Jimbert - Whole lotta love

Capítulo VII

Recuerden que ya pueden enviar sus sugerencias para "one shots Jimbert" (o mezcla raras que quieran ver plasmadas con led zepp). Ya saben que soy de mente abierta.

https://unariamusa.tumblr.com/ask

Esto es anónimo, pero si alguien que envíe una propuesta quiere el crédito deje su nombre ahí escrito, igual yo pondré una captura de pantalla con su propuesta para que todos puedan leer la idea principal de los "shots" que ustedes propongan.

Ya verán este asunto cuando comience a publicar, pero antes quiero un colchón de propuestas suyas además de las historias a medias que pienso convertir en one shots también.

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En la primer clase Jimmy recibió un mensaje de Jared, gracias que se sentaba al fondo de la clase pudo responder sin ser visto por el profesor.

—Ve a mi auto a la salida.

Jimmy frunció el ceño en confusión, no entendía qué era lo que quería; además aún no decidía cómo arreglar la idiotez que provocó con Robert la vez anterior.

Después de clases Page caminó hasta el estacionamiento como le habían solicitado y aguardó por el capitán del equipo, recargado contra el vehículo.

—Qué raro verte esperar como buen chico en lugar de invadir mi propiedad— comentó Jared al acercarse.

—¿Qué quieres?— preguntó Jimmy con las gafas oscuras sobre sus ojos. Jared entró en su automóvil y Page lo observó por la ventana.

—Tenemos que hablar— aseguró Jared cómodamente sentado.

—¿Sobre qué?

—Sólo entra— pidió. El pelinegro liberó un bufido y se sentó de mala gana cerrando la puerta.

—¿Y bien?— inquirió exigiendo agilidad. El castaño se tomó el tiempo de cerrar las ventanas antes de comenzar a hablar.

—Me gustas— dijo observándolo, Jimmy rodó los ojos desviando la mirada y abrió la puerta del auto— Espera— tiró de su brazo y este cerró la puerta nuevamente.

—Eso ya me lo dijiste.

—Sí, pero lo digo en serio.

—Olvídalo, sólo te ayudo a conseguir a tu barbie animadora...

—Lo he estado arruinando a propósito— lo interrumpió. Jimmy se sorprendió— No tienes que estar celoso de Robert...

—¿Celoso? No te sobreestimes— dijo después de reír genuinamente.

—¡Oh, vamos! Seguiste mi beso, admite que te gustó.

—Estás malinterpretando mi reacción.

En una de las aulas vacías la escuadra de animadores hacía el conteo final de los fondos recabados para sus nuevos uniformes. Algunos contaban los artículos vendidos, otros las donaciones de los alumnos, otros cuantos el dinero de la caja de besos; todos tomando nota y guardando lo ya contado en bolsas, a su vez en cajas de chocolate vacías.

—Robert— se acercó George al escritorio donde el rubio revisaba las cuentas.

—¿Sí?— levantó la mirada del papel.

—Tenemos extra de las cajas de Jared, nos dio dinero de más— le mostró el sobrante en una bolsita de plástico.

—Ni siquiera sabe contar— río el rubio— Dámelo, se lo entregaré. Lennon, estás a cargo— gritó para luego salir en busca del castaño, no quería volver a verlo ni tener deudas con él.