Al interior del carruaje donde viajaban los futuros esposos había un ambiente de tensión desde que habían salido del castillo Plisetsky, Jean sabia que no era destinado de Yuri, pero el también era un alfa y resentía todas la feromonas que sin querer dejaba salir el rubio, se encontraba encorvado mirando fijamente sus manos que posaban en su regazo, sus verdes ojos se encontraban perdidos y opacos, era una situación demasiado incomoda para el alfa que realmente no entendía lo que pasaba, pero desde que aquel esclavo se había aparecido todo el semblante y animo del rubio había desaparecido.
- ¿Estas bien? - Pregunto Jean sin querer entrometerse con el menor mas de lo debido.
Ahora eran casi esposos, si, pero también estaba el hecho de que no se habían tratado jamas realmente mas allá de las cartas que le había enviado y que casi nunca había contestado, sabia que ese chico era especial, pero las pocas ocasiones que se habían visto, había sido directo, rudo, especial y sobre todo sincero. Eso era lo que hacia que estuviera enamorado y prendado de Yuri, casi como si fuera su destinado, aunque ahora sabia que eso no era posible.
- Estoy bien - Casi susurro.
-Tus feromonas indican otra cosa - Recalco Jean con preocupación.
En seguida su corazón comenzó a latir de nerviosismo, lo había olvidado, el también era un alfa y podía olerlo, si sentía que algo estaba mal... Otabek sufriría tal y como se lo había dicho su madre, debía fingir.
- Estoy bien... No te pre...- Su palabra se quedo a la mitad, sintió un dolor tan grande cerca de su corazón que rápidamente llevo su mano a su pecho intentando calmar el agudo dolor, su omega lloraba y le rogaba salir de ahí, pero no entendía que pasaba, sentía que su cabeza daba vueltas y estaba a punto de explotar, pero de pronto dejo de sentir a su alfa, ya no estaba su esencia y entonces perdió el conocimiento.
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Al llegar al castillo Jean entro con Yuri en brazos y llamo a sus médicos de cabecera para que lo atendieran al momento, pero al parecer no tenia nada, su respiración y signos se encontraban estables por lo que le indicaron que probablemente era el estrés de toda la situación, que de un momento a otro se había alejado de su familia y estaba a punto de casarse con alguien que no conocía; Jean se sintió muy culpable por el estado de su pequeño omega por lo que decidió que la boda esperaría una semana, no podía posponerla mas por los tratados firmados con anterioridad, pero esperaba que Yuri despertara para dejar los puntos claros.
Durante la madrugada del mismo día despertó Yuri aterrado, no estaba Otabek, se había ido... Estaba muerto, eso le decía su omega. Se sentó y tomo sus piernas entre sus brazos y comenzó a llorar sin consuelo, su madre había mentido, lo había matado apenas se había ido de ese infierno, si lo hubiese sabido habría arriesgado todo por irse con el, lo había dejado en bandeja de plata en manos de aquella bruja, todo era su culpa, absolutamente todo. Mientras lloraba intentando liberar sus emociones comenzó a sentir como aquel sentimiento rápidamente se estaba transformando de tristeza a odio y de odio a venganza, de pronto todos sus sentimientos lo golpearon y se sintió aturdido por lo que solo pudo continuar llorando.
