.

-Bien.

-Yo te aviso cuando hayan usado alguna tarjeta.

Myungsoo se dirigió hasta donde Sungyeol, mirándole fijamente sentado al borde de la cama, mirando perdidamente hacia la ventana mientas pequeñas lágrimas corrían nuevamente por sus mejillas, hipando conforme las limpiaba.

-Yeol.

Este giró lentamente para mirar en su dirección pero hacia el suelo, ¿su castigo había terminado?

-¿Sigo castigado?

-¿Quien te dijo que estab...?

Myungsoo se interrumpió a su mismo, negando conforme se sentaba junto a él para abrazarlo con fuerza, Sungyeol correspondiendo de inmediato conforme cerraba sus ojos, dejando salir un par de lágrimas espesas de sus ojos.

-No estés más molesto por favor, sabes, puedo compensartelo.

Murmuró Sungyeol conforme se separaba un poco para así mismo, dirigir sus manos a la gabardina que comenzaba a sacarse, Myungsoo comprendió de inmediato a donde marchaba aquello, por lo que negando repetidas veces le detuvo.

-Conozco muchas posiciones que podrían gustarte, y si no... B-bueno puedes hacerme lo que quieras.

Habló casi desesperado.

-Yeol, basta, esta bien, yo te perdono, me alteré lo siento, ¿me perdonas tú?

Sungyeol no entendía por que debía perdonarlo, pero asintió, recargando después su cabeza contra uno de los hombros ajenos, sonriendo amplia y felizmente mientras tomaba la mano ajena para apretarla contra su pecho en un acto lleno de necesidad.

-Te amo Myungsoo.

Myungsoo observó el semblante alegre del ajeno, llevándose después una muy hermosa y linda impresión al sentir el corazón de Sungyeol latir tan rápidamente que no pudo evitar sonreír al pensar que la causa era él.

Me against the devil(Myungyeol)MINI FIC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora