Nota 52

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Estabas enojada, ese día en específico nos encontrábamos muy inquietos, nos gritaste pidiendo de favor que comenzáramos a comportarnos como lo que se supone que somos, unos "adolescentes", pusiste una actividad y te sentaste en tu escritorio con el ceño fruncido, me quedé observando tu bello rostro hasta que lo notaste, me viste a los ojos y en un segundo tu ceño fruncido cambio a una sonrisa, aún no entiendo el como cambió tu expresión de un momento a otro.

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