Nota 145

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La pequeña chimenea de tu sala estaba encendida, aquel pino de Navidad iluminaba toda la sala con aquellas luces de colores, mi cabeza reposaba sobre tus piernas mientras tus dedos acariciaban suavemente mis cabellos y a la vez mi mano daba un paseo sobre la espalda del pequeño cuerpo que descansaba sobre mí, volteé a verte, de tu rostro salía una suave sonrisa luego mis ojos viajaron al pequeño quién tenía los ojitos cerrados y daba leves suspiros y ahí supe que lo que más quería era vivir este momento cada día que le restaba a mi vida.

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