Todo comenzó cuando tenía 6 años, éramos una familia feliz; solo yo, papá y mamá con mi hermanito en su vientre, un día como cualquiera mi papá dijo que tenía pases para ir a un parque de diversiones a lo que yo dije saltando de alegría que quería ir y fuimos. Jugamos, comimos golosinas, nunca me divertí tanto como ese día, al volver a casa estábamos cansados los tres de todo lo que hicimos y de un rato a otro me quede dormida, estaba aburrida del viaje tan grande que habíamos hecho y en mis sueños miraba a mi mama y a mi hermanito que se parecía a mi papa dándome un beso en mi frente, yo sentía que en mis ojos salían lágrimas al verlos alejarse de mi lentamente, yo les decía que no me dejaran atrás, mama volteo y dijo algo que no alcanzaba a escuchar, la luz del sol cubría los ojos de mi madre pero su boca no. Al despertar me encontraba en una cama de hospital, me dolía todo el cuerpo, no me podía mover y al mirar para abajo, note que tenía muchas mangueras y tubos que sobresalían de mi cuerpo, me dio un poco de miedo, al voltear a un lado estaban mis abuelos maternos dormidos que rápidamente notaron mi presencia.
- ¿A-abuela Aní?, ¿Qué paso? Me duele el cuerpo, ¿Donde esta mi mamá con mi hemanito?, ¿Y papá?, ¿Qué hago aquí?, ¿Donde estoy? - Dije mientras intentaba levantarme de golpe, un tubo grande que traspasaba mi garganta no me dejaba hablar bien, parecia que balbuceaba.
- No, no mi niña, no te levantes, quédate a costada, e-en un momento v-vienen tus papás, no te preocupes, solo... espera un poco ¿Si? - Dijo mi abuela con una voz entre-cortada casi queriendo romper en llanto tratando de acostarme.
- Querido llama al doctor, dile que ya despertó la nena. - Dijo la abuela Aní a mi abuelo.
- Si, querida. – Respondió mi abuelo.
Al poco tiempo llego el doctor y me reviso para saber si estaba bien, checo mi respiración y de cómo me sentía y dijo que todo estaba en orden que solo tenía una confusión no tan severa y que el haría que me quitaran los tubos y que me den la orden para que me dejaran salir en tres dias más; mis abuelos les dieron las gracias y el medico se fue. Al pasar las horas tenía dudas de en donde estaban mis papás y les preguntaba a mis abuelos a lo que decían que en un rato más vendrían a verme y yo esperaba con ansias para saber cómo estaban, quería abrazarlos y que mamá me diera un beso en mi frente como siempre lo hacía, pero nunca vinieron a verme.
Cuando me dieron de alta del hospital me dijeron mis abuelos que de ahora en adelante iba a vivir con ellos a lo que pregunte confundida porque, ellos me dijeron quemis papás aceptaron que valla de vacaciones una temporada con ellos que todo iba a estar bien entonces partimos a su casa, me habían hecho un cuarto con todas mis pertenencias, estuve muy a gusto con ellos, comía lo que quería,íbamos a jugar a los parques y conocí muchos amiguitos, entre a la escuela,pero siempre me preguntaba dónde estaban mis padres y mi hermanito, cuando tuvela edad suficiente me contaron: cuando era pequeña venia de camino con mis papas de un parque de diversiones y un camión se nos atravesó, ese día solamente yo sobreviví al choque debido a que mis papas me protegieron del choque, dure inconsciente durante tres meses; ese día era el cuarto aniversario del accidente, yo tenía diez años en ese entonces, llore como nunca lo había hecho y lo afronte, tenía que hacerlo, después de todo, ya habían pasado casi cuatro años de la muerte de mi familia y vivía tranquilamente en casa de mis abuelos.
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Había una vez tú, yo y el mundo.
RandomUna chica de 17 años fue trasladada a una escuela extranjera, encontrandose con sorpresas inesperadas que nadie las podia pensar. Espero les guste es una historia hecha de mi mentesita y con un poco de todo.