∆ • C ǝ R O • ∆

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Yuri Plisetsky,  era un niño bastante consentido por sus padres, eso mismo le había generado un carácter egoísta, donde todo lo que quería le era dado y si no lo obtenía recurría sus muy famosos berrinches, esa era una de las razones por la cual a la edad de 8 años aún dormía en la cama de sus padres.


No era que necesitara a mamá y a papá, tampoco era que se sintiera solo, no, era la necesidad de no dejarlos solos y el don que tenía de hacer su voluntad lo que lo mantenía en aquella habitación. Desde muy chico se veía el carácter del pequeño rubio y no era precisamente muy tierno.


Habían comprado aquella casa para que cuando naciera el rubio estuviera mas cómodo , el tenia  su propio cuarto desde un principio estaba vacío, Yuri ya había crecido y era hora de independizarse de las faldas de su madre y dejar los berrinches a un lado.


Un buen día llego el padre del pequeño con muebles nuevos y pintura llamativa.


- Yuri, ven aquí - Llamo el padre desde la planta alta a su pequeño.


- ¿Qué? - Hablo malhumorado con un peluche de un tigre entre sus manos. Si, desde ese entonces se veía que tipo de carácter iba a poseer ese pequeño.


- ¿No me quieres ayudar?


- No. - Dijo al tiempo que daba media vuelta a la puerta


- Compre mucha pintura y muebles para tu nueva habitación. En cuanto escucho aquella palabra se detuvo al instante y se giro a encarar a su padre.


- No quiero dormir aquí - Aventó su peluche al suelo - ¡Yo quiero dormir con ustedes! - Grito comenzando un berrinche. En ese mismo instante la habitación  comenzó a llenarse de una pesada atmósfera que reflejaban la molestia del pequeño. 


Pero esta vez, no, esta vez su padre ya le llevaba delantera, y como el lider  y padre de la familia Plisetsky le demostraría quien mandaba, hoy no permitiría que Yuri se siguiera saliendo con la suya, o al menos ya no lo quería en su habitación y el hecho de sacarlo de su cuarto seria el primer y mas grande logro contra el niño.


- Hagamos un trato


De pronto al pequeño le cambio la expresión y se relajó cambiando el ambiente en ese momento, el amaba los tratos con su padre, siempre ganaba mas de lo que perdía, ¿Pero que podía ser tan bueno para que el aceptara dormir en otra habitación? Porque si lo pensaba un poco el pequeño tenía todo lo que quería... Todo, excepto...


- ¡Un gato! - Grito Yuri con un brillo en los ojos.


- Correcto, pero debes dormir en esta habitación. - Sonrió el hombre.


Yuri lo pensó un poco, quería seguir durmiendo en cama de sus padres, pero en verdad quería al gato, aunque tal vez podía tener ambas cosas ¿No?


- Está bien - Sonrió.


- Pero si vuelves a dormir con nosotros, el gato se va. - Sentencio

MY MONSTER *Otayuri*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora